Keiko Fujimori fue sometida hoy a una delicada operación para retirar el “tumor de 4 x 2 cm. aprox, diagnosticado como neoplasia folicular, sistema de Bethesda de tiroides 4″. La lideresa de Fuerza Popular acudió desde muy temprano a una clínica local para realizarse el procedimiento para que esta pieza sea analizada y así conocer de la presencia de posibles células cancerígenas.
En su comunicado vía redes sociales hace unos días, la fujimorista detalló que deberá “someterse a una operación para extirparlo y definir su naturaleza exacta”. Además, indicó que hace público su estado de salud “para evitar cualquier tipo de filtración o mala interpretación”.
Al respecto, Infobae Perú conversó con la Dra. Romyna La Rosa Vásquez, Jefa del Servicio de Endocrinología del Instituto Neurometabólico (INM), quien explicó que el diagnóstico de la hija de Alberto Fujimori se dio luego de someterse a una serie de exámenes con médicos especialistas ante la alarma de la detección temprana de un bulto en el cuello.
“Existen los nódulos en la tiroides. La señora Keiko Fujimori acudió al médico especialista por una tumoración en el cuello y se sometió a una biopsia tiroides que permitió ver toda una graduación para ver el riesgo de qué tan peligroso podría ser esta tumoración. A esto es lo que conocemos como la clasificación del sistema de Bethesda, que se hace a nivel de microscopio”.
La especialista sostuvo que el nivel del Bethesda 4 de esta tumoración es “como si estuviera en el medio”, ya que el 30% de estas tumoraciones podrían degenerarse en cáncer. Agregó que ante esa posibilidad y por el tamaño del tumor, una biopsia no puede detectar si tiene células cancerígenas que afecten su salud.
“El tamaño no te da el riesgo, es decir, no porque es más grande es más peligroso. Incluso, podría ser pequeño e incluso ser un Bethesda 6, cuyo 99% de los casos es cáncer. Por ello, en este caso al ser un tumor grande una biopsia no puede sacar todas las partes de un nódulo tan grande y teniendo en cuenta los antecedentes familiares que tiene y el 30% de posibilidad que corresponda a maligno, sí corresponde que se someta a una cirugía”, detalló la Dra. La Rosa.
La también jefa del departamento de Endocrinología del INEN, recalcó que “la naturaleza exacta de todo ese tumor recién se va a saber cuando se analice la pieza patológica tras la cirugía a la que se someterá”.
“Todo se va a saber al 100% cuando se analice completamente el nódulo y es ahí donde se conocerá si se descubren células cancerígenas más peligrosas de lo que dice la biopsia”, indicó la médico endocrinóloga.
De la misma manera, el Dr. Edgar Salas Moscoso, cirujano oncólogo de cabeza y cuello de la Clínica Ricardo Palma, detalló que la biopsia realizada a la excandidata presidencial hace referencia a que existen “cambios en estas células”.
“Keiko tiene un nódulo en la glándula tiroides de cuatro centímetros que tiene una alta sospecha ser cáncer. Va a ser intervenida quirúrgicamente para poder descartar o confirmar ese diagnóstico, a pesar de ello, nosotros decimos que ella va a poder hacer su vida normal”, señaló.
Asimismo, coincidió con la especialista La Rosa Vásquez sobre el nivel 4 de Bethesda, donde existe una “probabilidad de 30% sea cáncer y un 70% que no”. Ante ello, lo que continuaría luego de la operación es un análisis del tejido para finalmente se concluya con una etapa.
¿Cómo se llega al diagnóstico?
De acuerdo a la Dra. La Rosa Vásquez, es posible que Keiko Fujimori haya tenido este tumor desde hace tiempo, pero al bajar de peso este se hizo más notorio en el cuello. “Con ese tamaño ya se nota más la simetría cuando habla, pasa saliva o porque habla. Entonces eso llama la atención, ella acude al médico, se somete a una ecografía y ahí es donde le ven características de peligrosidad que amerita una biopsia y es así como ella al médico patólogo que le hace el diagnóstico”.
“La clasificación de Bethesda es viendo células de la tumoración, es decir luego de someterse a una biopsia y ver las células en el microscopio”, agregó.
Manifestó además que “una vez que le saquen el tumor es que van a analizar las células para ver si es que no hay más células degeneradas que puedan cambiar el grado”.
La Dra. Romyna La Rosa dijo que la operación a la que se someterá Keiko Fujimori dura alrededor de 2 a 4 horas. “Durante la operación solo se saca el nódulo y no tendría por qué dejar de funcionar su tiroides, porque si está localizada la lesión solo se le retira la pieza. Ella no está entrando con diagnóstico de cáncer al quirófano”.
Por su parte, el cirujano oncólogo de cabeza y cuello de la Clínica Ricardo Palma también explicó que la neoplasia folicular hace referencia a la aparición de un “bulto o bola” dentro de la glándula tiroides, la cual se encuentra ubicada en el cuello. A su vez, precisa que puede ser detectado a tiempo.
“Esta glándula tiene forma de mariposa, tiene dos alas grandes, y se posa exactamente en la parte anterior del cuello, en la línea medial. (...) Antes, lo que se hacía era retirar toda la glándula cuando se encontraba algún nódulo, pero lo que se hace ahora es introducir una aguja, y esa aguja pequeña, lo que hace es obtener unas cuantas células y decirnos si esto es bueno o si es malo”, manifestó.
En tanto, reveló que el 25% de pacientes detectados que son detectados con este tipo de cáncer son por herencia familiar, el exceso en la dieta, exposición a la radiación o alguna mutación puntual. Mientras que, el 75% no tiene ningún antecedente de riesgo.
“El 30% de las mujeres tienen nódulos en la tiroides. Sin embargo, estos nódulos no siempre son cáncer. El 60% desaparecen, el 30% puede permanecer todo el tiempo y no crecer todo el tiempo. Mientras que, el 10% se podría cambiar de tamaño y el 1% puede ser cáncer de tiroides”, relató a este medio.