La Marcha de los Cuatro Suyos, los escándalos durante su presidencia y los sobornos de Odebrecht: así fue la vida política de Alejandro Toledo

Cuando asumió el gobierno en 2001, afrontó una serie de problemas, entre los que se encuentran no reconocer a su hija, el ‘avión parrandero’ y la reunión en el hotel Melody. Este viernes se entregó a la justicia de Estados Unidos para ser extraditado a Perú: tiene que responder por los señalamientos en el caso de la constructora brasileña y cumplir una prisión preventiva de 18 meses mientras se sigue el proceso por el caso Interoceánica.

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Alejandro Toledo fue presidente de
Alejandro Toledo fue presidente de 2001 a 2006. Su gobierno estuvo plagado por escándalos y corrupción. (Andina)

El expresidente Alejandro Toledo se entregó a la justicia de Estados Unidos este viernes. Quien fuera el abanderado de la Marcha de los Cuatro Suyos contra el gobierno de Alberto Fujimori se convirtió en la misma sombra del líder fujimorista. El fundador de Perú Posible será extraditado al Perú para responder por las acusaciones de millonarios sobornos por parte de la empresa brasileña Odebrecht, a cambio de ofrecerle la construcción de la carretera Interoceánica, durante su presidencia, de 2001 a 2006.

El político, que, gracias a una beca de orden religiosa, estudió en la Universidad de San Francisco, y se licenció y doctoró en la Universidad Stanford sobre estudios en gestión empresarial y una tesis acerca de recursos humanos, inició su carrera como economista internacional en la consultoría de la Organización de la Naciones Unidas (ONU), del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del Banco Mundial, con varias estancias en Nueva York, París, Ginebra y Washington D.C.

En 1981, Alejandro Toledo regresó al Perú para ser consejero del Banco Central de Reserva (BCR) y del ministerio de Trabajo en el gobierno de Fernando Belaunde Terry (1980-1985). También se desempeñó como catedrático de finanzas en la Escuela de Administración de Negocios para Graduados (ESAN).

Poco a poco, el joven que había nacido en una familia pobre del pueblo de Cabana (Pallasca, Áncash) y laboró como limpiabotas y vendedor ambulante en su adolescencia para sostener la alicaída economía familiar, despegaba en la política peruana.

Fotografía de Alejandro Toledo en
Fotografía de Alejandro Toledo en el anuario de 1970 de la Universidad de San Francisco. (Gleeson Library Digital Collections, University of San Francisco)

Alejandro Toledo en la década de 1990

Alejandro Toledo se interesó en la política: participó en protestas y manifestaciones contra el gobierno de Alberto Fujimori, convirtiéndose en un líder prominente de la oposición, luchando por la democracia, y los derechos humanos en Perú.

En diciembre de 1994, anunció la creación de la organización política Perú Posible. Se postuló para la presidencia en las elecciones de 1995, aunque no llegó a la segunda vuelta: solo obtuvo 3.2% de los votos.

Pese a la derrota, Alejandro Toledo se mantuvo relacionado a la política peruana. Presentó el manifiesto Cartas sobre la mesa: testimonio y propuestas para un país posible, para denunciar la corrupción y la política económica de los últimos gobiernos.

Volvió a aparecer en el espectro político a finales de 1999, cuando anunció otra vez su candidatura presidencial para los comicios de 2000, que se vio marcado por la controversia que Alberto Fujimori se presentaría por su tercer periodo, algo que prohíbe la Constitución de 1993.

Los expresidentes Alejandro Toledo y
Los expresidentes Alejandro Toledo y Alan García, ambos involucrados en el caso Odebrecht. (Guillermo Venegas)

El Cholo, sobrenombre que se utilizó en los medios de comunicación para referirse a ese hombre de 1.65 metros proveniente de la sierra y que él tomo con agrado, desafió al fujimorismo.

En la primera vuelta electoral, el 9 de abril de 2000, Alejandro Toledo alcanzó los 40.3% de votos, mientras que Alberto Fujimori logró 49.8%. La cabeza de Perú Posible reclamó que hubo fraude argumentando que le habían robado las elecciones. Anunció que no iría a la segunda vuelta si no se aplazaba hasta el 18 de junio de 2000 porque quería verificar las irregularidades que fueron citadas por los observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Alberto Fujimori rechazó el aplazamiento; Alejandro Toledo decidió retirar su candidatura. Pese a ello, la segunda vuelta se celebró para que el fujimorismo se atribuya la victoria: los votos en blanco superaron el 50%. Y Perú Posible logró ser la segunda fuerza política en el Congreso con 26 curules.

La Marcha de los Cuatro Suyos

Después de conocerse su derrota, Alejandro Toledo convocó a la multitudinaria Marcha de los Cuatro Suyos, en la Plaza San Martín, inspirada en los cuatro puntos cardinales del imperio incaico. El objetivo era reclamar por la re-reelección de Fujimori.

El líder de Perú Posible, que encaminó esta concentración, pidió a los protestantes que la marcha sea pacífica. No obstante, hubo enfrentamientos con la Policía que lanzó gases lacrimógenas; mientras que los manifestantes recurrieron a palos y piedras.

Un incendio en el Banco de la Nación, en ese día, dejó seis guardias de seguridad muertos por asfixia.

