Cuando la Policía ingresó a la vivienda del fundo San Carlos Bajo, ubicada en Pachacámac, tras el llamado de la empleada de la casa, encontró una escena que parecía sacada de una película de mafias: cuerpos regados en la sala con múltiples impactos de bala y sangre por todos lados. Por la forma en la que estaban tirados los cuerpos se cree que los presuntos sicarios tenían la intención de dejar un mensaje claro e intimidante.
Los hechos ocurrieron la madrugada del viernes. Tres de las cuatro víctimas fueron identificadas como James Andrés Palomino Vega, Camilo Junior Torres Huayhuata y Luis Miguel Arrece Quispe. Ellos habrían tenido un reunión de amigos cuando fueron soprendidos por los asesinos.
El certificado de necropsia indica que las cuatro víctimas presentan heridas “perforo-contusas en la cabeza” o impactos de bala.
Sin embargo, quien habría llevado la peor parte fue Luis Miguel Arrece Quispe ya que presentaba “múltiples heridas perforantes y penetrantes en cabeza, tórax, abdomen, miembros superiores e inferiores por proyectiles de arma de fuego”.
Una testigo y antecedentes de las víctimas
El múltiple asesinato fue reportado aproximadamente cinco horas después de ocurrido el crimen por la empleada de la casa, Milagros G. S., quien se había permanecido todo ese tiempo escondida en un almacén de la vivienda para ocultarse de los asesinos.
Las primeras informaciones indican que habrían sido dos sicarios quienes realizaron la matanza en Pachacamac y hay varias hipótesis sobre el móvil del atentado, pero por ahora esa información es reservada.
“Todo parece indicar que los autores serían sicarios extranjeros ligados a una mafia de tráfico ilícito de drogas”, mencionó un representante de la Policía, según recoje el diario La República.
Sin embargo, se conoce que, en sistema policial, James Andrés Palomino Vega registra una denuncia por hurto agravado en 2014 y una requisitoria en 2010; en tanco, Camilo Junior Torres Huayhuata contaba con denuncias por tenencia ilegal de armas en un caso por tráfico de terreno ocurrido en Santa Anita en el 2013.
Sicariato en aumento
En los últimos meses, los asesinatos en Lima Metropolitana parecen ser una realidad constante. Casi todos los días nos despertamos con noticias sobre algún homicidio en la capital. Según los datos proporcionados por la Policía Nacional del Perú, la mayoría de estos casos son crímenes de sicariato o asesinatos por encargo.
Según un informe publicado por el diario La República, las cifras revelan que en el año 2022 se registraron 700 homicidios por arma de fuego o arma blanca en la capital. De estos casos, 367 fueron crímenes por encargo o sicariato, lo que representa un incremento significativo del 52,42%.
En 2023, la tendencia sigue al alza. Durante los meses de enero a abril de este año, se han contabilizado 220 homicidios por arma de fuego y arma blanca. De estos, 118 casos fueron asesinatos por sicariato, es decir, más del 53,63%. Estas cifras indican que es probable que los homicidios por encargo superen los ocurridos en 2022 al finalizar el año.
Distritos con más homicidio y sicariato
Estos son los distritos de Lima que han presentado más casos de homicidio por arma de fuego y blanca entre enero y diciembre de 2022:
- San Juan de Lurigancho 138
- San Martín de Porres 80
- Ate 59
- Comas 54
- Cercado de Lima 36
- Los Olivos 34
- El Agustino 31
- San Juan de Miraflores 24
- Villa María del Triunfo 23
- La Victoria 20
- Pachacámac 20
- Villa El Salvador 20
- Independencia 17
- Puente Piedra 16
- Carabayllo 16
- Santa Anita 15
- Chorrillos 13
- Otros distritos menos de 10
Estos son los distritos de la capital que han presentado más casos de sicariato entre enero y abril de 2023:
- Ate 20
- San Juan de Lurigancho 19
- Villa María del Triunfo 12
- Puente Piedra 9
- San Martín de Porres 8
- San Juan de Miraflores 8
- Comas 7
- San Miguel 7
- Pachacámac 4
- El Agustino 3
- Los Olivos 3
- Rímac 3
- Independencia 2
- La Victoria 2
- Lurín 2
- Villa El Salvador 2
- Otros distritos 1