Julio Gagó, el regidor metropolitano que se libró de ser suspendido, respondió este viernes a las declaraciones del alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, quien consideró que “sí hubo tráfico de influencias” en el caso que lo implica, después de una supuesta exigencia a un comerciante del Mercado Mayorista de Lima para que done alimentos a cambio de una reunión con el burgomaestre.
“No estoy de acuerdo [con lo dicho por López Aliaga] ¿Quién es él?, ¿es jefe o juez? [...] No ha habido ningún condicionamiento, en ningún momento”, señaló el exlegislador de Fuerza Popular, quien enfrenta un proceso iniciado por una comisión investigadora de la Municipalidad de Lima.
En abril pasado, Gagó llevó donaciones a la Quebrada de Villa María del Triunfo, una de las zonas más empobrecidas de Lima, sin informar que los productos —papas, tomates, pimientos, cebollas, coles, limones, ajíes amarillos— habían sido entregados previamente por un mayorista al que se los solicitó, según un informe difundido por Wayka.
El concejal publicó la entrega en su cuenta de Facebook, aunque indicó que fue organizada con “la colaboración de emprendedores como él, que unieron esfuerzos para contribuir solidariamente con los de bajos recursos”. Sin embargo, detrás de esa donación habría un ofrecimiento para una cita con el alcalde limeño.
“[Organizamos] la reunión con todos tus puntos, primero hacemos la reunión con el Sr. Antonio, con todos los puntos de la agenda. [...] El alcalde no se va a reunir así nomás si no han tocado todos los puntos con Antonio”, se le oye decir a Gagó en un audio publicado por el portal en el que menciona al actual gerente general de Empresa Municipal de Mercados (EMMSA), Antonio Rodríguez.
La Procuraduría General del Estado y la Procuraduría Municipal han abierto una investigación por este supuesto ilícito y la legisladora Sigrid Bazán envió un oficio al alcalde de Lima para que informe sobre las medidas contra el implicado.
Entre las funciones de un regidor, según el Concejo Municipal, está proponer proyectos y ordenanzas, formular pedidos y mociones del día, asumir por delegación del alcalde o mantener comunicación con las organizaciones sociales.
“El Consejo Municipal puede decir lo que quiera. La ley orgánica de municipalidades lo permite. Si la comisión dice que he cometido una falta, que me sancione”, continuó el regidor en una entrevista con Al Estilo Juliana.
Por la mañana, López Aliaga había señalado que, bajo su óptima, este caso sí calza como tráfico de influencias. “Soy muy ligado a él, soy padrino de él, ha sido mi jefe de campaña. Debo seguir mis principios, corrupción y tráfico de influencias no se pueden avalar, seas quien seas”, declaró.
Gagó ha desestimado estas expresiones y se desligó del partido que lo llevó a la comuna: “A mí no me importa lo que diga ese señor, a mí lo que me importa es lo que diga el pueblo. No he conversado con él, hasta el día de hoy no me responde”, dijo en el programa de ATV.
Más temprano, el concejal irrumpió en la sesión que evaluaba su suspensión y recriminó al burgomaestre entre gritos. “Tome asiento”, se limitó a decir el líder de Renovación Popular. Otros regidores vociferaron en la sala.
Finalmente, no se obtuvieron los 24 votos requeridos para su inhabilitación, aunque se aprobó la creación de una comisión investigadora encargada del caso, presidida por Majo Marcet.