La actividad económica del Perú creció tan solo 0.2% interanual en marzo, sorprendiendo negativamente al consenso del mercado, que anticipaba una expansión de 1.3% según Bloomberg.
Por sectores productivos, el componente primario del Producto Bruto Interno (PBI) creció 8.5% (marzo: 3.3%). El componente no primario del PBI, por su parte, se mantuvo en marzo en terreno negativo (-1.6%), reportó el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Ello se dio en un contexto de condiciones climatológicas adversas, tal como el ciclón Yaku que ocasionó intensas lluvias, que desembocaron en deslizamientos de tierra y lodo, inundaciones, e interrupciones en vías de transporte. Así, la construcción y la manufactura no primaria mostraron fuertes retrocesos en el mes.
En términos desestacionalizados, el nivel que alcanzó el PBI en marzo es consistente, según la entidad de estadística estatal con una expansión de 0.02% con respecto al mes previo.
Con el resultado de marzo, el PBI disminuyó 0.4% interanual en el primer trimestre, marcado por un entorno de convulsión política y social y de posterior deterioro de las condiciones climatológicas (ciclón Yaku, calentamiento del mar).
“No se observaba una contracción trimestral del PBI desde la época más crítica de la pandemia (año 2020). El componente no primario del PBI fue el más afectado y se contrajo 1.5%, mientras que el conjunto de actividades primarias alcanzó a crecer 4.3%, aunque con un comportamiento heterogéneo a su interior, con la minería avanzando algo por encima del 3% debido al aporte de la unidad cuprífera Quellaveco y a una base de comparación favorable”, comentó el BBVA Research.
Asimismo, la entidad bancaria señaló que los indicadores disponibles apuntan, en el balance, a una recuperación moderada (en términos interanuales) en abril. De un lado, se registró en ese mes una aceleración de la producción de electricidad y de la inversión pública (en marzo se contrajo -9.6% interanual, pero en abril aumentó 12.1%).
De otro lado, los indicadores de alta frecuencia de gasto de consumo privado e inversión total elaborados por BBVA Research aún sugieren debilidad en abril.
Según el INEI, los principales componentes de la demanda interna, la inversión en construcción registró disminución de 12.42%, en tanto el consumo de los hogares, reflejado en las ventas al por menor, reportó un aumento de 2,64%. Por otro lado, hubo mayor demanda externa de productos no tradicionales en 1.48%, entre ellos, pesqueros, metalmecánicos y mineros no metálicos.
Panorama para lo que resta del año
El panorama para lo que resta de 2023 seguirá siendo retador. Por el lado externo, las tasas de interés se mantendrán altas y el crecimiento mundial se moderará. Por el lado local, la inflación continuará en niveles elevados por algún tiempo más, el Fenómeno El Niño (FEN) que se viene desplegando tendrá probablemente algunos impactos en la actividad (atenuados por las labores de prevención), y seguirá latente el riesgo de nuevos brotes de protestas.
“Este escenario continúa siendo consistente con una expansión de la actividad en 2023 en torno a 1.9%”, estimó el BBVA Research.
PBI habría continuado recuperándose en abril tras tímido repunte en marzo
En tanto, el Departamento de Estudios Económicos del Scotiabank proyectó que en abril el PBI haya continuado con la tímida recuperación iniciada en marzo y haya registrado un crecimiento superior al 2%, una vez disipados los efectos de la conflictividad social y del ciclón Yaku -las lluvias cayeron significativamente en abril-.
“De hecho, indicadores adelantados como la producción de electricidad, la encuesta de nivel de ventas de las empresas realizada por el BCR y la ejecución de inversión pública, reflejarían un mayor dinamismo de la demanda interna, en particular del consumo privado, en el cuarto mes del año”, indicó la entidad bancaria.