La sede de Cosco Shipping, empresa que construye el megapuerto de Chancay, fue tomada este martes por un grupo de vecinos en protesta al hundimiento en obras del túnel de este megaproyecto, un incidente que afectó parte de la Panamericana Norte y causó destrucción de viviendas, sin víctimas personales.
Panorama Huaral difundió imágenes de los moradores del centro poblado Peralvillo en las instalaciones de la concesionaria, donde lanzaron piedras. En diálogo con el portal, una vecina denunció, además, que llevan ocho meses soportando los ruidos de “dinamita” empleada para perforar el suelo.
El malestar llegó a su punto álgido, con altercados entre vecinos y efectivos policiales, después de que Emapa Chancay, que suministra agua potable en esta jurisdicción, anunciara la suspensión temporal del servicio para evitar fugas. También se ha registrado el cierre de la carretera, en el kilómetro 75 y 80.
A través de un comunicado, la concesionaria indicó que asumirá la responsabilidad para reparar los daños y reforzar las “medidas preventivas del proceso constructivo”. Aunque la Policía Nacional (PNP) contabilizó unas 18 viviendas con estructuras afectadas, entre ellas dos destruidas, el gerente de Responsabilidad Social de la compañía, de origen chino, refirió que solo son cuatro.
“Nos hemos comunicado con tres de las cuatro familiares directamente afectadas. Con tres he tenido contacto directo y con una de ellas se ha hecho mediante una relacionista comunitaria. Les hemos ofrecido trasladarles al hotel, reconstruirles su casa y realizar investigaciones”, dijo Rómulo Zarauz a Canal N.
El directivo consideró un “acto de molestia” la llegada de los vecinos a las instalaciones de la concesionaria y añadió que permanece “en comunicación con los líderes para llegar a una situación satisfactoria”. Además, aseguró que hasta que no tengan una respuesta concluyente de los expertos sobre lo que ha pasado en el túnel, no podrán continuar con la construcción de esa parte del megapuerto.
Las excavaciones realizadas para crear un túnel portuario habría hecho que las pistas, veredas y casas se hundan. En diálogo con Canal N, uno de los afectados mencionó que desde hace dos meses solicitó un plan de contingencia a la constructora, pero que esta mencionó que un escenario de hundimiento “no se iba a dar”.
El megapuerto supondrá un nuevo hito de la presencia e influencia china en Perú y en toda América Latina, según un informe de la BBC Mundo, y será uno de los puntos preferentes para la salida de las materias primas que la región exporta a esa nación, como el cobre y otros minerales.
Por su tamaño y volumen de operaciones, está llamado a convertirse en un centro neurálgico del comercio internacional, con una inversión de 3.600 millones de dólares y una compleja obra de ingeniería con la que el Gobierno espera atraer un 50% de los cerca de 580.000 millones de dólares que mueve, cada año, el comercio entre China y América del Sur.
Sin embargo, sus detractores alertan del impacto social y ambiental que podría acarrear (el biólogo marino alemán Stefan Austermühle denunció en un informe que la construcción causaría daños irreparables al humedal de Santa Rosa, contiguo a los terrenos).
Para construir el puerto ya se ha demolido uno de los cerros que configuran el paisaje de acantilados típico de esta zona y, para conectarlo con la Panamericana, actualmente se excava bajo Chancay un túnel de 1,8 kilómetros que tendrá tres carriles para circulación de vehículos, dos cintas para el transporte de carga a granel sólida y tuberías para los líquidos. Por los trabajos del mismo se registró el hundimiento en esta jornada.
En septiembre de 2022, Míriam Arce, presidenta de la Asociación en Defensa de las Viviendas y el Medio Ambiente, ya había denunciado que “muchos vecinos han visto cómo aparecían grietas en sus casas y hay barrios enteros que tienen que ser evacuados a diario por las voladuras”.
“Estamos sufriendo daños psicológicos. Nadie sabe lo que es vivir todo el día con el sobresalto de las explosiones”, dijo a la BBC la representante de este colectivo vecinal que reclamaba, sin éxito, la reubicación del puerto.