El ministro de Energía y Minas, Óscar Vera, fue consultado por la tragedia que acaba de golpear a la ciudad de Yanaquihua en Condesuyos, Arequipa, luego que 27 mineros pierdan la vida después de que se produjera un incendio de gran magnitud en el socavón Esperanza I.
El titular del Minen, fue claro al responder sobre este caso y asegurar que las autoridades no cesarán las labores hasta conocer qué fue lo que exactamente pasó en este lugar para que más de 20 personas pierdan la vida en un accidente que quizás pudo prevenido.
Para Óscar Vera, “Todos son responsables”. A través de un diálogo con RPP, el funcionario confirmó que la minera era “una pequeña mina informal que estaba bajo la jurisdicción del gobierno regional”.
Según Vera, “todos son responsables de lo ocurrido, desde la minera y la contratista”. Ahora “hay que verificar cómo se origina todo, las causas”, y para ello, el ministro recordó que ya hay un grupo del Ministerio de Energía y Minas que investiga el hecho.
Además, aclaró que el ministerio que dirige no será el responsable de sancionar a los responsables, sino el Gobierno Regional de Arequipa.
“El Minen se encuentra en la zona para Verificar lo que está establecido en la ley y ver qué deficiencias podría estar dándose para la supervisión y la actividad que estaría realizándose en la Dirección de Minería”, explicó.
Mineros perdieron la vida por causa de asfixia por monóxido de carbono
Luego de que los cuerpos ingresaran a la morgue central de Arequipa y tras los exámenes forenses que se les practicaron, se conoció que los mineros fallecieron por intoxicación por monóxido de carbono (asfixia).
El Instituto de Medicina Legal de Arequipa logró identificar a todos los fallecidos dentro de la mina. En la necropsia participaron cinco médicos legistas y ocho fiscales penales de la ‘Ciudad Blanca’ para agilizar los exámenes y entregar los cuerpos a los familiares.
Minero antes de ir a Yanaquihua dejó carta para sus hijos
Apolinar Flores, uno de los mineros que falleció el pasado seis de mayo, luego de que el socavón Esperanza I se encendiera, dejó una carta a sus hijos, tras pedirle a su cuñada que los cuide mientras él trabajaba en una larga temporada.
“Él era una persona respetuosa, trabajadora y voluntarioso. Siempre daba más de él para mejorar el trabajo en la minería, mismo que ha ejecutado desde hace más de 25 años, empezó desde abajo, fue perforista, pasó a capacitador y recientemente lo ascendieron a supervisor [...] Quería que su hija estudie Medicina Humana en Bolivia”, agregaron los deudos al diario La República.
“Mi papá se preocupaba por todos, pensaba invertir en la rehabilitación y terapia de mi último hermano [...] El día de la tragedia, solo tenía que supervisar, pero decidió acompañar y capacitar a los nuevos perforistas, la tragedia lo alcanzó, aún no lo podemos creer, es muy doloroso para nosotros”, aseguró uno de sus hijos.
Los restos del minero fallecido llegaron hasta la localidad de Chucuito, en Puno, donde se despidieron amigos y seres queridos. Ellos acudieron hasta su vivienda porque ahí acordaron en velarlo. “El deseo de mi padre al dejar de existir fue que lo enterraran al lado de mi mamá, quien está en un cementerio privado de Acora. Ella murió un 7 de mayo del 2021 en plena pandemia”, señaló la hija a La República.