Tras seis años de espera de la Fiscalía en el Perú, el expresidente Alejandro Toledo arribó a suelo nacional este domingo 23 de abril.
Ell vuelo llegó a las 7:02 y se espera que este sea trasladado al penal Barbadillo, en Ate, donde también residen los expresidentes Pedro Castillo (órdenes de prisión preventiva) y Alberto Fujimori (crímenes de lesa humanidad, entre otros).
Aunque el requerimiento fiscal de deportación inició en el 2017, año en el que Toledo viajó a Estados Unidos (EE.UU.) tras anticiparse a la orden de prisión preventiva que le impondrían, el proceso inició formalmente en la justicia norteamericana casi dos años después.
El avance de las diligencias fueron entorpecidas por inesperadas situaciones, como el COVID-19, y los diversos recursos legales de la defensa para aplazar la entrega de su patrocinado.
En el 2019, el ex líder del partido Perú Posible fue detenido en en EE.UU. por el mandato de deportación que pesaba en su contra. Por ese entonces, atravesaba su primera comparecencia ante las autoridades de dicho país.
El juez del caso, Thomas S. Hixson, le negó la fianza solicitada por sus abogados y Toledo Manrique permaneció recluido. No fue hasta el veinte de marzo del 2020, un año después, cuando debido a la pandemia del coronavirus se cambió su condición.
Durante su arresto domiciliario, le fue impuesto usar un grillete electrónico. Sin embargo, en abril del mismo año, las autoridades norteamericanas reportaron que el peruano se escapó cuatro veces en cinco días.
Por ello, consideraron que la fianza de un millón de dólares no generaba ningún cambio. El magistrado Hixson le advirtió regresar a prisión, pero poco después le otorgó ocho horas de permiso de salida.
Fue solo cuestión de tiempo para que sus excesos le pasaran factura. Tras innumerables alegatos y maniobras legales de la defensa, finalmente se aprobó hace algunas semanas su extradición al país.
Tras una suspensión de dos semanas de la medida, y agotarse todas las vías judiciales, el expresidente arribó al Perú en medio de la gran expectativa por los casos Interoceánica y Ecoteva; en el primero de ellos se le atribuye recibir presuntos sobornos de la constructora Odebrecht, mientras que en el último se le investiga por el eventual uso de dicho dinero.