El último jueves la presidenta de la República, Dina Boluarte, afirmó que el país ha logrado restablecer su estabilidad y calma, lo cual se ha reflejado en la recuperación de la economía y en la renovada confianza de los inversionistas.
Sin embargo, el Banco Central de Reserva (BCR) del Perú difiere a lo afirmado por la jefa de Estado, debido a que la inversión privada se contrajo significativamente en los primeros tres meses del año por la menor confianza empresarial y falta de nuevos proyectos mineros.
En ese sentido, de acuerdo al BCR, la inversión privada descendió en 12% durante el primer trimestre de 2023 tanto por la contracción en términos reales de la inversión minera (-23.2%), como por la caída de la inversión proveniente de otros sectores (-11%).
Este resultado se atribuye a paralizaciones y menor confianza empresarial como consecuencia de los conflictos sociales, así como a la ausencia de nuevos megaproyectos mineros, según informó la entidad monetaria.
Según el Ministerio de Energía y Minas (Minem) informó que, entre enero a marzo, la inversión en el sector minero ascendió a USD 835 millones, monto inferior en USD 198 millones a lo registrado en el primer trimestre del año previo.
A pesar de ello, la caída interanual de la inversión minera se debió principalmente a desembolsos más bajos en planta beneficio, infraestructura y desarrollo y preparación. También este descenso responde a la ausencia del efecto de Quellaveco. Este proyecto minero entró en operación a finales del tercer trimestre de 2022.
Además, la autoridad monetaria señaló que la contracción de la inversión en los sectores no mineros se encuentra en línea con la caída del volumen de importaciones de bienes de capital (-10.7%) y del consumo interno de cemento (-15,4%).
Pobreza e inversión privada
Ante esta coyuntura, Alejandra Costa, curadora de Economía del Comité de Lectura, en su columna de opinión en El Comercio, sostuvo que la caída de la inversión privada en el primer trimestre hace difícil sentir esperanza por una posible reducción de la pobreza monetaria este año.
“(...) la caída de la inversión privada ha cumplido un año de constante caída trimestral. Esta cifra puede parecer un poco más lejana, pero debemos recordar que la inversión privada depende finalmente cuánto empleo se crea en el país, y por lo tanto, cuántas familias puede acceder a recursos suficientes para cubrir la canasta de consumo y salir de la pobreza”, enfatizó.
En tanto, Teo Crisólogo, analista de Instituto Peruano de Economía (IPE), indicó que a inicios de abril ya advertían de la caída de doble dígito de la inversión privada. “Alertamos justamente que estaría rumbo a registrar uno de sus peores trimestres de las últimas décadas”, añadió.
Impulsar la inversión privada
La caída de la inversión privada en el Perú lleva a reflexionar sobre cómo se puede activar este motor importante para la economía. En ese sentido, Ale Costa dijo que se requiere de estabilidad y predictibilidad, algo que ahora parece imposible.
“Necesitamos crear un ambiente propicio para la inversión privada y la creación de empleo, que esperemos algún día, la mayoría de los peruanos pueda irse a dormir con la tranquilidad de saber que comerán al día siguiente”, señaló la experta en temas económicos.
A poco más de cinco meses de gestión desde que asumió el sillón presidencial, el 7 de diciembre pasado, Dina Boluarte dijo que sus primeros meses de Gobierno se vieron marcados por las protestas sociales, en tanto que a partir de marzo y abril tuvo que enfrentar los desastres naturales por las lluvias e inundaciones en el norte del país, generados por el paso del ciclón Yaku y El Niño Costero.