El hallazgo de los cuerpos sin vida de dos mujeres ha dejado atónitos a vecinos de la localidad de Collique del distrito de Comas quienes dieron parte de a la Policía Nacional de Perú (PNP) sobre este hecho. Según las versiones de los habitantes de la novena zona de este distrito, las féminas habrían fallecido producto de impactos de bala.
Testigos aseguraron en Canal N haber escuchado disparos alrededor de las 05 horas de la madrugada de este viernes 26 de mayo. Tras acabar con la vida de ambas, el o los responsables arrojaron los cuerpos en las vías de Pasamayito, en el límite entre Comas y San Juan de Lurigancho.
En presencia de agentes del Ministerio Público y peritos de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), los efectivos policiales de la División de Emergencia (Diveme) de la PNP tardaron tres horas para recoger los restos de las víctimas, debido a la dificultad de la pendiente del precipicio donde se hallaban éstos. Luego, se dispuso el traslado a la Morgue Central de Lima donde se investiga la identidad de éstas personas.
Cabe mencionar que, la PNP presume que se trataría de dos mujeres de nacionalidad venezolana y el móvil de estos asesinatos se habría tratado de un ajuste de cuentas.
Asesinatos contra venezolanos en Perú
En nuestro país, varios ciudadanos venezolanos, entre hombres y mujeres, perdieron la vida a manos de sicarios. En la mayoría de los casos, las muertes provocadas con crueldad obedece a un tipo de venganza de distintas mafias que se dedican al cobro de cupos u extorsión.
Hace unas semanas, se conoció de la muerte de un joven en el distrito de Puente Piedra quien fue impactado por varios disparos de bala contra su cuerpo y frente a un grupo de niños.
Edwar José la Rosa Díaz, de tan solo 22 años, fue reconocido como la víctima. Según sus seres queridos, aproximadamente a las 21:40 horas del martes 25 de abril, recibió una llamada de origen desconocido que lo llevó a abandonar su hogar.
Afuera de la vivienda donde habitaba junto a su familia, en la pista, un grupo de personas jugaba fútbol mientras que otro grupo de niños estaba sentado en la vereda.
Un individuo con una gorra, de manera enigmática, aguardaba recostado junto a la puerta de la cual Edwar había salido. El sujeto observó cómo su víctima pasaba y, seguidamente, consultó su teléfono móvil, posiblemente para redactar algo o quizás para corroborar la identidad de la persona a la que debía eliminar.
A una corta distancia, el asesino extrajo un arma de su pantalón y disparó en cinco ocasiones. Los niños giraron su mirada hacia el suceso y presenciaron cómo Edwar yacía en el suelo de la acera, pero también fueron testigos de los dos disparos adicionales con los que el sicario acabó con la vida de su objetivo antes de escapar.
Según las autoridades policiales, el homicidio se habría llevado a cabo por un posible ajuste de cuentas. No obstante, los familiares de la víctima afirmaron categóricamente que él se dedicaba al comercio ambulante.
Los residentes de la zona mencionaron que creían que el sicario aguardaba la llegada de algún amigo o pariente del edificio residencial. También afirmaron que el agresor habría tomado el teléfono celular de la víctima, posiblemente con el propósito de encubrir el origen de la llamada que, supuestamente, fue realizada por los mismos asesinos.
Según informó el canal de noticias ATV, un familiar de la víctima reveló en una entrevista fuera de cámara que Edwar había estado recibiendo amenazas relacionadas con extorsiones debido a su presunta participación en el sector de la construcción civil.