Esta semana, una foto desde el interior del cementerio Baquíjano y Carrillo del Callao se convirtió en viral y llamó la atención de varios medios. Allí se puede ver una edificación a medio terminar que aparentemente había sido construida sobre las torres de nichos del camposanto.
Sin embargo, la imagen no refleja la verdadera situación en este histórico lugar, y todo se trataría de un efecto visual. El periodista Rob Reyna en Twitter se dio una vuelta por el lugar y pudo constatar la realidad de esta supuesta casa construida sobre tumbas. “Entramos al Cementerio para recorrer sus pasillos, y no solo notamos que no está construida encima de los nichos”, indica.
Como muestra con videos que grabó, se trata de construcciones colindantes al Baquíjano y Carrillo; es decir, están fuera del terreno del cementerio, pero por el ángulo parece que están sobre los nichos. De hecho, explica que la construcción que aparece en el viral no es la única casa que sobresale.
“Pude conversar con algunos vecinos de la zona, que señalaron que estas casas están construidas hace años, y que les incomoda que por un vídeo de TikTok empiecen a decir que están invadiendo un camposanto”, indica Reyna.
Ciertamente, en las imágenes de Google Maps se puede ver el pasaje Aguilar, calle que se ubica a la espalda del cementerio. Allí se puede ver la edificación que colinda con el camposanto.
Cementerio histórico
El Cementerio Camposanto Baquíjano y Carrillo se encuentra en la avenida Óscar R. Benavides, anteriormente conocida como Avenida Colonial, en el Callao. En este lugar descansan más de 120,000 personas, en su mayoría residentes del Callao. Sin embargo, lo más destacado son los mausoleos elegantes y costosos que allí se encuentran. Estos mausoleos reciben homenajes en fechas especiales debido a que albergan los restos de personas importantes tanto de la provincia del Callao como del Perú.
En los primeros años de la República, se cuenta que los habitantes del Callao solían enterrar a sus seres queridos en huacas cercanas, especialmente en una ubicada cerca del popular barrio de Chacaritas. Sin embargo, estas huacas estaban cerca de antiguos pantanos de la provincia, que solían estar llenos de agua y se convertían en focos potenciales de infección, lo que representaba un problema que necesitaba ser solucionado.
La epidemia de fiebre amarilla fue el factor decisivo para tomar una importante determinación histórica: construir uno de los cementerios más modernos en uno de los caminos hacia Lima. Bajo la dirección de Gregorio Hurtado, quien estaba a cargo de la Beneficencia del Callao, se decidió en 1858 utilizar un terreno que pertenecía a Ignacia Ramírez de Arellano para construir el cementerio.
La construcción comenzó el 24 de octubre de 1859 y, con la presencia del presidente del Perú, el mariscal Ramón Castilla, la obra fue inaugurada el 12 de diciembre de 1861, naciendo así el Cementerio General de Baquíjano. En su primer año, se realizaron aproximadamente 12,000 entierros, la mayoría de ellos víctimas de la fiebre amarilla.
El nombre del cementerio rinde homenaje a José Baquíjano y Carrillo (1751-1817), ilustre abogado de la Real Audiencia de Lima. Baquíjano y Carrillo es conocido por su discurso titulado “Homenaje o elogio al Virrey de Jáuregui”, en el cual criticaba las reformas e impuestos que oprimían a los criollos e indígenas. Como consecuencia de este discurso, sufrió severas sanciones y fue excluido de cualquier cargo o administración colonial. En 1790, fundó la Sociedad Académica Amantes del País, de la cual llegó a ser su primer presidente. Se destacó por su gran generosidad hacia jóvenes talentosos sin recursos económicos y fue un ferviente defensor de los criollos e indígenas.