Toledo denunció que hubo agentes de inteligencia del gobierno de Fujimori que se habían infiltrado en la marcha y provocaron la violencia. Los organizadores de esta protesta, que estaban relacionados con el expresidente, dijeron que tenían grabaciones de videos, fotos y otras pruebas.

Alejandro Toledo encabezó la Marcha
Alejandro Toledo encabezó la Marcha de los Cuatro Suyos. (La República)

En medio de las sospechas de una fraudulenta corrupción en las elecciones del 2000, se difundió el primer video: el asesor presidencial Vladimiro Montesinos, jefe de los Servicios de Inteligencia Nacional (SIN), soborna al reciente elegido congresista Alberto Kouri, de Perú Posible, para que se pase a las filas del fujimorismo. En las grabaciones habían políticos, banqueros, dueños de medios de comunicación y presentadores de televisión.

Debido a los ‘vladivideos’, Alberto Fujimori renunció a la presidencia por fax desde Japón, pero el Congreso lo destituyó por “incapacidad moral y permanente”, el 21 de noviembre de 2000. Se abría una nueva posibilidad para que Alejandro Toledo sea presidente del Perú.

Los escándalos de Alejandro Toledo durante su presidencia

El titular del Congreso, Valentín Paniagua, asumió la presidencia transitoriamente y convocó a los comicios presidenciales para mayo de 2001: Toledo era el favorito.

Ahora, el líder de Perú Posible debía contestar por algunas acusaciones: la negativa a reconocer una hija ilegítima de 13 años —al final, la firmó con su apellido y hoy es una renombrada politóloga— y la divulgación de unas fotos en la revista Caretas, en el que supuestamente aparecía bajo los efectos del alcohol y la cocaína, rodeado de varias mujeres en el hotel Melody, en 1998.

Aún con estas incertidumbres, Alejandro Toledo ganó la presidencia, en la segunda vuelta, con un 53.08 % ante un 46.92% de Alan García, del APRA. Su victoria fue vista como una señal de cambio y un rechazo a la era de Fujimori y su gobierno autoritario.

Ya en el sillón presidencial, los alborotos no acabaron: fue conocido el ‘avión parrandero’, en el cual sus integrantes habrían estado en estado de ebriedad cuando iban a abordar una aeronave para viajar de Málaga a Madrid. Hubo un canciller dormido, por pasarse de copas, que gritó “¡Pásame la botella!”, estribillo de una famosa canción; así como otro funcionario, que exclamó: “¡Allá va el avión parrandero!”, que se utilizó en los siguientes años.

Además de su conocida impuntualidad —la ‘hora cabana’ por su demora en asistir a los actos públicos— Alejandro Toledo también tuvo que lidiar con las protestas al interior del Perú: en Arequipa hubo una marcha por el anuncio de la privatización de las compañías eléctricas Egasa y Egesur, en el cual tuvo que ceder y firmar un acuerdo con las autoridades locales; el reclamo de los pequeños productores madereros del departamento de Madre de Dios para exigir la anulación de las concesiones forestales otorgadas a la empresa privada, por lo que el exjefe de Estado tuvo que renovar su gabinete; y la huelga indefinida de los gremios de profesores, agricultores, empleados de la sanidad pública y del Poder Judicial para exigir mejoras salariales.

Durante su mandato, el exjefe de Estado implementó políticas económicas neoliberales y trabajó para reducir la pobreza y mejorar la educación en el país. Sin embargo, su gobierno también fue criticado por la corrupción y la falta de progreso en la lucha contra la desigualdad. Desde que dejó la presidencia en 2006 (intentó vanamente postular en las elecciones 2011), ha sido objeto de varias investigaciones y acusaciones de corrupción entre las que se encuentran Odebrecht y Ecoteva.

El escándalo del Hotel Melody
El escándalo del Hotel Melody se difundió antes de que Alejandro Toledo asuma como presidente. (Caretas)

Odebrecht y Ecoteva

Jorge Barata, exdirector de Odebrecht en Perú, dijo a la Fiscalía en 2017 que la constructora brasileña le pagó más de 31 millones de dólares en sobornos a Alejandro Toledo, a cambio de la adjudicación de los tramos 2 y 3 de la carretera Interoceánica Sur.

El empresario alemán Josef Maiman, gran amigo de la familia Toledo-Karp, delató las coimas que recibía en cuentas offshore de la compañía sudamericana. Antes de fallecer en su casa de Israel, se acogió a la colaboración eficaz y se convirtió en una pieza clave para el Ministerio Público: recordó que no eran 31, sino más de 35 millones.

Gracias a la declaración de Barata, se unió la investigación a la carpeta del caso Ecoteva, que involucra a Alejandro Toledo y a su esposa Eliane Karp por el presunto delito de lavado de activos agravado por una cuenta offshore a nombre de su suegra Eva Fernenbug.

Cuando la exprimera autoridad del Perú sea extraditado de Estados Unidos en tres o cuatro días, como aseguró su abogado, deberá cumplir una prisión preventiva de 18 meses mientras se sigue el proceso por el caso Interoceánica: la Fiscalía solicitó 20 años de prisión.

Aún se desconoce en qué centro penitenciario pasaría esos días, aunque todo hace indicar que acompañará a Alberto Fujimori y Pedro Castillo en el Establecimiento Penitenciario Barbadillo, que se encuentra al interior de las instalaciones de la Dirección de Operaciones Especiales (DIROES) y opera de manera autónoma a través del Instituto Nacional Penitenciario (INPE). Allí ya lo esperan.

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