Ministro de Justicia, Daniel Maurate, tiene 200 llamadas con investigados por caso Los Cuellos Blancos

El Gobierno de Dina Boluarte decidió ayer renovar cuatro carteras ministeriales. Entre ellos se encontró el de Justicia y Derechos Humanos que José Tello lideraba desde diciembre del año pasado. En su reemplazo fue colocado Daniel Maurate, quien antes había sido ministro de Trabajo durante el gobierno de Ollanta Humala.

Sin embargo, los cuestionamientos contra Maurate no tardaron en salir a la luz. El portal Epicentro reveló que el nuevo integrante del Poder Ejecutivo registra al menos 200 llamadas con personajes investigados por el caso Los Cuellos Blancos del Puerto, cuya cabecilla el juez César Hinostroza Pariachi se encuentra en calidad de prófugo de la justicia desde el año pasado.

En concreto, el ministro Maurate se comunicó con Hinostroza en 28 oportunidades cuando aún era ministro de Humala Tasso desde febrero de 2015 hasta julio de 2016. Las 15 restantes fueron entre julio de 2016 y enero de 2018.

Por otro lado, también tuvo llamadas con los empresarios Antonio Camayo, Alberto Chang Romero y Edwin Oviedo, expresidente de la Federación Peruana de Fútbol. Las comunicaciones se realizaron entre el 2015 y 2017.

De acuerdo al reporte de la División de Investigación de delitos de Alta Complejidad (Diviac) de la Policía Nacional, Maurate habló 134 veces con Oviedo, mientras que con Camayo y Chang lo hizo en 56 ocasiones.

Daniel Maurate es abogado. Tiene un máster en Administración Pública por el Instituto Universitario Ortega y Gasset, adscrito a la Universidad Complutense de Madrid (España). Ostenta una maestría con mención en Derecho Constitucional, con estudios de maestría en Gestión Municipal y Desarrollo Local en la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV). Egresó de la Universidad San Martín de Porres con un máster en Gobierno y Gestión Pública.

En el aspecto laboral, Maurate Romero, además de desempeñarse como la cabeza del Ministerio de Trabajo y Promoción de Empleo (MTPE) durante la gestión presidencial de Humala, fue docente de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega (UIGV). Fue vocal superior en la Corte Superior de Huaura. Fue parte del renovado gabinete de Ana Jara en 2015.

En su libro Los sueños de Ayrampito (Artífice Comunicadores, 2022) reveló que Ollanta Humala le pidió ser candidato a la presidencia, pero lo rechazó.

“Era un tema que solo habíamos conversado los dos, nadie más lo sabía, así que la noticia prefería dársela antes que se entere por otro lado. Me emocioné bastante con esa propuesta, pero luego vino la reflexión: si era viable o no”, manifestó en una entrevista a Infobae.

En 2015, Mesías Guevara, exgobernador regional de Cajamarca y excongresista, acusó a Daniel Maurate de haber sido abogado del empresario Jack Castillo, uno de los proveedores del sentenciado exgobernador de Áncash, César Álvarez. El hombre de negocios ganó 40 millones de soles con su empresa constructora. Y también fue acusado de homicidio por el presunto asesinato del fiscal Luis Sánchez Colona.

Según el político, el reciente designado titular del Minjusdh era parte del estudio de abogados Peláez Bardales-Cárdenas Martínez & Maurate Romero, que había conformado con Mariano Peláez, hermano del exfiscal de la Nación, José Peláez.

La exfiscal, a cargo de las investigaciones de la muerte de Sánchez Colona, Carmen Berrocal, fue separada por Peláez cuando pidió la prisión preventiva para Castillo.

Guevara pidió que Daniel Maurate renuncie a su cargo de entonces de ministro de Trabajo y criticó al gobierno de Ollanta Humala por haberlo designado como cabeza del MTPE.

El nuevo ministro del Minjusdh volvió a defender al empresario el 4 de mayo del 2012 ante el Departamento de Investigación Criminal de Chimbote y le pidió al titular del Cuarto Juzgado de Investigación Preparatoria del Santa que deje sin efecto la detención preliminar que había dispuesto contra Castillo.

El diario Correo preguntó por estos temas, pero el área de prensa del Ministerio de Trabajo contestó que el político no quería hablar de ese caso porque “ya pasó”.