El jueves pasado se discutió el informe final de la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales que recomendaba acusar y suspender a los congresistas Raúl Doroteo, Elvis Vergara, Jorge Flores y Darwin Espinoza (Acción Popular) -denominado también como el grupo de ‘Los niños’- por haber cometido los presuntos delitos de tráfico de influencias y organización criminal.
A pesar de las evidencias, el Pleno archivó las acusaciones contra los mencionados legisladores. Frente a esta cuestionable decisión, Infobae buscó a Mesías Guevara, excongresista y presidente de Acción Popular, quien critica el blindaje de sus correligionarios. Además, habla sobre las últimas designaciones del Parlamento como en el caso del defensor del Pueblo y la presidenta Dina Boluarte.
¿El blindaje a los congresistas -señalados como ‘Los Niños’- contribuye más a la deteriorada imagen de Acción Popular?
Esta decisión de los congresistas afecta, sin duda, al partido y también al Congreso. Ayer [el jueves] el Congreso ha dado una imagen de un proceso de complicidad, blindaje y componenda en la que ha existido una mutua aprobación. Recordemos que en otras bancadas también hay ‘mocha sueldos’ y denuncias de violencia contra las mujeres. No solo afecta a Acción Popular, sino a toda la democracia y al sistema de partidos políticos.
Doroteo, Vergara, Flores y Espinoza votaron contra el informe en el que se les acusaba de organización criminal. Por un tema de ética debieron inhibirse. ¿Cómo interpreta esta acción de sus correligionarios?
Buenos, si ellos simplemente no votaban, era suficiente porque no llegaban a la cantidad de votos que se requerían. Es decir, hasta en eso han perdido la personalidad y el sentido de las matemáticas. Para acusar a alguien se requieren de 87 votos y sin ellos tampoco se hubiese llegado.
¿Usted cree que hubo un espíritu de cuerpo en la bancada porque no solamente son cuatro parlamentarios investigados por el caso Los Niños, sino hay ocho más?
Lo que ha ocurrido es consolidar la frase que ya se conoce como ‘otorongo no come otorongo’. En este caso [de Los Niños] ha ocurrido y, como te reitero, no solamente a la bancada de Acción Popular, sino a todos. La verdad es que yo lamento la imagen del Congreso de la República porque, si bien es cierto, el caso de estos cuatro congresistas contribuye a que la bancada esté seriamente cuestionada.
En su momento señaló que la cédula parlamentaria de Acción Popular ya no debería llamarse así, sino ‘Traición Popular’.
No solamente por lo que ha ocurrido con este último evento, tanto del blindaje y el apoyo para elegir al defensor del Pueblo, sino con lo anteriormente respaldaron el secuestro del Tribunal Constitucional. Por otro lado, ellos también están dinamitando y petardeando el sistema electoral y apoyaron lo que es la antireforma de la educación atacando a la Sunedu. Con todo eso, ya configura que se han alejado del partido y han traicionado el legado del expresidente Fernando Belaúnde.
“Impacta de manera negativa en la imagen de Acción Popular. Incluso, ya habíamos hecho el esfuerzo de levantar la imagen que dejamos del Congreso anterior, encabezado por [Manuel] Merino, cuando nos pusieron el adjetivo de ‘golpistas’. Y ahora tenemos que hacer otro esfuerzo adicional para enfrentar este problema. Yo pienso que eso va durar entre cinco a diez años”, anotó Guevara.
Independientemente de la bancada, ¿cómo se encuentra la interna de su partido?
Tenemos problemas desde el 2017. No hemos sido capaces de levantar cabeza y ordenarnos porque existen unos apetitos personales increíbles. Ahora hay dos militantes que están pugnando por inscribirse ante el Jurado Nacional de Elecciones que son Edmundo del Aguila Morote y Julio Chávez Chong, quien fue alcalde de San Martín de Porres. En estos momentos está en curso un proceso electoral interno del cual saldrá un correligionario equis. Así tendremos tres militantes que pugnan por inscribirse ante el Jurado Nacional de Elecciones. ¿Eso por qué ocurre? Porque hay un grupo minoritario, pero con mucha habilidad, que logra infiltrarse en el comité electoral nacional.
Si existe este caos, ¿por qué no intercede usted, los excongresistas Víctor Andrés García Belaúnde o Yonhy Lescano, tomando en cuenta que son los dirigentes más representativos de Acción Popular en los últimos años?
Por lo menos, mi persona estoy muy apegado a los destinos ideológicos del partido, a la manera que Fernando Belaúnde Terry y Valentín Paniagua nos enseñaron a hacer política, en cambio la otra parte dice que lo hace de la boca, pero de la boca afuera porque tienen apetitos personales. Por ejemplo, ellos han apadrinado a gente que sin ser militantes puedan llegar al Congreso de la República, gente que sin larga data militante pudieron llegar a ser alcaldes a través de una mayoría dictatorial que en su momento lograron tener en el plenario que ahora nos pasa factura. Yo espero y aspiro que esta gente asuma su responsabilidad porque eso es alejarse de los principios de Acción Popular.
