La reubicación de los comerciantes informales de Mesa Redonda en la zona conocida como la ‘Huerta Perdida’ fue un fracaso. A pocos días de ser inaugurada por el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, los comerciantes han decidido no regresar más a la feria con sus productos, porque la zona es “poco comercial” y “muy peligrosa” para ellos mismos y los compradores.
Tras las numerosas quejas de los ambulantes, quienes tuvieron la intención de formalizarse, el burgomaestre capitalino usó una parte de su discurso en una reciente actividad de la comuna para responderles.
“Yo no me corro, yo doy la cara. Y a aquellas personas que nos les guste (donde fueron reubicadas), bueno, pues, veremos otros sitio”, afirmó el alcalde.
La llamada ‘Huerta Perdida’ es considerada por la policía como una de las “zonas rojas” de Lima. La ciudadanía tiene claro que es uno de los barrios más peligrosos de la capital, excepto para los mismos residentes de este sector. Alguno de los principales problemas son la delincuencia, la microcomercialización de droga y la violencia.
La incomodidad principal de los comerciantes informales de Mesa Redonda fue que el lugar elegido por el alcalde está entre calles estrechas, casi inaccesibles para la policía y el serenazgo. Para los ambulantes era “obvio” que no es una zona comercial, pero guardaron la esperanza de que la feria funcione por lo prometido por el municipio.
En los días previos a la reubicación, López Aliaga anunció que se daría prioridad para empadronarlos a los comerciantes con discapacidad, adultos mayores y madres solteras. Pero el área en la que se inauguró la feria nunca fue adecuada para esta población. Vendedores que llegaban en su silla de ruedas no podían desplazarse con normalidad por estas calles.
Desde el viernes 2 de junio empezó a funcionar la feria en la cuadra 7 del jirón Amazonas, en el corazón de Barrios de Altos. Ese mismo día empezó el disgusto de los comerciantes, quienes ya auguraban que no iba a funcionar la reubicación de la mejor manera.
“Yo no estoy de acuerdo es una zona que es peligrosa. Nos dijeron que nosotros podíamos innovar y hacer mercado, pero acá no, porque esta es un fracaso. No es accesible para nosotros. Tampoco queremos una zona céntrica, pero al menos una zona donde la gente pueda entrar tranquila a comprar”, dijo una vendedora informal a Canal N.
El temor de los ambulantes recaía en que los compradores teman acudir a la feria a adquir sus productos, sino que a ellos mismos les roben o asalten.
“Todos tenemos claro que al principio se sufre, pero en una zona accesible. Acá no, pues. No es nuestro capricho de que queremos estar en el Centro de Lima. También queremos formalizarnos, pero no así”, agregó la comerciante.
A la desazón de los ambulantes se sumó la queja de los vecinos de Barrios Altos, quienes aseguraron que la reubicación fue intempestiva y en una zona que usaban como loza recreativa para que niños y adolescentes practiquen deporte al aire libre.
“Acá es una loza deportiva donde juegan los niños. Yo creo que el alcalde se está equivocando. Acá juegan los niños, mi papá y hasta mis abuelos, desde hace más de 30 años. La gente de la municipalidad de Lima nos ha engañado, diciendo que estaban arreglando la cancha para el beneficio de los niños y la gente de la zona”, comentó un vecino a Canal N.