En marzo del 2020, la vida de los peruanos, y de millones de ciudadanos en todo el mundo, cambió drásticamente cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó el inicio de la pandemia por COVID-19. Nadie estaba preparado para lo que iba a suceder en las siguientes semanas.
Colas interminables para obtener una cama UCI, hallar oxígeno y establecimientos para la recarga de los balones, así como el reto para las autoridades para contener lo que estaba sucediendo en medio de los “remedios caseros” que causaba más daños que alivios.
La ola de fallecimientos alarmaba al país. Muchas familias no pudieron despedirse de sus seres queridos, a quienes solo vieron ingresar al hospital en una camilla. Este panorama negativo dio señales de esperanza con la disminución de los casos y la llegada de vacunas al Perú.
Para que este suceso que marcó la historia del mundo no se pierda en las páginas de los diarios o en los sitios web, nuestro país creó una “capsula del tiempo” para que las futuras generaciones conozcan qué fue lo que ocurrió, las historias de los peruanos que se adaptaron a la nueva normalidad, y el entusiasmo por tomar retomar el rumbo de sus vidas.
La Semilla del Tiempo del Bicentenario
Creada a partir de un cántaro inca-chimú, de la colección del Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú, la Semilla del Tiempo del Bicentenario alberga una cápsula de 1.60 metros de altura y 1.20 metros de diámetro, con el propósito de preservar objetos para que los peruanos y peruanas puedan verlos en el año 2121.
Se entiende como un contenedor hermético diseñado para proteger mensajes y objetos actuales, destinados a ser descubiertos por las generaciones venideras de peruanos. No obstante, su objetivo trasciende más allá. La Semilla del Tiempo del Bicentenario busca establecer lazos a través del tiempo y promover un diálogo entre el presente y el futuro.
¿Por qué se le denomina semilla? Este término se le ha acuñado porque representa la vida y, por ende, la esperanza. Además, simboliza la resistencia de los peruanos y peruanas durante los primeros momentos difíciles que se vivieron al inicio de la pandemia.
Su propósito principal es establecer conexiones a través del tiempo. A diferencia de una semilla, esta no será sembrada en tierra, sino estará a la vista de todos en el distrito de Pueblo Libre. Permanecerá allí durante 100 años y, en este tiempo, podrá ser visitada por todos.
Está cubierta con acero inoxidable de tipo 316. Este material ha sido seleccionado debido a sus características especiales. Proporciona una mayor resistencia a la corrosión en general, aumenta la durabilidad frente a la corrosión y ofrece una mayor protección a altas temperaturas. Su fabricación recayó en los Servicios Industriales de la Marina del Perú.
¿Qué hay al interior de la “capsula del tiempo”?
Gracias a los aportes de ciudadanos e instituciones, se logró almacenar elementos importantes que permitirá recordar la época más complicada del COVID-19, y cómo cambió radicalmente la vida de todos los peruanos.
Los objetos y mensajes que se incluyeron en la Semilla del Tiempo del Bicentenario fueron seleccionados a partir de una variedad de temas de interés. Estos abarcan valores ciudadanos, interculturalidad, inclusión y diversidad, diversidad natural, equidad de género, pandemia, creaciones literarias, ciencias sociales y humanas, expresiones artísticas, deporte y salud, ciencia y tecnología.
Su propósito es que las generaciones futuras en Perú no solo adquieran un mayor conocimiento sobre nuestra época, sino que también encuentren similitudes entre su realidad y los elementos que descubran en su interior.
¿Dónde está la Semilla del Tiempo del Bicentenario?
Se encuentra en el patio del Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú, ubicado en Plaza Bolívar s/n Pueblo Libre, Lima.
El horario de ingreso es de martes a domingo, de 9:00 a.m. a 7:30 p.m.; y los lunes de 12:00 p.m. a 7:30 p.m. El ingreso es libre.