El Congreso de la República ha presentado una iniciativa legislativa para excluir a las fórmulas para bebés y suplementos alimenticios de portar octógonos en sus empaques. Esta propuesta ha sido sumamente criticada por omitir información nutricional relevante para los consumidores. El consumo de grandes proporciones de azúcares al día podría generar enfermedades como diabetes e hígado graso en los menores, por lo que los padres deben estar informados de los componentes especiales que tienen estos productos, advirtieron expertos consultados por Infobae.
El Parlamento peruano vuelve a estar bajo el ojo de la tormenta luego de que aprobara este proyecto de ley. Hoy, martes 30 de mayo, vence el plazo para que el Poder Ejecutivo observe esta autógrafa. Sin embargo, hasta el cierre de esta nota, no se ha pronunciado al respecto.
Quien sí se han mostrado en contra de eliminar los octógonos de los empaques de las fórmulas y suplementos es el Colegio Médico del Perú (CMP). Las institución han afirmado que las fórmulas para bebés tienen hasta el doble de cantidad de azúcar que una gaseosa convencional, por lo que su consumo perjudica el organismo de los menores.
“Los sucedáneos de la leche materna, de acuerdo al Ministerio de Salud y la ley 30021, no deberían contener azúcares (sacarosa) añadidos, pues ellos contribuyen a la obesidad infantil y del adulto, con las consiguientes enfermedades crónicas como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares que, por su carácter epidémico, ya son el más importante componente epidemiológico de la salud pública en el país”, indicó en un comunicado el CMP.
Derecho a estar informado
Sin embargo, esto no recaería únicamente en un factor nutricional, sino también legal. Infobae se comunicó con el abogado Jaime Delgado, excongresista y autor de la Ley N°30021, Ley de Alimentación Saludable, quien informó que las personas que adquieren estos productos deben percibir claramente las indicaciones del producto, tales como los niveles de insumos especiales como azúcares, sodio y demás.
“Las etiquetas que contienen los valores nutricionales no siempre son entendibles. Tienen lenguaje confuso y nombres técnicos. Ni siquiera ponen la palabra ‘azúcar’ sino mil nombres para camuflarlo. Esto hace que los padres no estén completamente informados. Con la Ley de Alimentación Saludable simplificamos el lenguaje con una advertencia que dice ‘alto en azúcar’ y un sello en fondo negro con letras blancas. Eso ha motivado a muchas personas a que las personas sean conscientes de las cantidades de azúcar que consumen”, declaró a este medio.
El especialista afirmó que los laboratorios han iniciado una fuerte campaña para impulsar a las madres y padres a comprar estos productos para alimentar a sus hijos, por lo que corresponde que tengan conocimiento de qué componentes les están brindando.
“La lactancia materna tiene que ser exclusiva los primeros seis meses. No se les puede dar ningún tipo de fórmula a los bebés porque se les causa un daño y los padres se los dan porque no son conscientes de los altos niveles de azucar que tienen estos productos. Las fórmulas tienen más azúcares que las gaseosas, hay estudios que así lo determinan”, advirtió.
El azúcar y las enfermedades
Debido a condiciones médicas, algunos bebés no pueden acudir a la leche materna para su alimentación, por lo que deben optar por las llamadas “fórmulas”. Sin embargo, estas contendrían excesivas cantidades de azúcares que son consumidos por menores de hasta días de nacidos. Para la nutricionista Giuliana Saldarriaga, el consumo de estos alimentos puede generar enfermedades como diabetes a temprana edad.
“La azúcar genera adicción al niño porque se acostumbra a tener esas dosis altas de azúcar. Eso significa que va a querer consumir más y la alta ingesta de esas fórmulas puede hacer que aparezcan diferentes tipos de enfermedades como diabetes, hígado graso o colesterol elevado. Y esto cada vez aumenta más en los índices de enfermedades en los más pequeños”, dijo.
Usualmente, los menores que consumen fórmulas están reemplazando la leche materna. Por ello, el consumo de estos productos es constante y representa un alto porcentaje de azúcares en el día. Estas altas dosis podrían desencadenar en un sobrepreso u obesidad que den pie a más enfermedades como del tipo cardiovascular.
“Hay que tener bastante cuidado si hablamos de los niños. En el caso de su alimentación hay que priorizar la lactancia materna exclusiva y si hay que acudir a una fórmula, primer se debe consultar con su pediatra tratante y con su nutricionista especial. También debemos tomarnos el tiempo de revisar el etiquetado, porque sus componentes pueden impactar en la salud de nuestros hijos a lo largo de su vida”, finalizó.