La ‘perturbación atmosférica’, parecido al ciclón Yaku, pasó cerca a la costa peruana

La aparición de una circulación ciclónica a 350 km de la costa norte peruana alarmó a varios usuarios en las redes sociales, quienes temieron que una nueva versión del ‘ciclón Yaku’ vuelva a alterar el clima en el país con torrenciales lluvias e inundaciones que en los últimos dos meses ha azotado a las castigadas regiones del norte del país. Sin embargo, Senamhi informó que esta anomalía “no causa impacto en el territorio nacional, debido a los vientos fríos del sur paralelos a la línea costera”.

El metereólogo José Ramos, indicó en Twitter que “la circulación ciclónica tiene características similares a las de la depresión ciclónica denominada “Yaku”, pero con “tendencia a alejarse y disiparse para el día 26 de abril”. De la misma manera, el ‘Hombre del tiempo’, Abraham Levy, recalcó que “el jueves se disipará” de las costas peruanas sin causar ningún estrago en el clima peruano.

“La imagen fotografiada del EarthNulls nos muestra su configuración en niveles bajos el día 24 de abril. Su configuración vertical indica que no alcanzaba los 500hPa. Su principal aporte es generar condiciones de inestabilidad y disponibilidad de humedad en el norte”, dijo Ramos en redes sociales.

Sin embargo, Matt Nieto sostuvo que “a pesar que se ha formado un sistema de baja presión, las características y el entorno son totalmente diferentes. Dicho sistema se debilitaría en los próximos días debido a a la persistencia de los vientos del sur por la intensificación del anticiclón del Pacífico Sur. La NOAA, en el análisis de sus últimas cartas sinópticas, también hace referencia a un sistema de baja presión L (low) frente a la costa norte del Perú”, descartando de esta manera que el ciclón Yaku azote por segunda ocasión a Perú.

“Las condiciones de bajo contenido de humedad alrededor del sistema de baja presión propician flujos subsidentes las que permitirán un rápido desarrollo y posterior finalización”, sostiente.

Asimismo, Nieto dijo que “es importante también evaluar los vientos en altura, ya que estos estarían generando zonas convergentes, esto quiere decir que debilitan el desarrollo vertical de la nubosidad para los siguientes días”.

“Actualmente, el sistema de baja presión se encuentra aproximadamente a unos 500 km de distancia del litoral costero del Perú. Registrando tormentas mar afuera, las cuales persistirían en las próximas 48 horas, con tendencia a debilitarse debido a la persistencia de los vientos del sur”, recalcó.

Abraham Levy manifestó que el ‘Niño Costero’ se quedará en el Perú durante todo el mes de otoño y por ello las temperaturas serán altamente cálidas y fuera del rango normal.

El Estudio Nacional del Fenómeno ‘El Niño’ (ENFEN), en su último informe sostuvo que “se espera que las condiciones de El Niño Costero continúen desarrollándose por lo menos hasta invierno del presente año, el cual tendría una magnitud moderada, sin descartar que en abril alcance una magnitud más fuerte”

Asimismo, para el trimestre abril-junio de 2023, prevé precipitaciones superiores a lo normal, “especialmente en el mes de abril, en la costa norte y centro, así como en la sierra norte y centro occidental del país”.

Indica además que “la intensificación de la temperatura superficial del mar por encima de sus valores normales en la región Niño 1+2 que abarca la zona norte y centro del mar peruano, es consecuencia de la interacción océano-atmósfera anómala que se ha observado entre marzo e inicios de abril”.

La Contaloría General de la República sostuvi en un informe que de los S/ 3,024 millones destinados para la prevención y atención de la emergencia producida por el acercamiento del ‘ciclón Yaku’ y el inicio de El Niño Costero, solo se ha gastado el 11.8%, es decir, S/ 357 millones.

Nelson Shack recalcó que es la incapacidad del Estado para resolver los problemas y “lo que mata gente, lo que les quita los medios de vida, las afectaciones a la infraestructura pública”.

Agregó que el gobierno durante el 2023 ejecutó solo el 13.5% del total de su presupuesto asignado y que los gobiernos regionales gastaron apenas el 5.9% de los 645 millones destinados para desastres naturales.