El Tren de Aragua es una banda criminal venezolana relativamente nueva para el Perú, pero con una fuerza que ha llegado para desplazar a cualquier agrupación delictiva nacional o extranjera que se le ponga en frente. Sus peligrosos integrantes poseen un afán desmedido por diversificar sus intenciones ilícitas y vienen haciendo uso del terror para tomar la batuta del crimen en ciertos puntos de Lima y del interior del país.
Por informes policiales se desprende que en menos de cuatro años esta organización criminal logró controlar el negocio de las extorsiones en casi una decena de distritos de la capital. La explotación sexual, el sicariato, la trata de personas, los llamados préstamos ‘gota a gota’, entre otros delitos, son también algunas de sus “ocupaciones” más rentables.
Según la investigadora y periodista venezolana Ronna Rísquez, el éxito del Tren de Aragua recae en que es una banda criminal “ambiciosa” y ven en cualquier lugar una oportunidad para delinquir, así parezca que las condiciones no sean favorables.
Los inicios de la agrupación criminal, que fue fundada en 2014 e ideada dentro de los pabellones de la cárcel de Tocorón en Venezuela, dan más luces de cómo operan. Sus miembros empezaron a amasar cientos de miles de dólares extorsionando a los reos de ese mismo penal.
De acuerdo a Rísquez, con una población carcelaria en Tocorón de 5 mil reclusos, cada uno pagando 15 dólares al mes, la banda podría haber ganado casi un millón de dólares. Nada parece presentársele como una dificultad a esta sanguinaria red criminal que ya tiene sus tentáculos no solo en Perú, sino también en Chile, Ecuador, Bolivia, Colombia y Brasil, donde ya “derrocó” a las bandas oriundas de cada país y tomó barrios enteros.
“La potencia de fuego que tienen estos delincuentes venezolanos ha terminado por desplazar a ranqueadas bandas peruanas. Tienen armas de largo alcance, ametralladoras, pero sobre todo ‘gatilleros’ (sicarios) por montones. Y usan las granadas de guerra para atemorizar”, dijo el coronel PNP (r) Lizandro Quiroga La Torre, exjefe del Escuadrón de Emergencia, a Infobae Perú.
“Todo lo están sumando al ‘cupo’”
La misma figura que en sus inicios es la que viene empleando el Tren de Aragua en territorio peruano. Sus peligrosos integrantes tal parece que se manejan bajo un lema: “tratar a todos por igual”. Sus extorsiones no solo alcanzan a adinerados empresarios. En la actualidad también lo sufren colectiveros, mototaxistas o humildes dueños de bodegas. “Todo suma”, es otra de sus frases.
“No tienen reparos ni escrúpulos. Hoy extorsionan a mototaxistas, dueños de tienditas pequeñas o hasta ‘jaladores’ de buses y combis, por ejemplo. Todo lo están sumando al ‘cupo’. Y lo que es peor, no está haciendo nada el Estado peruano. Están produciéndose muertes a diario en todos los departamentos del país y hay una nula respuesta de nuestras autoridades”, alertó el coronel Quiroga.
El poder de esta banda criminal es cada vez mayor en nuestro país, pero principalmente en Lima Metropolitana. Las zona de Risso (Lince), el jirón Zepita (Cercado) y los exteriores de los centros comerciales Plaza Norte (Independencia), Mega Plaza (Los Olivos) y Mall del Sur (San Juan de Miraflores) son algunos de los puntos que ya está tomados, pese a los esfuerzos de la policía peruana.
“La explotación sexual es uno de sus negocios ilícitos que más dinero les genera. Pasas por Risso o el jirón Zepita y hay decenas de mujeres merodeando las calles”, afirmó el alto mando policial.
“El Perú es un país atractivo para el delito”
Para César Ortiz Anderson, analista de seguridad y presidente de Aprosec, el Tren de Aragua está aprovechando que “el Perú es un país atractivo para el delito”.
“Esta es una organización delictiva que está ya en toda América Latina, no solo en nuestro país. Lo que pasa es que lamentablemente el Tren de Aragua vio que no había mucha resistencia de parte del gobierno peruano para combatirlos adecuadamente”, señaló a este medio.
