El expresidente Alejandro Toledo, el recluso N° 831633 ingresado este viernes al Centro Correccional de Maguire, en San Mateo (Estados Unidos), ha solicitado mediante sus abogados la devolución del millón de dólares que entregó como fianza para ser excarcelado en 2019.
El oficio de las letradas Mara Goldman y Jodi Linke fue elevado al despacho del juez Thomas S. Hixson, luego de que el exmandatario se entregara a la Justicia estadounidense. El pedido incluye intereses, según el escrito difundido por El Comercio.
“El doctor Toledo [...] solicita a este Tribunal que exonere la fianza de comparecencia y que devuelva la fianza en efectivo más intereses a los propietarios enumerados en el formulario de Declaración Jurada de Propietario de Seguridad en Efectivo en los archivos de la Oficina del Secretario”, se lee en el documento.
Toledo obtuvo libertad bajo arresto domiciliario en 2019 ―entonces, también fue internado en la pisión de San Mateo—, tras entregar ese monto como fianza, de los cuales 500 mil dólares fueron abonados en efectivo y no asegurados mediante bienes.
Según la orden emitida por el juez en ese momento, el importe fue cubierto, en parte, por cinco amigos estadounidenses del expresidente, así como por Eliane Karp, su esposa, quien entregó 175.000 dólares.
El expresidente estaba obligado a entregarse a las autoridades este viernes por la mañana en el edificio Robert F. Peckham, sede del Tribunal del Distrito Norte de California, en la ciudad de San José.
El exmandatario había manifestado a EFE que desconocía el tiempo que permanecerá recluido en Estados Unidos y “quiénes vendrán desde Perú” para ejecutar la extradición que, según su equipo legal, debe pasar a manos de la Interpol próximamente.
Toledo está imputado por la presunta comisión de los delitos de lavado de activos, colusión y tráfico de influencias en relación con el escándalo Odebrecht que, a su vez, forma parte del conocido Caso Lava Jato y que salpicó a diferentes dirigentes latinoamericanos.
En 2019, el fundador del extinto partido Perú Posible ya fue arrestado en California, donde impartía clases en la Universidad de Stanford, por el mandato de extradición que pesaba sobre él, pero un año después fue puesto en régimen de arresto domiciliario tras considerarse que su salud podría peligrar durante la pandemia.
En septiembre pasado, la Justicia estadounidense dio luz verde a la extradición de Toledo a Perú, al haber hallado pruebas suficientes que justifican esta medida, que fue avalada en febrero de este año por el Departamento de Estado.
“Estoy profundamente desilusionado con lo que ha sucedido en el Departamento de Justicia y en el Departamento de Estado (EE.UU.), pero eso no quita mi gratitud con este país que me lo ha dado todo”, dijo.