Los cimientos de una alma centenaria. Ubicada en la capital del Perú, la Universidad de San Marcos ostentaba una historia enriquecida por la grandeza de sus orígenes. Su fundación en 1551 la convertía en una institución casi un siglo más antigua que cualquier otra casa de estudios en los Estados Unidos. Durante más de tres siglos después de su creación, solo los privilegiados de la sociedad podían aspirar a pisar sus sagrados salones académicos.
Con el paso de los años, la aceptación de nuevos sanmarquinos ha cambiado. Hoy en día, hombres y mujeres, de diferentes clases sociales, creencias o ideologías, se esfuerzan de la misma manera para tener la fortuna para ingresar a la Decana de América en busca de una educación de calidad, y que no les exija sacrificar sus ingresos económicos. Ya no solo se inscriben en los tradicionales cursos de Ingeniería o Medicina, sino que se aventuran en disciplinas que antes eran inaccesibles para todos.
Gracias a una publicación que realizó el Centro Cultural de San Marcos, en su canal de YouTube, permite que los ciudadanos puedan hacer un viaje al pasado, en el que se logra apreciar las prácticas y enfoques educativos que se fueron transformando con la modernidad.
Entre los principales cambios se destaca la extinta costumbre de lo que se vivía al interior de la Capilla o Casona, donde antaño los sacerdotes fundadores elevaban sus plegarias, siendo un relicario de tradición. En ese sagrado recinto, los postulantes a una de las carreras profesionales, e imbuidos de solemnidad, extraen un número de una urna para determinar las preguntas que habrán de enfrentar en los exámenes orales.
El comité de profesores, sometía a los participantes a pruebas que los llevaba a una máxima tensión, donde se dilucida el verdadero alcance de su conocimiento. En sus rostros juveniles se vislumbra una seriedad inusitada, pues estos peruanos pertenecían a la creciente clase media, una que asumía con convicción y orgullo la responsabilidad de forjar el destino de su amada nación, según se señala en la narración del video elaborado por el equipo del Coordinator of Inter-American Affairs de Estados Unidos.
La universidad, a lo largo de más de seis décadas, ha presenciado una transformación notable en el proceso de admisión. Aunque continúa siendo reconocida como una de las pruebas más desafiantes, las imágenes capturadas en el archivo histórico, revelan una notable evolución en su formato.
En tiempos pasados, la prueba se llevaba a cabo de manera oral, mientras que en la actualidad ha adoptado un enfoque más objetivo.
Era un instante en el que la incertidumbre y el rigor académico se entrelazaban, poniendo a prueba la destreza y el conocimiento de aquellos que desean ingresar a esta prestigiosa casa de estudios.
Uno de los protagonistas más destacados que emerge de la pantalla es el ilustre historiador y catedrático Raúl Porras Barrenechea. Su presencia en estas imágenes añade un elemento de autoridad y prestigio a la escena.
Un rostro que fue reconocido por los usuarios de Internet es el de la reconocida poeta Blanca Varela, cuyo ingreso a esta casa de estudios data del año 1943. La mención de su nombre evoca una sensación de admiración y talento literario, enfatizando la importancia de San Marcos como un espacio donde se forjan y se nutren las mentes más brillantes del país.
La Universidad de San Marcos sigue siendo un faro de conocimiento y superación, donde los sueños de miles de jóvenes se entrelazan con la grandeza de su legado centenario.
El ser sanmarquino es un símbolo de orgullo y perseverancia para los miles de ingresantes que logran su objetivo de estudiar una carrera profesional en esta casa universitaria en la que han estudiado personajes históricos y de gran relevancia.