Culminados los diez años de gobierno de Alberto Fujimori, el Perú celebró nuevas elecciones generales en las que Alejandro Toledo de Perú Posible y Alan García del Partido Aprista Peruano se enfrentaron en una segunda vuelta. Culminada la jornada electoral, los primeros resultados no oficiales y lo informado por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) confirmaban que el líder de la chakana sería el próximo presidente.
Cuando la entidad electoral compartió los resultados al 50% del conteo de votos, el expresidente Alan García brindó una conferencia de prensa en la que confirmó que los 3.4 puntos porcentuales de diferencia no serían distintos una vez que se haya culminado con el conteo total. “Ha llegado el momento de extender al doctor Alejandro Toledo mi saludo y felicitación por ser el triunfador de estar jornada democrática”, indicó.
“Tal como me comprometí en el curso de la campaña, ratifico al doctor Toledo que en el ejercicio de su gobierno y presidencia tendrá en mi un fiel colaborador para cooperar en la reconstrucción económica, social e institucional de nuestra patria”, agregó el líder del Partido Aprista Peruano, quien regresaba al Perú tras residir en Francia. Además recalcó las coincidencias de ambos proyectos políticos en materia social.
García prometió cumplir su palabra de prestar apoyo al presidente electo Toledo para propiciar la “reconstrucción democrática de nuestra patria”. “No estaré a la expectativa, yo no entro en la oposición, yo voy a presentar cooperación, ayuda y apoyo en cuanto sea necesario y en cuento lo requiera el nuevo gobierno”, recalcó García en compañía de su esposa Pilar Nores y el expremier Jorge del Castillo.
Apoyo masivo
En el mismo discurso, el expresidente agradeció a los más de cinco millones de peruanos y peruanas que le otorgaron su voto. Esto a pesar de los cuestionamientos vertidos la última década en torno a presuntos actos de corrupción durante su primer quinquenio. García calificó los votos como “una inmensa y hermosa reparación moral en la que soñé y tanto tiempo esperé”.
En varios momentos recalcó su apoyo al nuevo gobierno, pero también indicó que la oportunidad de participar nuevamente en una elección democrática le permitió encontrarse con “mi pueblo, con esos cinco millones y medios de votantes a través de los que he encontrado una inmensa reivindicación y compromiso permanente con la patria”.
“Este es un gran triunfo para la democracia para quien ha sido electo presidente de la República y para quienes volvemos después de una larga humillación a reencontrarnos con casi la mitad de todos los peruanos. La diferencia señala que debemos cooperar todos los sectores, ambas candidaturas tienen una parte fundamental de la soberanía nacional. El camino de concertación por el que hicimos campaña debe abrirse paso”, indicó.
Alan García volvería a postular a la presidencia cinco años después. gobernó por segunda vez el Perú entre el 2006 al 2011, pero los cuestionamientos por presuntos actos de corrupción ocurridos durante su gobierno lo involucraron en la investigación del caso Lava Jato, el mismo que obligó a Toledo a ser extraditado al Perú. Sin embargo, el líder aprista decidió suicidarse cuando las autoridades estaban a punto de detenerlo.
Las dos figuras que lideraron las elecciones del 2011 fueron investigadas por el caso Lava Jato, pero solo Toledo enfrenta a la justicia peruana. Esto tras sus intentos de evadir los procedimientos en su contra. Al cierre de esta nota, el expresidente era trasladado a la prisión de Barbadillo donde cumplirá prisión preventiva junto a Alberto Fujimori y el expresidente Pedro Castillo.