El día a día de un colectivero: “Somos una alternativa necesaria para los usuarios que necesitan trasladarse”

El congresista Segundo Montalvo (Perú Libre) presentó a inicios de mayo un proyecto de ley que busca formalizar el taxi colectivo.

Esto ocurre en un momento en el que la reforma de transporte se ha vuelto uno de los temas prioritarios en la agenda nacional, alcanzando también a la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) y el Ejecutivo, y no necesariamente para fortalecerla.

En este contexto, un reportaje de Cuarto Poder revela el día a día que viven los colectiveros, quienes se movilizan decenas de kilómetros, evadiendo controles y fiscalizaciones de las autoridades del transporte.

Walter Carrera es un chofer de taxi colectivo desde hace años y vicepresidente de ASOTRANI - Perú, un gremio de colectiveros con permanente contacto con las altas autoridades del país.

Su día inicia antes del amanecer, pues es el momento más productivo, según cuenta.

“Salgo a esta hora y regreso a mi casa a almorzar como a la 1:30 de la tarde. Luego salgo a las 4:00 de la tarde y regreso a las 8:00 de la noche, dependiendo del tráfico”, cuenta.

Para Walter, los colectivos se mantienen en el sistema actual de transporte como una importante alternativa de uso frente a un transporte moderno que no se logra dar abasto.

“Como el transporte tradicional, y ahora los corredores complementarios, no cumplen con la demanda existente por los usuarios en horas puntas se colapsa el servicio. Ante esa situación, nosotros, los taxis colectivos, minivans, somos una alternativa necesaria para los usuarios que necesitan trasladarse”, argumenta.

Carrera también señala que los colectivos, que calcula habrán entre 150 mil y 200 entre Lima y Callao, tampoco representan una competencia desleal frente al sistema de transporte formal.

“No somos competencia desleal porque costamos más caro, cobramos más caro”, apunta.

En su día a día, los colectiveros al trasladarse decenas de kilómetros tienen que evadir a los controladores y fiscalizadores del sistema de transporte, como los de la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU). Sin embargo, los esfuerzos de estos últimos son limitados.

El informe de Cuarto Poder da cuenta que los grupos de colectiveros cuenta con una importante y sostenida red ante estos casos, que incluye intimidación a los controladores. Además de que existen casos de agresiones por parte de los colectiveros a los inspectores de la ATU, están organizados para evadir a las autoridades, tanto en las calles de Lima como en las administrativas. Tienen un servicio de abogados que se encargan de dilatar los procesos sancionadores.

Para Walter, en realidad se dedican a anular papeletas que “creen injustificadas”. “Primero vemos si la ATU ha cumplido con el debido proceso. Por ejemplo, si el acta de control está bien”, detalla.

Hay casos donde, finalmente, los autos colectiveros son llevados a los depósitos. Pero ello tampoco los intimida. Otro chofer de colectivo contó a Cuarto Poder que un conocido suyo sacó su vehículo rápidamente por S/5.300. De acuerdo con la ATU, en lo que va del año, se han enviado al depósito más de 1.000 vehículos de este rubro.

En el mundo del transporte colectivero también se registran robos a los pasajeros y cobro de cupos por operar en determinadas rutas.

El congresista Segundo Montalvo (Perú Libre), autor de la propuesta de busca legalizar los taxis colectivos, respaldó su iniciativa en que el sistema actual formal no logra atender toda la demanda y que, de momento, es una buena opción formalizarlos.

“Si no podemos tener más corredores, mientras tanto, hay que formalizarlos a los autos colectivos”, dijo para el dominical.

Sin embargo, no dio una respuesta concreta para cuando llegue el momento de sacarlos del sistema. “[¿Qué pasará cuando los buses de los corredores lleguen?] Ya en el momento se verá”, comentó.

Desde la perspectiva de Jhony Pardavé, ingeniero de transporte, sería un significativo retroceso formalizar a los colectiveros.

“Dar luz verde a los autos colectivos es retroceder más de 30 años. Lo que tenemos que hacer es implementar una política de largo plazo para que puedan integrarse al sistema”, señaló.