¿Cuál es el perfil del feminicida en el Perú y dónde inicia la violencia de género?

Un estudio del Observatorio Nacional de Política Criminal considera las respuestas de un número importante de hombres condenados y en cárcel por feminicidio en el Perú. Dialogamos con la investigadora Josefina Miro Quesada al respecto.

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La educación superior no se
La educación superior no se relaciona con menores niveles de feminicidio. (Andina)

“No serás mía ni de nadie” fue una de las últimas cosas que Alex Ever Quesada Tello (de 26 años) le dijo a Mirley Yhajaira Urcia Flores (32 años) antes de golpearla, arrastrarla por la pista y arrojarle una roca de gran tamaño en la cabeza hasta matarla. Pese a que el hecho fue grabado y que por el lugar transitaron algunas personas, nadie se atrevió a detenerlo.

El hecho ocurrió el lunes 22 de mayo en horas de la madrugada en Cajamarca, pero no es la única vez que, en los últimos años, se registra un feminicidio en plena vía pública. En 2018 Eyvi Ágreda (de 22 años) murió tras ser quemada en un bus en Miraflores por Carlos Hualpa Vacas (de 35 años), quien indicó que ella no aceptaba entablar una relación. Algo similar ocurrió hace unas semanas, Sergio Tarache (de 22 años), roció gasolina y le prendió fuego a Katherine Gómez de 18 años tras terminar una relación.

Según cifras del ministerio de la Mujer, hasta inicios de mayo se han registrado 58 feminicidios en el país en los primeros meses de 2023; es decir, cada dos días matan a una mujer en el Perú por motivos de género. ¿Pero cuál es el factor en común que comparten los feminicidas? ¿Se puede hablar de un perfil del feminicida en el país?

 Sergio Tarache (de 22
Sergio Tarache (de 22 años), roció gasolina y le prendió fuego a Katherine Gómez de 18 años tras terminar una relación. Foto: Composición Infobae

Feminicidas en el Perú

En 2019, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos presentó un estudio sobre feminicidio en el Perú realizado por el Observatorio Nacional de Política Criminal (INDAGA). El documento “Víctimas y victimarios del feminicidio: un estudio desde los perpetradores del delito” considera las respuestas de un número importante de hombres condenados y en cárcel por feminicidio en el Perú.

Entre los hallazgos se destaca que:

- La educación superior no se relaciona con menores niveles de feminicidio. Un grupo importante de perpetradores tiene educación universitaria o técnica (27%), mientras que el 62.6% tiene educación secundaria y solo el 10% tiene educación primaria.

- El 60% de los encuestados informó haber sido agredido por uno de sus padres, siendo la madre la figura familiar más recurrente en los episodios de maltrato.

- Los internos por feminicidio no tienen antecedentes penales ni relación con pares antisociales en la mayoría de los casos. El 97% no tenía antecedentes en Centros Juveniles o Establecimientos Penitenciarios antes de cometer el feminicidio.

- La mayoría de los encuestados no tenía problemas laborales ni económicos y mantenía buenas relaciones con sus compañeros de trabajo. El “estresor trabajo” no parece ser un factor relevante para la comisión del feminicidio. El 97% tenía empleo antes de ingresar al Establecimiento Penitenciario.

Katherine Gomez y Eyvi Agreda.
Katherine Gomez y Eyvi Agreda. Al menos 6 mujeres fueron quemadas vivas por un hombre en los últimos años.

- El 30% de los entrevistados expresó que les gustaría casarse con la misma persona a la que le quitaron la vida, lo que podría indicar una distorsión cognitiva sobre la relación de pareja en un grupo de perpetradores.

- Se encontró que el 25.3% de las personas recluidas por feminicidio tuvo ideas suicidas antes de cometer el delito.

- El 41% de los internos por feminicidio informó haber peleado con su pareja antes de cometer el delito.

- El 59% de los feminicidios ocurrieron durante las fases de conflicto, inestabilidad, alejamiento y separación, es decir, en una fase de ruptura de la relación.

- En cuanto a la participación de la familia en los conflictos y su papel protector contra la violencia, se observó que tanto la familia del perpetrador como la de la víctima no intervinieron para detener las peleas de pareja en un 76.1% y 62%, respectivamente.

- La mayoría de los internos manifestó sentimientos de arrepentimiento (90%) y valora el perdón de sus familiares, mostrando conformidad con su sentencia.

“No se puede afirmar que exista un perfil del feminicida”

Al respecto, conversamos con Josefina Miro Quesada Galloso, docente de la facultad de Derecho e investigadora de la Pontificia Universidad del Perú (PUCP), quien resaltó que el estudio de INDAGA tuvo como objetivo determinar algunas de las características de este grupo poblacional para poder identificar factores de riesgo y evitar posibles casos de feminicidio. Sin embargo, remarcó que no se puede hablar de un perfil de feminicida peruano.

“No se puede afirmar que existe un perfil del feminicida. Lo que sí podemos identificar es que hay ciertos patrones en la experiencia que han tenido personas que han cometido feminicidios que lo hacen más propenso a desplegar un tipo de violencia letal”, dijo.

“Hay factores de riesgos que se acumulan y que son caldo de cultivo para ejercer una violencia que puede llegar a matar”, añadió.

Feminicidio en el Perú asciende
Feminicidio en el Perú asciende a 58. Foto: Andina

¿Dónde inicia la violencia de género?

Por otro lado, con respecto a la no intervención de la familia en las peleas de la pareja que se convirtieron en casos de feminicidios (76.1% hombres y 62% mujeres) Miro Quesada Galloso señaló que no se trata de actos de complicidad, sino de un contexto que comparten varios países con altos índices de tolerancia hacia la violencia y que normalizan estos casos.

“La familia son un espacio particularmente criminógeno para los roles de género, donde están bien asentados y rígidos: cómo debe comportarse una mujer, cómo debe comportarse el varón con actitud dominante y controladora”, explicó.

“Como la familia se construyen bajo ese lente termina siendo un espacio particularmente proclive para el despliegue de estas violencias”, indicó y agregó que el feminicidio es el último eslabón de una cadena amplia de violencia de género que inicia principalmente en el espacio doméstico.

“Que una mujer decida desafiar la autoridad del varón, no mantener relaciones sexuales con el varón o romper con una relación sentimental, eso desestructura los roles de género y tiene como resultado la violencia como una forma de disciplina, como una forma de castigo para corregir ese ‘desequilibrio’ que ha habido en esos roles de género”, concluyó.

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