Siete exalumnos de la Universidad Alas Peruanas (UAP), la casa de estudios la casa de estudios que, en 2008 y 2009, aprobó las tesis de maestría y doctorado de Patricia Benavides, nunca vieron en el aula a la fiscal de la Nación ni la recuerdan.
Las declaraciones de estos abogados, exmagistrados y fiscales en funciones fueron difundidas este viernes por el semanario de investigación Hildebrandt en sus trece, que semanas atrás reveló que los documentos académicos de la titular del Ministerio Públcio están desaparecidos.
Solo un consultado para la publicación aseguró que compartió ambiente académico con Patricia Benavides. Se un trata de Alberto Rossel, exfiscal denunciado por suplantar identidades e investigado por tráfico de influencias y patrocinio ilegal.
Los demás entrevistados coinciden en que la fiscal de la Nación no asistió al curso por el que obtuvo su título doctoral, fundamental para que llegara a presidir su cargo.
Según el semanario, en 2009, la UAP ofrecía “cursos de actualización” para obtener títulos de doctor. Al programa podían postular únicamante personas que hubieran terminado sus estudios de posgrado en otra universidad y quisieran obtener el cartón de forma exprés.
La oferta incluía un taller de cuatro meses, que abrazaba a 15 alumnos y se dictaba los sábados —de 9:00 a 14:00 horas—, por unos 5,000 soles. “A esa señoran no la he visto nunca”, dice un excompañero de Patricia Benavides.
Este abogado y su esposa dijo que, quien dictó el curso y los asesoró durante los cuatro meses, fue Norvil Cieza, nombrado por Benavides como gerente central de la Escuela del Ministerio Público solo siete después de que Benavides fuera ascendida a fiscal de la Nación, según el semanario.
“No la recuerdo, no te voy a mentir, eso no quiere decir nada, simplemente no la recuerdo”, dijo Jorge Rodríguez Vélez, exmagistrado del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), quien también llevó el curso de doctorado con Benavides.
“Fueron varias las personas que fuimos a hacer la tesis a Alas Peruanas. Eran expeditivos. Graduarse es caro, ellos daban las facilidades. Me calificaron bien, pero no magna cum laude”, ironizó.
Yino Yauri Ramón, abogado de Cerro de Pasco, también fue parte del curso de doctorado de Alas Peruanas. Tampoco la recuerda. “No la conozco. En esa clase nunca la vi”, matizó.
Yasmina Riega, abogada y docente universitaria, brindó una respuesta es similar. “Eso es pedirme demasiado. No me acuerdo de ella”, señaló, al igual que Karla Pérez Unzueta, fiscal provincial de la Segunda Fiscalía de Familia de Santa Anita (en este caso, fue “compañera” en la maestría del 2008).
José Sánchez Romero, exprocurador público del Ministerio de Educación y actualmente dedicado al arbitraje y docencia, tampoco tiene recuerdo de Benavides. “También hubo gente que se presentó al inicio y luego nunca más apareció, abandonaron”, afirmó.
Los entrevistados afirmaron que estaban obligados a entregar cinco copias de sus tesis a la UAP. “Tres eran para el jurado y dos quedaban para la biblioteca. Primero pedían el anillado y ya luego, cuando se aprobaba, se mandaba a empastar. Entregué a la mesa de partes todas las copias”, agregó Sánchez.
Sospechosa excepción
El único que recuerda a Patricia Benavides entre los ocho entrevistados fue Alberto Rossel, exfiscal investigado por corrupción. Según el semanario, en un inicio mostró disposición para hablar sobre su paso por el curso de doctorado, pero canceló la entrevista presencial de manera repentina.
Tampoco concretó una llamada telefónica, aunque envió un mensaje en el que afirmó que había visto “no solo a la doctora (Benavides) sino también a otros fiscales y magistrados del Poder Judicial”.
La Junta Nacional de Justicia (JNJ) investiga a Patricia Benavides, quien lidera los casos abiertos contra Pedro Castillo y Dina Boluarte, por sus títulos académicos. por presuntas irregularidades en los cambios del equipo especial Cuellos Blancos, que sigue una red de corrupción en la Judicatura; y por usar su cargo para beneficiar a su hermana en una investigación sobre presuntos sobornos para liberar a reos imputados por narcotráfico.
“Toda mi vida personal y profesional siempre ha sido y será con respeto a la ley, por eso soy fiscal. Seguiremos investigando y trabajando en beneficio de la ciudadanía, pese a quien le pese”, ha dicho la magistrada, sin abundar explicaciones ante los cuestionamientos.