Tras cinco días de permanecer secuestrado, Paulo Huansi Loayza, el dueño de una cevichería que el lunes por la tarde fue secuestrado en su propio negocio en San Juan de Lurigancho, fue liberado la madrugada de este sábado gracias al trabajo de la División de Secuestros de la Policía Nacional del Perú.
El empresario de 43 años, por quien sus captores pedían un millón de soles, fue localizado en el segundo piso de un inmueble de la cooperativa San Juan de Salinas, en el distrito de San Martín de Porres. Este es uno de los dos lugares que intervino la policía en la madrugada del sábado.
Paulo Huansi fue hallado en una habitación de tres por dos metros. Estaba tirado sobre un colchón en el piso, tenía los pies y manos amarrados y signos de haber sido torturado, ya que presentaba manchas de sangre en su polo. Ahí también se encontró y detuvo a las personas que lo mantenía secuestrado.
El otro inmueble intervenido también está ubicado en San Martín de Porres, allí se encontraron a ciudadanos venezolanos, peruanos y además de armas de fuego, municiones, granadas tipo piña y croquis que revelarían el reglaje que se le hizo al empresario para su secuestro.
Temor a represalias
Las primeras palabras del empresario fueron de agradecimiento a la Policía. Sin embargo, también les dijo que sentía temor por lo que le podría pasar a sus familiares, ya que indicó que los secuestradores conocían los movimientos y rutinas de los miembros de su hogar.
“Les digo la verdad. Me da un poco (de temor) el tema de las represalias. Esa gente conoce a mi familia, conoce todo”, dijo Paolo Huansi. En tanto, los efectivos de la policía le prometieron que trabajarán para darle tranquilidad a la familia del secuestrado.
Tras el rescate, la familia avisó a sus familiares sobre la liberación del secuestrado. En la puerta del inmueble intervenido lo esperaban su hermano y otros familiares que los abrazaron y agradecieron a la Policía.
Habla la dueña del inmueble
La dueña de la casa donde el empresario fue encontrado en San Martín de Porres refirió que no tenía conocimiento de que uno de sus inquilinos mantenía secuestrada a una persona. La mujer comentó a América Noticias que la habitación había sido alquilada a Javier Giménez, un ciudadano venezolano, hace 11 meses.
“Yo hice un contrato de alquiler, pero jamás pensé que iba a pasar estas cosas. A ese muchacho nunca lo he visto que haga bulla. Él se iba a las 7:00 de la mañana y venía a las 8:00 de la noche”, declaró.
Manifestó que, según le contó su hija, durante estos días vio que un grupo de ciudadanos extranjeros bebían licor afuera del inmueble, pero no oyó ruidos extraños en el segundo piso, donde mantenían secuestrado a Paolo Huansi.
Sin embargo, indicó que por estos días solo escucharon que en la habitación ponían música a volumen medio y habían cubierto la puerta de metal y vidrio con una sábana para ocultar lo que ocurría en el interior del cuarto de secuestro.
11 detenidos
Según información Policial, Paulo Huansi ocupaba el segundo piso del inmueble desde el primer día de su cautiverio. Además, se señaló que fueron 11 personas en total las intervenidas en los dos operativos realizados por la policía. En el inmueble de operaciones de los secuestradores se detuvo a cinco venezolanos y dos peruanos. También encontraron armas de fuego y el croquis de la cevichería.
En el inmueble del cautiverio se detuvo a cuatro personas, dos de ellas habría estado encargadas de la custodia del secuestrado, mientras que las otras dos habrían colaborado con ocultar el secuestro. Uno de ellos intentó escapar, pero fue detenido por la policía.
Video del secuestro
El secuestro fue registrado la tarde del lunes 8 de mayo por las cámaras de seguridad del restaurante. En él se ve que la hermana del secuestrado, Mari Huansi Loayza, sale para impedir que los delincuentes se lo lleven, pero es golpeada por uno de ellos, por lo que perdió la conciencia por unos minutos.
El plagio se dio en la avenida Gran Chimú, zona muy conocida y concurrida porque existen varios negocios como restaurantes, panaderías y bares. Según revelaron testigos, desde hace algunos días, el empresario Paolo Huansi venía recibiendo amenazas por no aceptar pagar cupos.