La alta desaprobación del Congreso de la República, sin duda, tiene una repercusión cuando algún integrante de este poder del Estado asiste a alguna actividad pública. Así se evidenció en la región Arequipa, donde el legislador Edwin Martínez fue pifiado y sacado a gritos por la población.
Según Radio Yaraví, el integrante de la bancada de Acción Popular fue el invitado estelar de la ceremonia por aniversario de la Asociación Héroes del Cenepa, ubicada en la parte alta del distrito de Mariano Melgar. Cuando Martínez iba a dar unas palabras en esta actividad, ahí vino la sorpresa.
Los asistentes comenzaron a pifiar y lanzar gritos contra el parlamentario para que se retire. “Que se vaya”, fue la frase más repetida por los asistentes que no dejaban de mostrar su malestar con Martínez. Sin embargo, él no se amilanó y atinó a decir unas cuantas palabras.
“Hoy, muchos dicen que no lo quieren (a Edwin Martínez). Yo quiero ser honesto, mientras tenga que servir al Perú, yo voy a seguir sirviendo a mi patria, con la misma humildad y el mismo empeño que lo he hecho desde un inicio, sin temor a los gritos, sin temor a las chiflas”, apuntó.
Tras ello, el congresista de Acción Popular dispuso retirarse para evitar más la incomodidad y el bochornoso espectáculo.
Se agarró a golpes
El pasado 22 de marzo, el congresista Edwin Martínez protagonizó un bochornoso episodio.
El integrante del Legislativo recorre las calles de Arequipa resguardado por su seguridad cuando un ciudadano intenta lanzarle un huevo que llevaba escrito su nombre. Tras fallar, ambos se encontraron frente a frente y empezaron a intercambiar puñetazos hasta que los agentes de la PNP intervinieron en favor de integrante de la bancada de Acción Popular.
La imágenes registradas por los testigos del enfrentamiento dan cuenta de que el parlamentario terminó con el polo destrozado y fue salvado por los agentes del orden quienes reprimieron al atacante. Una vez resguardado, se dirigió a su vehículo saludando y sonriendo a quienes le lanzaban insultos.
En el lugar quedaron un enorme huevo que se leía Martínez Talavera, sus dos apellidos.