El Metropolitano es un servicio de transporte que beneficia a miles de limeños trasladándolos hacia sus centros de trabajo o estudios a diario. La ampliación de su ruta hacia más destinos de Lima norte es una promesa inconclusa que se encuentra paralizada y sin fecha para iniciar operaciones.
Esta importante obra tiene una inversión de más S/ 380 millones, 10.2 kilómetros de corredor segregado, 17 nuevas estaciones intermedias, una nueva estación final, la modernización de la planta de tratamiento de aguas residuales de Carabayllo, entre otras mejoras que hasta al momento no son habilitadas.
En diciembre del 2022, el entonces alcalde de Lima, Miguel Romero, presentó la infraestructura vial culminada y anunció que en el mes de abril del 2023 el proyecto sería entregado a la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU), entidad adscrita al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC).
Sin embargo, en comunicación con este medio, quien tiene actualmente competencia es la Municipalidad de Lima a través de EMAPE, “nosotros como ATU no hemos recibido la obra, porque EMAPE tiene que subsanar la obra”.
En abril de este año, el nuevo burgomaestre, Rafael López Aliaga informó que esta importante obra aún tiene pendiente más de 2 mil observaciones que deben ser levantadas, por lo que el proyecto se encuentra paralizado. En esa línea, estimó que este tramo que unirá Independencia, Comas y Carabayllo, será inaugurada en seis meses; es decir, en octubre de este año.
Mientras que eso sucede, las estructuras construidas previamente están experimentando daños debido a que personas desconocidas han removido de manera forzada las barandas metálicas que separan el carril exclusivo, informó Agencia Andina.
Daños a la infraestructura
La ampliación del tramo norte del Metropolitano consta de 18 nuevas estaciones, desde la estación Santa Ligia, en Comas, hasta el nuevo terminal Chimpu Ocllo, en Carabayllo. En estos más de 10 kilómetros de vía, se ha registrado que las mallas de seguridad, que separan la vía exclusiva del corredor troncal, han sido retiradas en algunos puntos. Se desconoce si se trata de personas que han robado estos implementos para venderlo, o si han sido vecinos de las zonas aledañas que han optado por retirar las mallas para facilitar su acceso por esta vía.
“Hay colegios en ambos lados. Sacaron eso para que las personas puedan cruzar; de lo contrario, tendrían que caminar hasta la avenida San Felipe o San Carlos, que está muy lejos”, indicó una de las vecinas y resaltó que es importante que se coloque la señalización correspondiente o semáforos para evitar que ocurran accidentes.
Caos en el transporte público
Hasta que el sistema de transporte integrado entre en funcionamiento y los limeños puedan interconectar sus viajes entre el Metropolitano, Corredores complementarios y Metro de Lima, y puedan trasladarse por los diferentes distritos de la capital de manera segura y rápida, la informalidad sigue representando un gran problema que atenta contra la vida de los pasajeros.
Existen grupos que se dedican a proveer servicios de transporte público sin contar con la autorización de la ATU y sin cumplir con las regulaciones en cuanto a la calidad de sus vehículos, inspecciones técnicas, así como la posesión de documentos necesarios como seguro contra accidentes, tarjeta de propiedad y conductores con licencias de conducir válidas, se han extendido por todos los distritos de la ciudad.
Los choferes de la empresa de transporte Translima, que cubre la ruta San Martín de Porres - Centro de Lima, indicaron que cuando una de sus unidades sale desde la parada autorizada, una unidad informal de aspecto similar realiza la misma acción, con el propósito de generar confusión entre los pasajeros. Esta situación se repite en diferentes puntos de la capital.