El expresidente Alberto Fujimori fue hospitalizado de emergencia el último viernes después de declarar por las esterilizaciones forzadas cometidas durante su régimen, una diligencia a pedido de la Corte Suprema de Chile con miras a ampliar su extradición para ser eventualmente enjuiciado por este emblemático caso.
Según Latina Digital, el exdictador de 84 años, quien padece cáncer de lengua y presenta patologías cardíacas, pancreáticas y gástricas, fue ingresado al Hospital de Lima Este - Vitarte cerca de las 14:00 horas. Durante el interrogatorio previo, Fujimori había aparecido con una sonda nasal de oxigenoterapia y acompañado de su abogado, Elio Riera.
La última hospitalización del político ocurrió en febrero de este año, cuando fue derivado al nosocomio II de Vitarte por una “frecuencia cardiaca irregular” y quedó en observación, informó el Seguro Social (EsSalud).
En marzo y abril de 2022, y en marzo y octubre de 2021, Fujimori también fue internado de emergencia tras descompensarse por un mal cardíaco que lo aqueja. Su médico de cabecera, Alejandro Aguinaga, señaló que en algunos casos había requerido oxígeno.
Hasta el momento no ha habido pronunciamiento oficial de Keiko Fujimori, su hija mayor y lideresa de Fuerza Popular, ni del establecimiento médico. El exdictador cumple una condena de 25 años de cárcel en Barbadillo por las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992), donde un escuadrón de la muerte del Ejército asesinó a 25 personas en una supuesta operación antiterrorista.
Desde 2007, Fujimori ha padecido recurrentemente problemas respiratorios y neurológicos (parálisis facial), además de hipertensión. En su intervención ante el Poder Judicial, deslegitimó las denuncias de miles de mujeres pobres que fueron esterilizadas contra su voluntad y dijo que esa imputación “es totalmente falsa”, pues redujo las tasas de mortalidad materna e infantil.
Fujimori fue extraditado desde Chile en setiembre del 2007 por siete delitos ―dos sobre violaciones de derechos humanos y cinco por corrupción— que decantaron en su condena de 25 años de cárcel. Sin embargo, la causa por esterilizaciones forzadas no fue incluida en el pedido de extradición original. Solo podría enjuiciado por este caso si lo autoriza la Justicia chilena.
Al recluido exdictador se le imputa la ejecución de una política de control de natalidad sin consentimiento informado ni “consideración de una serie de factores como [...] una infraestructura adecuada, el personal médico especializado [...], lo cual devino en que se produjeran lesiones graves en una gran cantidad de mujeres”, según la resolución de Littman, titular del Juzgado Penal Supraprovincial Liquidador Transitorio.
Unas 300.000 peruanas, muchas de ellas quechuablantes, fueron sometidas a cirugías de ligadura de las trompas como parte del Programa Nacional de Salud Reproductiva y Planificación Familiar, que desplegó en sus últimos cuatro años en el poder.
Se trata de “crímenes de lesa humanidad y, por ende, no pueden prescribir. Las víctimas tienen derecho a verdad, justicia y reparaciones sin más dilaciones ni excusas”, ha remarcado Amnistía Internacional.
Sin embargo, al responder a la sala, Fujimori dijo que las esterilizaciones, por las cuales hubo víctimas mortales y lesiones graves, se hicieron “con los consentimientos informados, libre, voluntariamente y por escrito”.
“Entre ocho a nueve niños morían de 100 niños nacidos vivos, esa tasa había que reducirla a niveles más aceptables de menos de 35″, comentó sobre el plan ejecutado por brigadas de médicos y enfermeras en regiones andinas como Ayacucho, Apurímac y Huancavelica.
Además de este caso, la Fiscalía ha solicitado también a la Justicia de Chile la ampliación de la extradición del expresidente Fujimori para que sea juzgado por la venta de armas a la hoy disuelta guerrilla colombiana de las FARC en 1999.
El político fugó al país sureño en noviembre del 2005, a través de un vuelo con escala en México que partió desde Japón, donde se refugió por cinco años. Un juez chileno ordenó su detención y fue apresado en una habitación del hotel Marriot de Santiago. No opuso resistencia.
En enero de 2006, las autoridades sureñas recibieron doce cuadernillos para iniciar la entrega al Perú, un proceso que tardó, en rigor, 22 meses. En 2017, el expresidente Pedro Pablo Kuczynski le otorgó un indulto que finalmente fue anulado, con lo cual seguirá tras las rejas hasta 2033.