El expresidente Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), quien enfrenta un pedido fiscal de 35 años de cárcel en el proceso que se le sigue por presunta corrupción vinculada con el caso Odebrecht, se reunió con el Papa Francisco en Roma antes de conceder un indulto humanitario a Alberto Fujimori, sentenciado a 25 años de prisión por delitos de corrupción y violaciones a los derechos humanos.
En una entrevista difundida este domingo por El Comercio, Kuczynski contó detalles de la conversación que mantuvo con el pontífice en la capital italiana antes de tomar esa controversial decisión que dividió opiniones y produjo masivas protestas en la víspera de Navidad de 2017.
“Fui a Roma a invitar al Papa a venir al Perú, y le hablé de Fujimori. Y me dijo: ‘soltalo, che’. Y esas palabras, bueno, me animaron”, declaró. Al menos 5.000 manifestantes recorrieron las principales calles en Lima en dirección al Palacio de Justicia con pancartas en contra del indulto y fotos de las víctimas de los abusos cometidos durante el régimen fujimorista.
“Antes de dar el indulto, consulté a varias personas y me dijeron: mira, es un buen momento para hacerlo. Me equivoqué. Hubiera sido mejor esperar un mes”, admitió.
Los políticos de oposición señalaron entonces que el perdón fue producto de una negociación política, pues tres días antes Kuczynski había eludido una destitución en el Congreso con el respaldo de Kenji Fujimori, hijo del exdictador, a quien acusaron de comprar votos para evitar la vacancia.
Según Reuters, hubo reuniones entre mediadores de ambos lados para definir el camino de la gracia, y al menos media docena de visitas al patriarca en el penal de Barbadillo como parte de las coordinaciones. Sin embargo, PPK negó cualquier pacto detrás del indulto, al que se había opuesto la lideresa de Fuerza Popular, Keiko, con el argumento de que su padre era inocente y debería ser liberado sin mediación del gobierno.
Kuczynski vuelve a hablar sobre el tema siete años después, cuando ha sido acusado del delito de lavado de activos con agravante de organización criminal. El detalle sobre su cita con Jorge Bergoglio es inédito.
En enero de 2018, el Papa concluyó su sexta gira por Latinoamérica con una visita al Perú y, al despedirlo, PPK intentó besar el anillo papal, aunque fue evadido ante cámaras. “Yo debí esperar a que terminara la visita del Papa para que pareciera que él es el que estaba detrás de esto [de la gracia presidencial]”, mencionó al analizar su decisión.
En marzo de ese mismo año, renunciaría en medio de acusaciones de sobornos y corrupción, y siete meses después, en octubre, el Juzgado Supremo de Investigación Preparatoria de la Corte Suprema anularía el indulto a Fujimori al considerar que carecía de efectos jurídicos. Además, ordenó su búsqueda y captura para que volviera a prisión.
Pasaron tres años para que, en 2021, la exfiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, denunciara a Kuczynski por tráfico de influencias agravado y cohecho pasivo propio a raíz del perdón.
La acusación también salpicó al menor de los hijos de Fujimori, quien habría “prometido beneficio o ventaja” para que el expresidente firmara la autorización, una “promesa” presuntamente elaborada “con el objetivo de que el más alto funcionario del país omita actos en violación de sus obligaciones”, según el documento.
Recientemente, Kuczynski ha señalado que la Fiscalía quiere condenarlo “a muerte” al solicitar 35 años de cárcel en su contra, y que los señalamientos “son completamente falsos”. También se ha referido a un testimonio dado por Alejandro Toledo, su exministro, desde Barbadillo.
”El expresidente Toledo ha insinuado que yo habría organizado una reunión protocolaria entre él y Marcelo Odebrecht (el entonces dueño de la firma) y que esto fue coordinado por el Ministerio de Economía y Finanzas y la secretaría general de Palacio, eso ocurrió hace 20 años y no lo voy a discutir”, afirmó en RPP.
PPK aseguró, finalmente, que la Fiscalía anticorrupción puede investigar “todo lo que quiera”, pero que “no tiene derecho a eliminar, a aniquilar gente, eso ya lo hizo con Alan García, a quien acusó de dar una conferencia que posiblemente fue financiada por Odebrecht, y lo llevaron a su muerte, eso hicieron”.