Poder Judicial ratifica prisión preventiva de 24 meses contra Hugo Chávez Arévalo

El exgerente general de Petroperú es investigado por la Fiscalía por los presuntos delitos de colusión agravada, organización criminal, tráfico de influencias y lavado de activos.

Hugo Chávez Arévalo, exgerente de Petroperú.

Hugo Chávez Arévalo seguirá en la cárcel. La Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior decidió declarar infundado el recurso de apelación presentado por la defensa legal del exgerente general de la empresa estatal Petroperú contra la medida de 24 meses de prisión preventiva que se dictó en su contra en abril pasado. De igual manera, se ratificó la medida de comparecencia con restricciones.

Como es público, Chávez Arévalo es investigado por la comisión de los presuntos delitos de colusión agravada, organización criminal, tráfico de influencias y lavado de activos por el caso llamado Biodiésel B100. Según la tesis del Ministerio Público, este personaje habría favorecido a la compañía Heaven Petroleum Operator (HPO), del empresario Samir Abudayeh, para que gane una licitación por 74 millones de dólares.

Hay que recordar que, antes de que cumpla la medida dictada por el magistrado Manuel Antonio Chuyo Zavaleta, el investigado Chávez Arévalo refirió en un video que no entendía el fallo del Poder Judicial si es que el proceso de biodiésel había sido anulado por observaciones de la Contraloría General de la República.

“Me encuentro en este momento en el edificio Zavala para proceder a mi entrega dictada por el juez Chuyo por 24 meses por prisión preventiva, lo que considero injusto ya que este proceso fue anulado y están confundiendo con (otro proceso), (en el) que no tengo nada que ver”,

El exfuncionario es investigado por los presuntos delitos de organización cirminal, concusión, entre otros. (Latina)

“La Contraloría declaró nulo las sanciones y actos administrativos. No entiendo cómo me pueden poner prisión preventiva por obstrucción a la justicia si yo me he retirado de Petroperú en marzo de 2022. Todo da que ver que tiene tinte político”, sostuvo.

Inhabilitado

La Contraloría General de la República, a cargo de Nelson Shack, decidió aplicar una sanción de inhabilitación de la función pública por cuatro años a Hugo Chávez Arévalo, tras hallarlo responsable de usar indebidamente los vehículos relacionados con la empresa petrolera.

La entidad encontró -entre otras situaciones- que el exgerente utilizó uno de los autos de Petroperú, otorgados para las diligencias de la institución y sus autoridades, para trasladarse a la fiesta de la hija de Bruno Pacheco (ex secretario general de Palacio de Gobierno).

El programa dominical Cuarto Poder evidenció este hecho irregular en noviembre de hace dos años. En esa oportunidad se informó que Chávez Arévalo utilizó seis autos en total -entre noviembre del 2021 y febrero del 2022- en al menos 17 fechas.

Hugo Chávez Arévalo renunció a la gerencia general de Petroperú. Foto: Petroperú.

“(Se usaron los vehículos) Dándoles un fin distinto al legalmente previsto, en actividades privadas, fechas y horarios no comprendidos como laborables y en las cuales no se registraron actividades oficiales”, señaló la Contraloría.

El perjuicio económico de estos irregulares traslados ascendió a una suma de S/14,146.99, de acuerdo con el órgano de control.

Gestión polémica

Durante la gestión de Chávez Arévalo hubo varios episodios polémicos. Entre ellos se denunció que se estaba abusando de los derechos de los trabajadores de Petroperú.

Aldo Collantes, secretario general del Sindicato de Trabajadores Administrativos de Petroperú (STAPP), comunicó a La República que el último 14 de marzo la petrolera había informado que habría un recorte de sueldo para 125 trabajadores porque 112 de estos empleados tenían un sueldo que no iba “acordes a su nivel de responsabilidad” y los otros serían reubicados a otras posiciones.

Sin embargo, el STAPP comentó que estas medidas no tenían ningún sustento. Y ante la presión de los mismos trabajadores, Petroperú dejó sin efecto esta medida.

El sindicato no había respaldado a la administración de Chávez Arévalo, algo que cayó muy mal y, por lo que fueron atacados: los cambiaban de posición y de localidad de empleo, a pesar de que la norma establece que los dirigentes sindicales no pueden ser movidos de sus puestos.