Defensor del Pueblo
El señor Josué Gutiérrez, nuevo defensor del Pueblo, ha salido a defenderse de los cuestionamientos. ¿Es un autogol más de este Congreso que cuenta con una popularidad tan baja?
El señor Josué Gutiérrez está seriamente cuestionado, pero hay que irnos mucho más allá. Lo que ha ocurrido con el defensor del Pueblo es la punta del iceberg porque el Congreso está respondiendo a intereses subalternos que algún día conoceremos. Entre ellos están desinstitucionalizando el país. Ya tomaron el Tribunal Constitucional, la Sunedu, la Defensoría Pueblo, y ahora están yendo por la Junta Nacional de Justicia y amedrentando de manera sistemática y permanente al sistema electoral. Por eso, debemos empezar a preocuparnos. Por otro lado, han rechazado las resoluciones judiciales que en su momento sacó el Poder Judicial por el proceso de postulación del defensor del Pueblo. Entonces, ahí ha existido otro punto en que se ha roto el equilibrio de poderes. Prácticamente, están cambiando el concepto de la Constitución. Estamos yendo de un régimen semipresidencialista a un parlamentarista. Ahí debemos defender la palabra clave que es institucionalidad que, simplemente, lo están dinamitando.
“El Congreso aprobó una ley de idoneidad para que de esa manera, según ellos, puedan llegar personas altamente calificadas a ser altos funcionarios como ministros y viceministros. Y, sin embargo, han terminado eligiendo a Josué Gutiérrez, quien al parecer no cuenta con los calificativos académicos para su actual cargo. Es decir, se contradicen”, refiere Guevara.
Al señor Gutiérrez le tocaría presidir la comisión que renueve la Junta Nacional de Justicia el próximo año. ¿Este personaje podría responder a los intereses del ‘fujicerronismo’ e influir e el proceso de selección de los nuevos magistrados de la JNJ?
Esperemos que no sea así porque trastocarían las funciones que tiene la Junta Nacional de Justicia. Ellos están abocados fundamentalmente al nombramiento y ratificación de los jueces y fiscales titulares. Tienen mucha responsabilidad a nivel nacional. De ahí ocurre que la Junta Nacional de Justicia puede hasta despedir o revocar a un juez o fiscal titular. Y, por supuesto, también está la ratificación y la designación. En ese sentido, es clave y esperamos que eso [influencia de Gutiérrez en el proceso de la JNJ] no ocurra. Que el señor Gutiérrez haga un trabajo de acuerdo a la ley orgánica y que haga cumplir lo que es la Defensoría del Pueblo.
Usted compartió el Congreso con el señor Gutiérrez del 2011 al 2016. ¿Cómo lo recuerda?
Lo recuerdo como un congresista operador, articulador, que siempre se movía entre las bancadas. También lo recuerdo como presidente de la Comisión de Presupuesto, donde también articulaba. Era un operador político y, por ello, ahora es defensor del Pueblo.
El poder del Congreso y Dina Boluarte
¿Qué tanto daño le podría causar a la democracia que el Congreso concentre tanto poder por encima de otras instituciones?
Es un peligro latente contra la democracia y la gobernabilidad. En estos momentos, la mediocridad reina en el Congreso. Hay que hidalgos que existen ciertas excepciones, pero esto no es la regla. En ese sentido, el Congreso se encuentra seriamente desprestigiado, no hay debate técnico, doctrinario ni ideológico, no hay propuestas porque ellos están pensando en el corto plazo y con intereses evidentemente personalistas, no tienen una visión de país y política de Estado.
Hasta ahora no escucho que estén desarrollando mesas de trabajo para sacar adelante temas importantes como la reactivación económica, el fomento de la agricultura, la educación o la salud, la transformación del Estado, el fortalecimiento de los planes científicos y tecnológicos. Por el contrario, el Congreso está tomando decisiones que afectan al país.
Un Congreso que manda y un Ejecutivo que obedece. Esto a propósito de este proyecto para que la presidenta Boluarte pueda gobernar de manera remota cuando quiera viajar al extranjero.
Muchos dicen que hay un pacto entre la presidenta Boluarte y el Congreso, pero no lo veo así porque ahí existe una sumisión. Es una sumisión que, incluso, es grosera en la que prácticamente está dirigiendo todo [el Congreso]. Recordemos que cuando hubo una conferencia de prensa por las incautaciones de la Fiscalía que hizo de un exsecretario de Fuerza Popular [Joaquín Ramírez], el ministro de Justicia [José Tello] se presentó en ese entonces y, a los pocos días, rodó su cabeza a pedido de una bancada parlamentaria. Ahí existe una sumisión y no un pacto.
¿Qué le parece el proyecto de una presidencia remota de Boluarte?
Bueno, desde el punto de vista tecnológico es posible, pero hay que ver el tema legal y político. Leía el dictamen de la Comisión de Constitución que aprobaba la iniciativa, pero la presidenta debía ir al Congreso a rendir cuentas de lo que iba hacer en el extranjero. Desde cuando un presidente de la República debe ir al Congreso a rendir cuentas. Eso lo puede hacer un ministro, pero no la presidenta de la República. Eso es un despropósito y ratifica, una vez más, lo que es el proceso dictatorial de este Congreso al manipular la Constitución de manera grosera.