Pero qué piensa la delincuencia extranjera y por qué siente que el Perú es una país en el que puede seguir creciendo, delictivamente hablando.
Según el experto, una de las razones es que han visto que “tenemos una policía débil”, además tienen claro que fiscales y jueces con dinero se compran y que estar en un penal no es impedimento para seguir operando.
“No hay mucha resistencia de nuestras autoridades. Este gobierno desde sus inicios no ha hecho nada, así como los otros tantos del pasado. Tenemos el recurso humano en la policía, pero si la presidenta Dina Boluarte no moderniza y repotencia a la PNP, con patrulleros, chalecos antibalas, armamento, municiones, todo será mucho peor”, expresó.
Además, pidió a la población asumir una cultura de seguridad preventiva como norma de vida, ante todo este panorama sombrío que está desatando el Tren de Aragua y otras bandas. “No podemos bajar la guardia”, acotó.
¿Cómo se creó el Tren de Aragua?
A lo largo de los años, Venezuela ha sido testigo de la aparición y el auge de diversas organizaciones criminales que han sembrado el caos y el temor en distintas zonas del país. Una de estas bandas, conocida como El Tren de Aragua, se ha ganado la reputación de ser una de las más peligrosas y temidas en la región.
El Tren de Aragua, nombre inspirado en la línea férrea que atraviesa el estado de Aragua, ha logrado establecer un reinado de violencia y delincuencia en esta zona del país. Sus actividades delictivas incluyen el tráfico de drogas, la extorsión, el secuestro y el sicariato. Esta banda se ha ganado la atención tanto de las autoridades como de los ciudadanos, quienes viven en constante temor, debido a su presencia.
Según la periodista Rísquez, quien ha escrito un libro sobre este grupo criminal, tres internos del penal Tocorón, que compartieron pabellón entre 2007 y 2013, lo fundaron en 2014.
Estructura organizada y jerarquizada
Se estima que el Tren de Aragua cuenta con una estructura organizada y jerarquizada, conformada por miembros altamente entrenados y armados. Su modus operandi se caracteriza por la violencia extrema y la impunidad con la que actúan. Muchos de los integrantes de esta banda tienen antecedentes penales y han logrado evadir la justicia durante años, lo que ha contribuido a su fortaleza y expansión.
Otro aspecto preocupante es el fenómeno de la extorsión. El Tren de Aragua ha utilizado el miedo y la intimidación para obtener dinero de empresarios, comerciantes y ciudadanos comunes. Muchos se han visto obligados a pagar cuotas mensuales para evitar represalias violentas contra ellos o sus familias. Esta situación ha generado un clima de inseguridad generalizada y ha afectado gravemente la economía local.
La violencia desatada también se ha manifestado en secuestros y asesinatos selectivos. Varios líderes comunitarios, activistas y funcionarios han sido blanco de estos ataques, lo que ha generado un impacto negativo en la sociedad y un sentimiento de impunidad.
Han dificultado su captura y desarticulación
Las autoridades realizan esfuerzos para desmantelar esta peligrosa banda criminal. Sin embargo, su capacidad de adaptación y su infraestructura han dificultado su captura y desarticulación. Se requiere una estrategia integral que involucre a las fuerzas de seguridad, la justicia y la comunidad para enfrentar de manera efectiva el problema.
En respuesta a esta situación, se han implementado operativos de seguridad en la región, con el objetivo de neutralizar a los integrantes de la banda y reducir su poderío. Pero es fundamental abordar las causas subyacentes que han permitido su expansión. La falta de oportunidades económicas, la corrupción y la debilidad institucional han contribuido al surgimiento y fortalecimiento de este y otros grupos.
Expertos coinciden en que la lucha contra el Tren de Aragua no debe ser solo responsabilidad de las autoridades. La sociedad en su conjunto debe unirse y denunciar cualquier actividad delictiva, proporcionando información y apoyo a las fuerzas de seguridad, aseguran. Además, remarcan que es necesario promover programas de prevención del delito y de reinserción social para aquellos que deseen abandonar el sendero criminal.