Fue parte de la realeza de la cultura chicha. Su voz peculiar conquistó a un país que vivía en medio de la migración interna y el descubrimiento de nuevas formas de expresarse. La música se convirtió en el vehículo para exponer problemáticas sociales, miedos, tragedias, y hasta componerle al amor.
En una época donde la mayoría de las mujeres subía a los escenarios solo para bailar, ya que las agrupaciones eran exclusivas para miembros masculinos, una adolescente de 17 años, de nombre Milagros Soto, logró lo que pocas, ser una abanderada de la música tropical, abriendo paso a nuevas intérpretes.
Bajo el seudónimo de Princesita Mily, encontró una oportunidad de mostrar su talento junto a Pintura Roja, donde conoció a una de las personas que marcarían su vida, Johnny Orosco, quien fue su compañero de giras y que luego probaría suerte en solitario junto a su proyecto Grupo Néctar.
El programa Reporte Semanal se contactó con Milagros hace más de 10 años, para dar a conocer su verdad sobre un supuesto romance que habría vivido con la voz de “El Arbolito”. Ante cámaras reveló que mantuvo un vínculo amoroso de cuatro años con la estrella de la cumbia.
Aunque para ella se trataba de una felicidad plena, todo se derrumbaría cuando descubrió que Orosco tenía una relación con Eva Atanacio, madre de Deyvis Orosco. Ella tomó una decisión importante, pese a que cargaba con un amor oculto de cuatro años, tiempo en el que nadie sospechaba de su romance, excepto las personas que estaban a su alrededor, según comentó al dominical.
Esa turbulencia la arrastró a una serie de cuestionamientos, sobre todo con su fe. “Estaba luchando entre dos amores, por Johnny y Dios. Estaba luchando entre esos dos amores. Uno de esos tenía que ganar. Si yo voy a seguir las cosas de la Iglesia, tengo que renunciar a otras. Esa renuncia me costaba demasiado”, explicó.
La misma Princesita Mily fue la que tomó la iniciativa de pedir perdón por esa relación amorosa que culminó y fue expuesta, conociéndose solo su versión, ya que Orosco falleció en un accidente de tránsito en Argentina.
“En lugar de hacerme un mal, me hizo un bien. Permitió que me acerque a Cristo. Nadie puede querer a dos personas a la vez”.
Para iniciar esta nueva etapa, siendo una predicadora de la palabra de Dios, buscó calma en el arrepentimiento. “Durante mucho tiempo me sentía culpable, y esperaba en que momento tendría que pedir perdón. Jhony Orosco ya forma parte de mi pasado. Ahora él es mi nuevo amor: Dios”.
La mujer con más éxitos en la música tropical, sentada cerca a la tumba del líder de Néctar, recuerda lo que sintió cuando compartió esos años con el cantante, incono de la cultura popular. “A veces creo que no tengo derecho de hablar, de estar aquí. Pero él fue parte de mi vida, y parte de mi vida también se queda aquí”.
El perdón de Deyvis
Cuando el programa de canal 2 se comunicó con el ‘Bomboncito de la cumbia’ para obtener sus impresiones del perdón de Milagros, este respondió lo siguiente: “A mi no me tiene que pedir perdón de nada. Yo no soy nadie para recibir el perdón de alguien. Si yo lo acepto, sería aceptar que pasó algo. A mi no me consta. Yo tengo el mejor de los recuerdos de mi padre y no voy a dejar que nadie manche el legado que él dejo”.
Añadió que sus padres tenían más de 15 años de amor sincero, y que no estaba al tanto de hechos ajenos a este, que deja entrever una presunta infidelidad.