Patricia Benavides denunció constitucionalmente a Martín Vizcarra y exministra Pilar Mazzetti por escándalo de Vacunagate

La titular del Ministerio Público presentó una denuncia constitucional contra el expresidente y la exministra como presuntos autores del delito contra la administración pública en la modalidad de concusión.

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El exmandatario, que posteriormente fue destituido por el Congreso, afirmó entonces que fue voluntario y mostró una tarjeta de control que no contaba con el código de barras.
El exmandatario, que posteriormente fue destituido por el Congreso, afirmó entonces que fue voluntario y mostró una tarjeta de control que no contaba con el código de barras.

La fiscal de la Nación, Patricia Benavides, presentó este miércoles una denuncia constitucional contra el expresidente Martín Vizcarra (2018-2020) y la exministra de Salud, Pilar Mazzetti, como presuntos autores del delito contra la administración pública en la modalidad de concusión.

El proceso corresponde al caso Vacunagate, el escándalo desencadenado por las 487 inoculaciones irregulares contra el coronavirus, principalmente para altos funcionarios del Ejecutivo.

El caso data de octubre de 2020, antes de que iniciara la inmunización oficial en el país, cuando Vizcarra recibió vacunas candidatas que estaban destinadas a la fase tres de los ensayos clínicos de Sinopharm. Según informes periodísticos, el proceso se realizó en Palacio de Gobierno de manera secreta.

El exmandatario, que posteriormente fue destituido por el Congreso, afirmó entonces que fue voluntario y mostró una tarjeta de control que no contaba con el código de barras. Por su parte, la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), donde se desarrolló la evaluación experimental, admitió que no formó parte de los 12.000 voluntarios.

Vizcarra intercedió para que su esposa, Maribel Díaz, y su hermano, César Vizcarra, recibieran la dosis de Sinopharm. “Fue a pedido del presidente”, declaró el investigador Germán Málaga, en referencia a la inoculación de su entorno más cercano.

Por este caso, el Legislativo lo inhabilitaría de la función pública por 10 años al haber violado seis artículos de la Constitución. “Ha lesionado a la investidura. No puede ser parte del Estado funcional. Hoy asistimos a su entierro político”, señaló Omar Chehade, excongresista de Alianza para el Progreso.

Por su parte, el exlegislador Franco Salinas (Acción Popular) mencionó que “no merece volver a pisar el Parlamento. Sus pasos huelen a corrupción”. Asimismo, el parlamentario Carlos Almerí (Somos Perú), sostuvo que “personajes como Vizcarra solo llegan al Gobierno para sostener a las élites”.
Martín Vizcarra fue presidente entre el 2018 al 2020
Martín Vizcarra fue presidente entre el 2018 al 2020

El escándalo, por su parte, empujó a Mazzetti a dimitir de un despacho que ya había sido presidido por otros tres ministros desde que irrumpió la pandemia, en medio de la segunda ola y con un récord de 14.333 pacientes hospitalizados.

La extitular de Salud, también vacunada en secreto en enero de 2021 con dosis para el personal vinculado al ensayo, reconoció en una carta que esa decisión fue el peor error de su vida. “No va a ser suficiente pedir disculpas a todos los que he decepcionado”, expresó en la misiva.

“No haber reflexionado sobre mi actuar desde el punto de vista ético y las dudas de mi comportamiento podían generar, es una responsabilidad que voy a sobrellevar siempre”, continuó Mazzetti.
(EFE)
(EFE)

Acusación de corrupción

En diciembre del año pasado, el equipo Lava Jato del Ministerio Público solicitó 15 años de pena privativa de la libertad para Vizcarra por la presunta comisión del delito de cohecho pasivo propio durante su época como gobernador de Moquegua.

La acusación fiscal incluye dos hechos, el proyecto Lomas de Ilo y la Ampliación y Mejoramiento del Hospital Moquegua. La Fiscalía también solicitó contra Vizcarra nueve años de inhabilitación para ejercer cargos públicos.

En 2020, el fiscal Germán Juárez, integrante de este equipo, solicitó ya en dos ocasiones interrogar a Vizcarra, pues las empresas ganadoras de las licitaciones en Moquegua son también investigadas al estar comprometidas en el ‘Club de la construcción’, un grupo de compañías supuestamente se repartían las obras públicas a cambio de millonarios sobornos.

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