Los restos óseos de al menos dos personas fueron encontradas en la zona conocida como ‘La Hoyada’, en Huamanga (Ayacucho), en medio de la ejecución del proyecto ‘Construcción del Santuario de la Memoria’.
La nueva fosa común en dicha área, ubicada junto al cuartel Los Cabitos, fue descubierta tras el monitoreo arqueológico de movimiento de tierras.
Las diligencias estuvieron lideradas por la Primera Fiscalía Penal Supraprovincial Especializada en Derechos Humanos e Interculturalidad de Ayacucho – Equipo Especial Caso Cabitos 1983 a 1992.
Los restos humanos fueron llevados a un laboratorio forense, con sus correspondientes cadenas de custodia, para ser sometidos a una eventual evaluación. En el lugar también se encontraron prendas de vestir.
El proceso de búsqueda e identificación seguirán su curso y estarán a cargo del Equipo Especial Cabitos. Solo en este 2023, se encontraron otras tres fosas comunes —en el mismo lugar— y los restos de siete personas, los mismos que fueron sometidas a un análisis antropológico forense y pruebas de ADN.
El Ministerio Público informó que se ubicaron los restos de 116 personas desde las exhumaciones iniciadas en el año 2005.
Hasta el momento, quince han sido identificados y entregados a sus respectivas familias. Los demás elementos óseos permanecen bajo custodia del Instituto de Medicina Legal de Ayacucho.
Por este caso, dos ex altos mandos del Ejército fueron sentenciados, en agosto del 2017, por tortura, desaparición forzada y ejecución extrajudicial de 53 ciudadanos en el cuartel Domingo Ayarza (Los Cabitos).
El coronel (r) Edgar Paz Avendaño, jefe de inteligencia en el destacamento de la llamada Casa Rosada de Ayacucho, recibió 23 años de cárcel, mientras que el coronel (r) Humberto Orbegozo Talavera, jefe del mencionado cuartel, obtuvo treinta años de prisión.
En el documento de la sentencia se dejó constancia de la existencia de un horno crematorio en dicho lugar, instrumento con el que se pretendió eliminar las pruebas de los crímenes cometidos.
En Los Cabitos no solo se dirigió y desarrolló parte de la lucha contra la organización terrorista Sendero Luminoso sino que, a su vez, se ejecutaron detenciones ilegales, torturas, desapariciones, entre otros delitos.
Mientras algunos de los cuerpos fueron abandonados en precipios u otras zonas alejadas, otros fueron enterrados en las instalaciones del cuartel.