Show en Qarola pudo terminar como tragedias en las discotecas Utopía y Thomas Restobar

La discoteca Qarola de Lurín colapsó: el concierto que el grupo uruguayo Marama iba a ofrecer en el Green Arena fue suspendido por la sobreventa de entradas que provocó peleas, boxes que sucumbieron por el peso de los asistentes y heridos que se asfixiaron y tuvieron que salir en ambulancia, convirtiéndose en un terrible momento que recordó a las tragedias de Utopía, en el Jockey Club del Perú en 2002; y de Thomas Restobar, en el distrito de Los Olivos, en el 2020.

Fuentes de Infobae detallaron que en el evento del último sábado no hubo control con las entradas, pues nunca se requirió el QR a ninguna persona. El desagüe se salió y tapó la única vía para entrar; en los videos que se viralizaron en las redes sociales hay jóvenes cruzando entre el barro y el agua servida, y muchos tuvieron que meterse por el área de CampoMar para llegar a su destino.

Al interior de la discoteca Qarola no hubo ni un solo guardia de seguridad. El público se quejó porque casi se ahoga por la estampida de gente. Felizmente no hubo ninguna víctima que lamentar.

El establecimiento no se ha pronunciado, pero cerró los comentarios en su cuenta de Instagram. Por su parte, el Green Arena emitió un comunicado argumentando que no era el organizador del show, sino una empresa de alquiler de locación para la realización de eventos que al ver la desorganización de la fiesta pidió que se cancele.

En efecto, esto pudo terminar en tragedia tal como sucedió en las discotecas Utopía y Thomas Restobar, que enlutó a varias familias que aún buscan justicia.

Este año se cumplen 21 años del incendio en la discoteca Utopía, un local reción inaugurado en el Jockey Club del Perú que arrebató la vida de 29 jóvenes.

La noche del 19 de julio de 2002, cientos de personas asistieron a la fiesta Zoo por el motivo del lanzamiento de una fragancia de un perfume.

Los socios Édgar Paz Ravines y Alan Azizollahoff Gate, con el administrador Percy North, contrataron a Roberto Ferreyros, un barman que se encargó de llevar varios animales como monos enjaulados o un tigre de bengala para amenizar la noche, un claro ejemplo de maltrato animal.

En la discoteca había más de mil personas pese a que Utopía solo tenía capacidad para 400. A las 2:30 a.m. del 20 de julio de 2022, Ferreyros, en un acto de malabarismo con los tragos que servía, provocó un incendio. El fuego alcanzó el techo y se diseminó en el lugar.

El público pensó que era parte del show y siguió con lo suyo: aplaudiendo y bailando. En menos de cinco minutos, las llamas se extendieron: algunos asistentes se percataron de la magnitud y salieron corriendo despavoridos.

Una turba aplastó y asfixió a los demás. Las salidas de emergencia estaban encadenadas, no había extintores ni zonas de evacuación debidamente señalizadas. Las mil personas, o los que quedaban en pie, huían, como podían, por un pequeño túnel.

A Utopía, ubicada en Surco, llegaron más de 400 bomberos y policías. La discoteca, pese al esfuerzo de los hombres de rojo, se desmoronaba poco a poco.

Después de la tragedia, los deudos de las víctimas lucharon para que se juzgue a los empresarios Paz Ravines y Azizollahoff Gate, pero ambos salieron del Perú en 2004. Fueron incluidos en la lista de los más buscados por el Ministerio del Interior con una recompensa de 20 mil soles (aproximadamente 5.383 dólares) por cada uno.

Paz Ravines fue extraditado en 2020 desde México, después de 16 años de estar prófugo, para cumplir su condena de cuatro años por el caso Utopía.

El barman Roberto Ferreyros fue condenado a cuatro años de prisión en 2004; en 15 meses salió libre de la cárcel tras acogerse a beneficios penitenciarios a mediados de 2005.

Percy North fue sentenciado por el delito de homicidio culposo a cuatro años, pero los deudos apelaron y, en 2006, la figura cambió a homicidio doloso; esta vez, fue condenado a 15 años de cárcel. La defensa del administrador apeló y, una vez más, volvió a cambiar la figura. Después de unos meses salió libre.

En 2011, la Corte Suprema anuló la resolución y el administrador de Utopía, que se encontraba en la clandestinidad, se entregó a la justicia para cumplir la pena de 15 años de cárcel, la cual fue reducida a 10 años. En 2015 accedió a beneficios penitenciarios y dejó el penal Castro Castro después de siete años.

El único que no purgó prisión ni fue procesado fue Alan Azizollahoff Gate debido que su pena prescribió el 11 de mayo de 2021. Hoy, camina en libertad.

La noche del sábado 22 de agosto de 2020, en medio del confinamiento ordenado por el gobierno de Martín Vizcarra debido a la pandemia de la COVID-19, la Policía Nacional del Perú intervino la discoteca Thomas Restobar, en el distrito de Los Olivos. Esto provocó una estampida que dejó 13 personas muertas y otras seis resultaron heridas. La PNP detuvo a 23 personas.

Pese a que el Ministerio del Interior emitió un comunicado que la Policía no había utilizando ningún arma ni gases lacrimógenos para desalojar a los asistentes, unos días después se difundió un video en el que un agente cerró la puerta del local momentos antes de que se asfixiaran las víctimas, todo lo contrario a lo expuesto en la versión oficial.

El ministro del Interior, Jorge Montoya Pérez, renunció tras la ola de críticas por su gestión en la operación policial mientras que Vizcarra pidió una “sanción ejemplar” para los culpables.

El dueño y administrador de Thomas Restobar, Job Luque, quien dio el permiso para que se organice el evento, recibió 18 meses de prisión preventiva por la a Corte Superior de Justicia de Lima Norte (CSJLN), investigado por homicidio simple y violación de medidas sanitarias.

El pasado 15 de enero de 2023 se dictó 15 meses de prisión preventiva para Juan Peña y Joseph Huerta Quispe, de quienes se presume tuvieron participación en la organización de la fiesta, investigados por la Fiscalía por homicidio simple y violación a las medidas de bioseguridad contra la Covid-19.

La discoteca en Los Olivos había recibido S/ 9,066, con una cobertura del 98% por parte del Estado, de Reactiva Perú, un crédito del programa de garantías del gobierno de Vizcarra.

Y en 2019, se había clausurado la discoteca La Guitarra Vip de Job Luque, en el Boulevard El Retablo, en el distrito de Comas, por infringir las normas de seguridad, Defensa Civil y control de aforo.

No se acusó a ningún policía que estuvo durante la intervención a la discoteca Thomas Restobar.