Embajador Hovhannes Virabyan sobre los 108 años del genocidio armenio: “No hay familia armenia en el mundo que no haya perdido un ser querido”

Hoy se cumplen 108 años de la primera masacre que tuvo la humanidad. Hablamos del genocidio armenio que se inició un 24 de abril de 1915 y acabó en 1923. Precisamente, por cumplirse un aniversario más de esta tragedia que el mundo silenció durante mucho tiempo, Infobae habló en exclusiva con el embajador Hovhannes Virabyan que llegó a Perú para entregar sus cartas credenciales como diplomático del país europeo.

Virabyan no solo estará en Lima, sino también se moverá a Chile y Argentina como representante de Armenia. En medio de su agitada agenda, tratamos de regresar en la historia para explicar por qué se dio el ‘genocidio armenio’ que, según algunas investigaciones, comenzó cuando las autoridades del Imperio Otomano, gobernado por el partido ultranacionalista conocido como los Jóvenes Turcos, comenzó a difundir una campaña para criminalizar a los armenios que vivían en su territorio como presuntos enemigos para su seguridad.

“El genocidio armenio duró años. Por supuesto, no fue un día ni un año. Esa era la política del Imperio Otomano. Quiero destacar que lo que pasó se dio en el mismo Imperio Otomano, no era que eran armenios de otros campos”, recordó Virabyan. De hecho, se refiere al primer acto que desencadenó todo: la detención y el encarcelamiento a unos 235 miembros de la comunidad armenia en Estambul, que fueron ejecutados en Ankara.

“Más que 2.5 millones de armenios tuvieron que refugiarse para escapar y sobrevivir. Por supuesto, han dejado sus casas, todo lo tenían. Después, formaron una comunidad armenia dispolar que conocimos. Gracias a este ‘hecho’, fuera de Armenia ahora viven dos veces más armenios que [en Armenia misma]”, recordó.

El embajador de Armenia explicó que la permanente agresión del Imperio Otomano no se entiende porque la comunidad de armenios eran la primera minoría.

“Desde inicios de sus tiempos, incluso, estaban viviendo en sus tierras, pero con la llegada del Imperio Otomano empezaron los problemas y vivieron juntos por siglos, pero después de los últimos años cuando cayó [el Imperio Otomano], ellos vieron un riesgo en los armenios. Por eso, no se puede explicar por qué tomaron esta decisión porque ninguna persona, gobernador o político normal puede planificar masacres y genocidios de millones. Hablamos de seres humanos con vidas perdidas. También existió un genocidio cultural porque junto a esa amplia cantidad de gente también desaparecieron muchas tradiciones, canciones, bailes e historias”, mencionó Virabyan.

El diplomático agregó que “no hay familia armenia en el mundo que no haya perdido un ser querido”. “Un millón y medio de armenios murieron y dos y medio salieron para sobrevivir”, recalcó sobre el saldo que dejó la masacre para su país.

Un dato clave es que, durante años, se le ha reclamado a Turquía que reconozca que efectivamente se dio un genocidio de los armenios y no un acontecimiento que fue parte del contexto de la Primera Guerra Mundial tal como han querido insistir en su narrativa oficial.

“Si Turquía quiere convertirse en un país abierto, libre y demócrata, donde se respetan derechos humanos, tienen que conocer su propia historia. Quiero destacar que no consideramos al pueblo turco como un enemigo porque miles de armenios también han sobrevivido gracias a sus amigos y vecinos turcos que ayudaron a escaparles. Hablo de miles de familias. Eso era política del Gobierno turco de esa época y, de ninguna manera, los armenios quieren ver a los turcos como sus enemigos. Pero, desgraciadamente, esta política a veces sigue”, anotó.

El embajador Virabyan agregó que la gran pregunta que se hace es cuándo Turquía reconocerá lo que los libros de historia señalan: hubo un genocidio que acabó con la vida de miles de armenios. “[¿Ven la posibilidad de que reconozcan] Yo creo que lo van hacer porque se quieren convertir en un país demócrata que reconoce su historia y desea construir su futuro no en base a mentiras, sino en la verdad y las buenas relaciones con sus vecinos. Somos muy optimistas y seguros que un día, más lejos o antes, vamos a normalizar nuestras relaciones [con Turquía]”, mencionó.

