La Corte Superior de Justicia de Lima ya fijó la fecha de entrega del asesino holandés Joran Van Der Sloot a la Oficina de Investigación de Estados Unidos (FBI). Será este jueves 8 de junio, aunque el oficio firmado por Elmer Morales, juez titular del 22° Juzgado Penal Liquidador, no precisó la hora de la diligencia.
El sentenciado a 28 años de cárcel por el crimen de una estudiante peruana dejará el penal de Ancón I, adonde fue derivado esta semana, para ser entregado de manera temporal a las autoridades del país norteamericano, donde será juzgado por extorsión y estafa en un caso ligado a la desaparición la joven estadounidense Natalee Holloway, en 2005.
Máximo Altez, abogado de Van Der Sloot, presentó en la víspera una petición de hábeas corpus contra su traslado temporal, según documentos judiciales a los que accedió CNN.
La defensa argumentó que esta transferencia debería detenerse, pues el imputado no fue notificado oficialmente. Sin embargo, solo hace tres días el letrado había confirmado que se allanaría al trasladado y que no iba a apelar la decisión judicial.
Javier Llaque Moya, presidente del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), informó previamente que ya está todo coordinado con los agentes estadounidenses para este último paso reclamado desde hace años por los deudos de la víctima. “Lo tenemos seguro, así lo vamos a tener hasta el día 8, eso lo garantizamos”, dijo Llaque.
Según el Poder Judicial, una vez concluido el proceso penal contra Van der Sloot, inmediatamente será devuelto a las autoridades peruanas. En 2014, Perú aprobó extraditarlo al final de su condena, en 2038, a solicitud de un Tribunal Federal de Alabama (EE.UU.)
Sin embargo, el homicida se declaró culpable en un video difundido por la prensa. “Sí, también acepto todo lo que he hecho [a Holloway]”, dijo entonces a unos periodistas de Radar Online y National Enquirer, sin reparar que era grabado por una cámara oculta en un video de 51 segundos registrado en la cárcel de Challapalca, de donde fue trasladado esta semana.
Van der Sloot había sido previamente liberado en Aruba por falta de pruebas en el caso Holloway. En 2010 pidió 25.000 dólares a la madre de la estudiante (Elizabeth Ann Holloway) para decirle dónde estaba el cuerpo de su hija, lo que finalmente nunca hizo, aunque recibió el dinero.
Ese mismo año, conoció a la peruana Stephany Flores, de 23 años, en un casino de Lima y la asesinó en su hotel para robarle 5.000 dólares que la joven había ganado esa noche. Fue condenado dos años después, con agravantes de “crueldad y ferocidad”, según el fallo judicial.
En prisión, el asesino holandés se casó con la contadora Leydi Figueroa Uceda, con quien tuvo una niña bautizada como Dushy, en honor a su bisabuela paterna. “No le tuve miedo [...] Lo conozco lo suficiente y sé que está bien arrepentido”, dijo a Univisión en una de las entrevistas que concedió entonces. Las visitas conyugales devinieron en matrimonio en julio de 2014.
Fue una ceremonia mínima en la prisión de Piedras Gordas (Ancón), adonde fue derivado. Solo asistieron cuatro invitados. El exalcalde de Ancón, Jhon Becerra, presidió la ceremonia. En 2018, la pareja fue implicada en un caso de lavado de activos.
Según The Telegraph, Van der Sloot habría recibido 350 mil dólares por crear un sitio de juego desde prisión. Con ese monto, Figueroa habría comprado un departamento y un automóvil, pese a que para la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos (Sunarp) no tenía ingresos significativos.
La historia de amor entre el asesino y la mujer que lo humaniza cobró visibilidad a mediados del mes pasado, cuando el Ejecutivo aprobó la entrega temporal de Van der Sloot a EE.UU.
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