El mundo conoce el legado de la cultura mochica gracias al trabajo de Walter Alva, el hombre que descubrió las tumbas reales del Señor de Sipán. Sin embargo, el arqueólogo que durante décadas apostó por la preservación y visibilización de los restos arqueológicos, tan solo percibe 850 soles como pensión por años de servicio al Estado peruano. A pesar de los problemas de salud que aqueja, Alva dice mantener el deseo de seguir aportando a la herencia cultural.
En conversación con La República, el arqueólogo señaló que está a la espera de la respuesta del Ministerio de Cultura sobre una posible contratación para solucionar su situación económica. “Todos conocemos la triste realidad de los jubilados en el Perú (...) Llegas a los 70 años con toda una gran experiencia de vida y muchos proyectos que terminan el día de tu cumpleaños como si te quitaran la brújula y el timón … y pasas a ser un lastre”, indicó.
Alva asegura que en el antiguo Perú se valoraba la experiencia y sabiduría de los viejos y recordó que en otras culturas el Consejo de ancianos era el encargado de resolver los temas estatales más complicados. “La mejor manera de brindarles respeto (a los ancianos) es que tengan una mínima calidad de vida. Evidentemente, en nuestro país las pensiones de jubilación no tendrían por qué estar debajo del sueldo mínimo vital”, agregó.
La depresión es una de las consecuencias del maltrato a las personas de tercera edad, según Alva. Este espera que, al igual que en otros países, los jubilados que todavía puedan aportar al país sean reclutados para realizar actividades de voluntariados en el área educativa y cultural, así como asesorías a instituciones y empresas en las que han trabajado. “Las nuevas generaciones deben entender que llegarán a esta situación”, recalcó.
Nueva publicación
Junto a su esposa e hijo mayor, Walter Alva viene trabajando en una nueva publicación sobre los mochicas. Esta ha sido escrita en un lenguaje que pueda ser comprendido por la mayoría del público para contar con una “visión actualizada de este extraordinario pueblo que supo vencer el desierto y crear las maravillosas obras de arte que conocemos, su compleja estructura sociopolítica y pensamiento religioso”.
“No soy pitoniso, ni sacerdote mochica, pero puedo asegurar que apenas supere este impase de salud continuaré trabajando en la preparación de varias publicaciones pendientes. El arqueólogo tiene la " idea de presentar en varios tomos todo el material arqueológico recuperado en las tumbas reales de Sipán, su análisis e interpretaciones. Otro trabajo pendiente es ‘Arqueología del valle de Zaña’”, dijo a La República.
Las memorias de Walter Alva también integran la lista de publicaciones pendientes. “Escribir mis memorias para que quede un testimonio de vida y una crónica de los tiempos que me tocaron vivir. Volviendo a lo de pitoniso o sacerdote, dejo en suspenso nuevos descubrimientos”, agregó el arqueólogo que acaba de superar una de sus crisis de salud más severas. Este salió de UCI el pasado 18 de mayo.
La ministra de Cultura, Leslie Urteaga, ha confirmado que el Alva experimentó un deterioro en su estado de salud debido a una caída. Sin embargo, se informó que su condición se encuentra estable y está siendo monitoreado de manera constante. Los familiares de Alva han señalado que la pensión de jubilación resultaba insuficiente para cubrir los gastos básicos de subsistencia, situación que se había agravado recientemente debido a múltiples problemas de salud.