El penal de Barbadillo cuenta en este con tres huéspedes : los expresidente Pedro Castillo, Alberto Fujimori y Alejandro Toledo. Sin embargo, existen quienes consideran que estos deben cumplir con lo señalado por el Poder Judicial en un centro penitenciario común. Entre estos se encuentra el representante de Perú Libre en el Congreso, Alfredo Pariona Sinche, quien antes del aprisionamiento de Castillo ya era partidario de la medida.
“Entendemos la investidura que ha tenido cada persona que se encuentra allí, pero, eso no les da el derecho a tener unas condiciones mucho más favorables que los otros (presos)”, dijo el representante del partido del lápiz en conversación con los medios de comunicación. Este recalcó que las comodidades que tienen los expresidentes genera “inmensos gastos”, los mismos que son pagados con dinero de los ciudadanos y ciudadanas.
Pariona recordó que desde Perú Libre se ha incentivado a que cada interno genere sus propios ingreso y pague por los gastos generados. Al ser consultado si esta postura también involucraba a su aliado político, el expresidente Pedro Castillo, señaló que sí. “Las personas tenemos derechos, deberes, si han cometido una falta hacia el Estado, hacia las normativas, tienen que cumplir como muchos otros internos que están reclusos en otros penales del país”, agregó.
El inquilino más reciente de Barbadillo es el expresidente Alejandro Toledo, quien tras varios años en Estados Unidos fue extraditado al Perú para responder por los presuntos delitos cometidos durante su gobierno. Semanas antes de su llegada, las autoridades ya habían confirmado la adaptación de las instalaciones del centro penitenciario donde se encontraban el exdictador Alberto Fujimori y Pedro Castillo Terrones.
Toledo vuelve
Tras confirmarse que la justica estadounidense facilitaría la extradición de Alejandro Toledo al Perú, el expresidente presentó una serie de recursos para prolongar su retorno. Sin embargo, tras agotar todas las posibilidades se presentó ante las autoridades estadounidenses que, junto a las peruanas, dispusieron su retorno. Durante aquellos días su defensa reveló que el expresidente padecía de cáncer.
“No le corro a la justicia, pero los médicos que me tratan en California me dicen que mi salud está muy deteriorada. Hay males que se han disparado. Tengo un cuadro clínico de cuidado”, sostuvo. Además, descartó someterse a una figura de colaboración eficaz. “Si colaborar es admitir que soy culpable, nunca lo haré porque no hice nada ilegal como jefe de Estado. Si conozco hechos irregulares que hayan cometido otros altos funcionarios, lo descarto”, aseguró.
Entre las comunidades que tiene el expresidente en su celda en Barbadillo destacan mesas, cocina, televisor, sillas y todos los inmuebles necesarios para que el reo se sienta a gusto en la habitación que ocupa en el establecimiento del Instituto Nacional Penitenciario (INPE). Sin embargo, al cumplirse la primera noche de prisión, el abogado de Toledo indicó a la prensa que este solo contaba con una cama y colchón.
Mientras Toledo se encuentre cumpliendo la prisión preventiva en su contra, se espera que inicie el juicio en su contra sobre el caso de la carretera Interoceánica. Según declaraciones de colaboradores eficaces, la empresa Odebrecht habría pagado millonarias sumas por concepto de coima al entonces presidente Toledo. Esto con el fin de ganar la concesión para el desarrollo del importante proyecto.