El lamento de César Vallejo en Trilce: la muerte de su madre y el dolor en soledad que expresó en su poesía

La muerte de la madre de César Vallejo fue uno de los eventos más significativos de su vida. En su poemario expresa su profundo dolor y añoranza al no poder haber estado con ella en sus últimos momentos.

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El amor de hijo y el lamento por la partida de una madre se ven retratados en las palabras del poeta peruano.
El amor de hijo y el lamento por la partida de una madre se ven retratados en las palabras del poeta peruano.

La vida de César Vallejo estuvo marcada por experiencias dolorosas que impactaron profundamente en su obra literaria. Uno de los sucesos más significativos fue la muerte de su madre, María de los Santos Mendoza, en 1918, mientras él estaba en Lima. Esta pérdida fue un evento que lo marcó y se convirtió en uno de los temas recurrentes en su poesía.

En su segundo poemario, Trilce, publicado en 1922, hace referencia al deceso de su madre en el poema LXV. En este, habla sobre el dolor que siente al no poder estar con ella en sus últimos momentos. Expresa su deseo de haber estado presente para acompañarla en su tránsito a la muerte y de haber tenido la oportunidad de despedirse de ella adecuadamente. En su escrito, refleja una profunda tristeza y añoranza que solo puede ser expresada a través de la poesía.

Un poema al recuerdo

En sus poemas, Vallejo habla de la deshumanización y la soledad que siente en la ciudad, así como de su nostalgia por el campo y por las tradiciones y costumbres de su pueblo; y claro, sin escapar de ese lamento por estar apartado de sus seres amados.

La experiencia de Vallejo en prisión también tuvo un impacto significativo en su obra literaria. Durante su encarcelamiento en Trujillo, escribió varios de los poemas que integrarían Trilce. En estos expresa el dolor y la angustia que sentía al estar encerrado en una celda, lejos de su familia y amigos. También habla sobre la injusticia y la violencia que veía a su alrededor, y la sensación de estar atrapado en un mundo que no comprendía.

La obra de César Vallejo es un testimonio conmovedor de su vida y sus experiencias. En sus obras, podemos ver reflejados sus sentimientos más profundos y su lucha interna para enfrentar la injusticia y la desigualdad. La ausencia de su progenitora fue un evento que lo marcó profundamente y que se convirtió en un pilar fundamental para su trabajo. A través de sus versos, logró transmitir su dolor y su deseo de estar con ella, y así honrar su memoria de una manera emotiva y conmovedora.

"Los heraldos negros", de 1918, y "Trilce", el poemario que consagró a Vallejo, en sus primeras ediciones. (EFE)
"Los heraldos negros", de 1918, y "Trilce", el poemario que consagró a Vallejo, en sus primeras ediciones. (EFE)

Poema LXV de Trilce, de César Vallejo

Este es uno de los capítulos que detalló el poeta peruano, en el que plasma su amor y dolor ante la partida de su madre, de quien no se pudo despedir durante sus últimos minutos en vida.

Cada construcción

Madre, me voy mañana a Santiago,

a mojarme en tu bendición y en tu llanto.

Acomodando estoy mis desengaños y el rosado

de llaga de mis falsos trajines.

.

Me esperará tu arco de asombro,

las tonsuradas columnas de tus ansias

que se acaban la vida. Me esperará el patio,

el corredor de abajo con sus tondos y repulgos

de fiesta. Me esperará mi sillón ayo,

aquel buen quijarudo trasto de dinástico

cuero, que para no más rezongando a las nalgas

tataranietas, de correa a correhuela.

.

Estoy cribando mis cariños más puros.

Estoy ejeando ¿no oyes jadear la sonda?

¿no oyes tascar dianas?

estoy plasmando tu fórmula de amor

para todos los huecos de este suelo.

Oh si se dispusieran los tácitos volantes

para todas las cintas más distantes,

para todas las citas más distintas.

.

Así, muerta inmortal. Así.

Bajo los dobles arcos de tu sangre, por donde

hay que pasar tan de puntillas, que hasta mi padre

para ir por allí,

humildóse hasta menos de la mitad del hombre,

hasta ser el primer pequeño que tuviste.

.

Así, muerta inmortal.

Entre la columnata de tus huesos

que no puede caer ni a lloros,

y a cuyo lado ni el destino pudo entrometer

ni un solo dedo suyo.

.

Así, muerta inmortal.

Así.

¿Cómo murió César Vallejo?

Después de publicar su obra Trilce, César Vallejo hizo un nuevo intento por emigrar a Europa y esta vez logró su objetivo. Tomó un buque de vapor el 17 de junio de 1923, con apenas una moneda de quinientos soles en su bolsillo, y llegó a París el 13 de julio del mismo año. Durante sus años en la ciudad francesa, que se extenderían hasta su fallecimiento, en la mañana del 15 de abril de 1938, el poeta enfrentó grandes dificultades económicas y se dedicó a enseñar literatura y escribir artículos periodísticos.

Antes de su defunción, sufrió una intensa crisis de agotamiento y en marzo de ese mismo año fue hospitalizado en la “Ciudad del Amor” debido a una infección intestinal grave, aunque su esposa negó que esta fuera la causa del deceso.

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