El pasado martes 18 de abril, tras terminar su jornada de trabajo, el odontólogo Christian Quispe Culqui, de 37 años, fue secuestrado cuando se transportaba en su camioneta, la cual luego fue encontrada abandonada. Los delincuentes exigían 600 mil dólares para liberarlo, pero cuando sus familiares pidieron tiempo para reunir el dinero, los secuestradores no aceptaron y mataron a su rehén de un disparo en la cabeza y dos en el tórax. Finalmente abandonaron su cuerpo en un descampado de Lurín
El mismo día de su secuestro, sus plagiarios grabaron un video con un mensaje de Christian para su familia, como prueba de vida. En las imágenes se le ve preocupado y con un cartel que dice “paguen si no se muere”. Además tiene la fecha del mismo día del secuestro y la supuesta hora de la grabación: 10:24 de la noche.
“Paga lo que ellos están diciendo, por favor... No hagas alguna estupidez. No llames a la Policía (...) Haz lo que ellos digan. Ellos saben que tú eres policía, papá. Ellos saben dónde mi hijo está jugando, dónde estudia. Reúne el dinero, por favor y sácame de esto, papá. Mi vida depende de ustedes”, se le oye decir al odontólogo en el video y se dirigiría a su padre, quien es un policía retirado.
En otro registro los secuestradores torturan al odontólogo ahogándolo con una bolsa en la cabeza y recostándolo sobre un colchón en el piso.
La comunicación con los familiares era a través de mensajes de texto. En uno de ellos se dirigen a su madre y le piden que no dé aviso a la policía: “Lo único que les pido es que colaboren por las buenas para que su hijo no sufra las consecuencias. Ya sabemos que su esposo es policía retirado. Eso no le servirá nada. Si llegan a llamar a la policía o algo por el estilo, su hijo se muere inmediatamente”.
Su cuerpo con tres impactos de bala fue encontrado el lunes 24 de abril a la altura del kilómetro 31 de la Panamericana Sur, en Lurín.
El mismo día, la División de Investigación de Secuestros capturó a un ciudadano venezolano de 25 años, quien iba a bordo de un auto blanco, el mismo que aparece en otra cámara de seguridad, el mismo día del secuestro.
Sospecha de venezolanos
La viuda de Christian Quispe Culqui contó a América Noticias que, el mismo día del secuestro, los plagiarios se pusieron en contacto con la familia del odontólogo.
“Tengo entendido que son venezolanos. No tengo sospechas directamente de nadie, pero son venezolanos”, manifestó.
“Me tortura pensar qué es lo que le han podido haber hecho durante todos esos días. Esto no se puede quedar así. Mi esposo merece que le hagan justicia”, indicó la esposa del dentista y lo recordó como alguien trabajador, hogareño y dedicado a la familia.
La esposa y el dentista tienen un niño que ahora deberá crecer sin su padre.
La intención habría sido matarlo
Según el General PNP, Óscar Arriola, director de la Dirincri, se trata de un secuestro atípico ya que las llamadas se hacían desde un teléfono de Chile y exigían una suma muy alta: 600 mil dólares.
Precisó que la familia no hizo ningún pago, porque no había forma de hacerlo.
“La negociación está ahí. El objetivo es advertido rápidamente. No había forma de empezar a conversar respecto a la cantidad solicita”, explicó.
Mencionó que luego de un silencio sospechoso en la negociación, el lunes se encontró el cuerpo del dentista con “laceraciones craneoencefálicas, heridas por golpes y una herida de bala en la cabeza y dos en el tórax”.
Indicó que están trabajando en el caso desde el día en que el dentista fue secuestrado y que ya tienen detenido a un sospechoso, así como el auto en el que se habría dado el secuestro.
Además, no descarta que también se trate de un crimen por encargo disfrazado de secuestro.