Federico Salazar aclaró su rumoreada enemistad con Jaime Bayly: “Él quería jugar al pleito”

El conductor de ‘América Noticias’ negó haberse enojado con el ‘Francotirador’ por haberlo mencionado, aunque de manera indirecta, en el libro “Los últimos días de La Prensa”.

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Federico Salazar despejó dudas sobre la supuesta enemistad que tiene con el también periodista Jaime Bayly. (Youtube/Henry Spencer)

Federico Salazar se refirió a la supuesta pelea que mantiene con Jaime Bayly, con quien trabajó en el diario ‘La Prensa’ en los años ochenta. Según el conductor de ‘América Noticias’, fue el ‘Francotirador’ quien inició los rumores de enemistad al mencionarlo, aunque de manera indirecta, en sus escritos.

En entrevista con Henry Spencer, el periodista de América TV recordó la vez que Jaime Bayly escribió la obra “Los últimos días de La Prensa” (1996), donde había un peculiar personaje llamado ‘Federico Larrañaga’, quien sería nada más y nada menos que el esposo de Katia Condos.

En dicha obra, el recordado ‘Niño travieso de la televisión’ se refería sutilmente a Federico Salazar, hijo de Arturo Salazar, fallecido director de ‘La Prensa’; pero lo caricaturizaba y contaba infidencias que, supuestamente, quedarían en las cuatro paredes de la redacción.

“Asiduo visitante de cantinas y burdeles, amante de todas las p*** las que escribía sonetos de alabanza, mujeriego indesmayable. Salcedo acogió a Barclays como un hermano menor, lo inauguró en bares y meretricio”, describía Bayly en la columna “Nuestra amistad ha terminado” , pero sobre el personaje ‘Federico Salcedo’.

Jaime Bayly junto a sus compañeros del diario La Prensa. Al extremo izquierdo, Federico Salazar. (Twitter/@pablocateriano)
Jaime Bayly junto a sus compañeros del diario La Prensa. Al extremo izquierdo, Federico Salazar. (Twitter/@pablocateriano)

Sobre estas supuestas menciones, el presentador de noticias reconoció que fue uno de los personajes principales de “Los últimos días de la Prensa”, pero aclaró que no todo era cierto.

“Fue totalmente ficcionado. Ese fue el tercer libro, me hizo matar de risa las cosas casi caricaturescas. Transformaba un personaje que habíamos conocido. Te describe con la misma forma de caminar, tú dices ‘es ese fulano’, pero a ese fulano le mete historia. Por ejemplo, yo tenía un carro de cuarta mano, era un MG de los sesenta; y él en la novela lo convertía en un maserati”, expresó.

Tras ello, resaltó que no estaba peleado con Jaime Bayly: “No hay ningún problema, yo siempre digo que le debo un cajón de whisky. No recuerdo si conversamos sobre el libro”.

Henry Spencer no dudó en preguntarle si se habían reconciliado debido al libro “Los amigos que perdí”, donde el exconductor de Latina TV le ofrecía disculpas sinceras, lo que apoyaba la teoría de que estuvieron peleados alguna vez.

“Ahí él siguió con su ficción. ¿Por qué habría de pelearme? Él creo que quería jugar el pleito de los amigos”.
Federico Salazar habló sobre Jaime Bayly y su rumoreada pelea.
Federico Salazar habló sobre Jaime Bayly y su rumoreada pelea.

Su relación actual con Jaime Bayly

En esa misma entrevista, Federico Salazar indicó que no conversa con Jaime Bayly desde hace mucho. Sin embargo, sí mantiene comunicación con su familia, principalmente con Doris Mary Letts, madre del periodista y escritor peruano.

“Hablo con su mamá. La señora Doris le agradezco muchísimo, estuvo muy pendiente cuando tuve Covid. La llamaba cada rato a Katia para preguntarle cómo estaba, muy linda. (Soy cercano a la familia) porque un corto tiempo fui enamorado de Doris (hermana de Jaime Bayly), que lamentablemente falleció”, manifestó.

Por un corto periodo de tiempo, Jaime Bayly fue el cuñado de Federico Salazar.
Por un corto periodo de tiempo, Jaime Bayly fue el cuñado de Federico Salazar.

La versión de Jaime Bayly

En la columna “Nuestra enemistad ha terminado” (2020), Jaime Bayly, bajo el personaje de ‘Barclays’, indicó que se peleó con ‘Fernando Salcedo’ en la época que lanzó el libro “No se lo digas a nadie” (1998).

“Una mañana, Federico y su coanimadora o copresentadora de las noticias, una mujer llamada Sol, mostraron el libro de Barclays y lo comentaron. La mujer, con gesto de asco o desdén, dijo que el libro era una inmoralidad, una inmundicia, un atentado contra la salud moral de los jóvenes de la república. Debido a ello, aconsejó enfáticamente no leerlo, ignorarlo, darlo de baja. Menos incendiario, Federico dijo que el libro le parecía una cosa minúscula, un artefacto menor, prescindible: -Parecen las memorias de un mosquito -dijo, en tono burlón”, se lee.

“Cuando Barclays se enteró de que su amigo de bares y burdeles había rebajado tan desdeñosamente su novela, sintió una pena muy grande y, en cierto modo, dejó de quererlo como lo había querido en el periódico, en las noches libidinosas, espirituosas, que habían compartido”, añade.

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