Línea 1 del Metro de Lima: ATU investiga a 148 personas por fraude informático

Las tarjetas que poseían los “vendedores de saldo” presuntamente estaban clonadas, una infracción a la ley que podría mandarlos hasta por ocho años a la cárcel.

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Foto composición: Infobae.
Foto composición: Infobae.

La Autoridad de Transportes Urbano (ATU) informó que un total de 148 personas se encuentran en calidad de investigados por el presunto delito de fraude informático tras ser intervenidos por las fiscalías especializadas de Lima Este, Centro y Sur, y la Procuraduría Pública del Ministerio de Transporte y Comunicaciones (MTC) cuando daban servicios de “saldos” en la Línea 1 del Metro de Lima.

De acuerdo con lo dispuesto en la Ley N°30096 sobre delitos informáticos, las acusaciones dirigidas a los individuos conocidos como “vendedores de saldos” pueden llevar a investigaciones que resulten en una condena de hasta ocho años de privación de libertad.

Hasta el momento, un total de 22 personas fueron sentenciadas por falsificar tarjetas en el servicio de transporte del Metro de Lima. Durante el presente año, las fiscalías especiales y las entidades competentes han realizado 76 intervenciones que se tradujeron en la incautación de 959 tarjetas clonadas con saldos falsos, considerando que dichos estafadores cobran 50 céntimos más a los usuarios para acceder a su supuesto servicio, pero en realidad perjudican al Estado.

Tarjeta clonada tenía casi S/4 millones de saldo

Capturar a estafador en la
Capturar a estafador en la Línea 1 de Metro que tenía recarga de casi cuatro millones de soles. Foto: Andina

Uno de los recientes casos que ha sonado en esta última semana fue la intervención de Eusebio Magno Trejo Sánchez, de 53 años, un hombre que presuntamente se dedicaba a esta modalidad de estafa en las estaciones del Metro de Lima Línea 1. En su poder se le halló 15 tarjetas clonadas y de ellas tenía un saldo de casi S/4 millones cuando el valor tope es de S/100.

El hombre, según la información policial, fue intervenido cuando ofrecía “saldos” en el ingreso de la estación La Cultura, por lo que ahora las autoridades competentes se encuentran realizando las investigaciones correspondiente a fin de determinar su grado de culpabilidad. En caso de ser hallado culpable, podría pasar hasta ocho años tras las rejas, según lo establecido por las leyes.

¿Cómo opera esta mafia?

Estas organizaciones delictivas aparentan ser una conveniencia para los viajeros apresurados o aquellos que no desean hacer fila para recargar sus tarjetas en el Metro de Lima. Sin embargo, en realidad, se trata de un esquema criminal que gradualmente roba al Estado a través de un método conocido como “robo por goteo”.

La concesionaria de la Línea
La concesionaria de la Línea 1 del Metro de Lima registró el 70,6 % de los reclamos.

La vocera de la ATU, Cynthia Barrera, indicó que los estafadores obtienen tarjetas clonadas que fueron manipuladas tecnológicamente para mostrar un saldo que en realidad no tienen. Luego permiten el pase de cientos de pasajeros que les paga S/2. Aparentemente, se puede pensar que ellos ganan solo 0.50 céntimos por cada usuario, pero en realidad pueden lograr recaudar miles de soles en menos de una semana.

Al no ser una tarjeta que ha sido recargada con saldo en las estaciones del Metro de Lima, se configura como un robo directo al Estado el cual perpetuamente subsidia el costo del transporte público de millones de personas que utilizan este sistema masivo de transporte de pasajeros. Es decir, el Estado paga parte del costo que al usuario le corresponde asumir.

El caso del costo del pasaje en la Línea 1 del Metro es un ejemplo destacado de esto. Aunque el valor real del pasaje, según lo establecido por la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU), es de S/3,15, los usuarios del servicio solo pagan S/1,50. Esto implica que el Estado financia más del 50% del costo de cada viaje.

Es importante tener presente que las recaudaciones del Estado son utilizadas para financiar diversos programas sociales destinados a la población más vulnerable del país, así como para llevar a cabo la construcción de infraestructuras vitales como colegios, carreteras, hospitales, entre otros. Aquellos que roban al Estado contribuyen a la sustracción de estos recursos, perjudicando así la disponibilidad de fondos para estos fines.

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