El representante diplomático armenio enfatizó que, desde que su país logró su independencia allá por 1991, siempre tuvo buenas relaciones con Turquía sin ningún tipo de condicionamiento o pedido como el hecho de que reconocieran que fueron víctimas de un genocidio. Sin embargo, adujo que lamentablemente cerraron filas para apoyar a Azerbaiyán en el conflicto fronterizo que tienen desde el 12 de mayo de 2021, cuando soldados azeríes cruzaron la frontera y penetraron en las provincias armenias de Syunik y Gegharkunik.

De otro lado, el embajador Virabyan enumeró las actividades y cómo conmemoran el ‘genocidio armenio’ en su país. “En Armenia tenemos un monumento dedicado a las víctimas del genocidio. Cada 24 de abril, casi toda la población y gente que viene del exterior para este día, van a este monumento donde hay un fuego eterno. Todo esto se realiza en la capital Ereván. Ahí, marchando, a veces con unas colas enormes, llegamos a este fuego y ponemos flores. También tenemos un museo sobre el genocidio armenio”, detalla.

“Cada año vienen más turcos. En Turquía, hay un grupo de intelectuales que reconocen [el genocidio armenio]”, refirió.

El representante diplomático de Armenia indicó que “existe [en Turquía] el punto 301, si no me equivoco, que cualifica la pronunciación del genocidio armenio como un ataque contra la dignidad del pueblo y gobierno turco que tiene una pena de dos años encarcelamiento. Por eso, pueden ser condenados premios nobeles, etcétera, etcétera. Es decir, hay un movimiento”.

Perú es un país atractivo para Armenia. Por esa razón, el embajador Virabyan brinda las razones que llevaron a su país a tener una representación diplomática residente en nuestro país.

“Aunque Perú y Armenia, están geográficamente un poco lejos, tienen valores compartidos en el marco de la cooperación de las relaciones internacionales. Estamos más cerca de lo que pensamos y estas relaciones no se tratan de bilaterales, sino multilaterales donde colaboramos muy bien. Por ejemplo, tenemos una alianza de antiguas civilizaciones. El 20 de abril pasado se cumplió el 31 aniversario de la firma de documentos para tener lazos diplomáticos. Queda mucho potencial por explotar”, refirió.

El diplomático mencionó que el comercio podría una área clave en el que ambos países podrían trabajar de la mano en la actualidad. “Peruanos y armenios son representantes de pueblos milenarios. Compartimos muchos valores y tenemos amplio futuro de cooperación en áreas de cultura, educación, arte, tecnologías, relaciones y diplomacia parlamentaria también es muy importante”, anotó.

Sin embargo, la presencia en Perú es el anticipo de la proyección diplomática que Armenia tiene en Sudamérica.

“Durante los últimos treinta años hemos abierto en toda América Latina, tres embajadas. Por supuesto, no es suficiente. Este año vamos abrir una embajada en Montevideo, Uruguay, reciprocando porque ellos tienen una embajada en Armenia. Para nosotros, Uruguay es un país simbólico porque fue el primero que en el año 1965 reconoció el genocidio armenio. Desde allí vino de diferentes países y el reconocimiento internacional. Desde Argentina vamos a trabajar con concurrencia en Perú y Chile con mucho gusto. Vamos a tratar de seguir con esta cooperación con estos países porque de verdad creemos que podemos intercambiar buenas experiencias en asuntos económicos o tecnología”, agregó.

El embajador Hovhannes Virabyan también habló sobre la buena relación que tiene con la Unión Europea (UE) a pesar de no ser un miembro del bloque. De hecho, el país participa en el Consejo de Europa, en el programa de la Asociación Oriental de la UE, así como en la Asamblea Parlamentaria Euronest, que busca estrechar los lazos entre la UE y los Estados de Europa del Este.

“Por supuesto, Armenia trata de tener buenas relaciones con los centros del poder del mundo, incluido Bruselas”, dijo sobre el segundo socio comercial que tienen y aporta 65 millones de euros al año.

El embajador Virabyan también habló sobre las palabras que Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, quien destacó la relación excelente que hay con Armenia y las reformas pendientes que hay para adelante.

“Unión Europea, donde hay varios países, Armenia tiene muy buenas relaciones. Por ejemplo, Francia y Alemania. Con la gran mayoría tenemos excelentes relaciones. Siempre faltan reformas. Democracia no es un objetivo cumplido y no existe una perfecta en ningún lado del mundo. Es un trabajo de cada día y vamos en esa dirección. [...] Por supuesto, tenemos mucho trabajo en diferentes dimensiones”, añadió.