Excolaborador de la DEA recordó el caso Joaquín Ramírez: “Lavaban dinero de autoridades que robaban al país”

Durante los últimos días, la Fiscalía y la Policía están incautando diversos bienes e inmuebles de Joaquín Ramírez, alcalde de Cajamarca y exsecretario general del partido Fuerza Popular, debido a la investigación de lavado de activos que se le sigue. Esta historia se conoció en plena segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 2016.

Desde Estados Unidos, Infobae logró contactar con el protagonista de este destape: el piloto Jesús Vásquez, quien colaboraba con la Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos (DEA) y relató que Ramírez le confesó haber lavado 15 millones de dólares a favor de la entonces candidata Keiko Fujimori, quien terminó perdiendo por este hecho ante el expresidente Pedro Pablo Kuczynski.

―¿A casi siete años de su declaración del caso Joaquín Ramírez se reafirma en todo?

Por supuesto, porque todo lo que he contado es verdad. Ahora, lo que falta es tratar de hacer una información o cooperación con los Estados Unidos para recuperar o también incautar lo que él tiene en ciudades donde vino a lavar dinero a través de la compra de bienes.

―El hilo de la madeja de esta historia vino por la propia boca del señor Ramírez. Digamos, el audio en el que se le escucha hablar de cómo lavaría 15 millones de dólares en una cadena de combustibles para Keiko Fujimori no es algo que usted lo inventó, sino que fue una confesión.

Por supuesto. Inclusive, cuando los fiscales vinieron aquí a tomar mi declaración, también lo hicieron con los abogados de Joaquín Ramírez, Keiko Fujimori y Fidel Ramírez, quien en ese tiempo todavía vivía. Yo demostré que esos 15 millones sí existían. Las inversiones que había hecho él [Joaquín Ramírez], cuadran exacto con todo lo que había dicho. Todo es verdad.

―¿Podría recordarnos cómo nació su colaboración con la DEA en este asunto?

Claro. Yo venía trabajando con la DEA desde el año 2005 por otros casos. Sin embargo, en el 2010 es que decido quedarme a vivir acá [en Estados Unidos]. Mi enlace con la DEA hizo que me enseñarán unas fotos y me digan que estaban investigando a esta gente [Joaquín y Fidel Ramírez] y da la casualidad que yo lo había conocido recientemente en Perú. Entonces, me dieron la misión de grabarles todo lo que hablaban cuando venían por acá. Me enlacé con él [Joaquín Ramírez] para decirle que me buscara aquí. Efectivamente, cuando venía, yo lo esperaba en el aeropuerto y así comencé a investigarlo. Tenía una grabadora en la que registraba todo lo que él me decía.

―¿Joaquín Ramírez no sospechó en ningún momento que lo estaba grabando?

Al final, parece que hubo una infidencia y me delataron. Entonces, él dejó venir y llamarme. Eso habrá sido en el 2015 más o menos. Pero ya me había contado varias cosas. Teníamos investigado mucho. Lo que pasa es que, aparte que yo lo grababa, también la DEA lo investigaba por inversiones en otras cosas como sus bancos. Ellos tienen una información más amplia.

―Tras obtener el testimonio de Ramírez, me parece que también hubo intentos para que usted cambie de versión. Le ofrecieron dinero. ¿Cómo pasó esa historia?

Bueno, había una persona a la que conocía en la ciudad de Trujillo.

―¿Qué nombre tenía?

Se llamaba Alfonso Urrunaga. Él me contó que Joaquín [Ramírez] vivía entre Trujillo y Cajamarca. Alternaba entre las dos ciudades. Luego, me dijo que era su abogado y de su hermano Osías. Como sabían que los fiscales venían para tomarme mi manifestación, por intermedio de este señor Urrunaga, me ofrecieron dinero para mantenerme en silencio y no decir nada más. Le grabé todo y lo denuncié ante la Fiscalía, porque yo jamás he aceptado dinero mal habido de nadie. Así que se volvió a destapar todo eso, pero desgraciadamente en esa época el caso no avanzaba nada. Menos mal que ahora el fiscal [Wilson] Salazar, cuando estuvo acá tomándome mi manifestación, me prometió que sí iba a hacer algo y parece que lo está cumpliendo porque ha liderado las diligencias fiscales.

―Este caso lleva siete años. ¿En algún momento pensó que la investigación se podría caer?

Para mí ha sido una satisfacción única porque lo que dije no ha sido en vano. El tiempo me ha dado la razón con todo lo que venía investigando acá. Sinceramente, esperaba algo negativo porque esta gente [los Ramírez] compra jueces y fiscales. Es más, en una oportunidad, Joaquín Ramírez me contó que su tío Fidel tenía todo el Poder Judicial en sus manos. Es decir, él había hecho todo un grupo de autoridades como jueces supremos y generales de las Fuerzas Armadas. [Buscaba] Tener un grupo de poder de tal forma que cuando caían grandes narcotraficantes o cualquier delincuente de alto vuelo, ellos lo protegían.

―La Fiscalía ha proyectado que van a incautar mil millones de dólares en bienes. Avionetas, grifos y locales de la Universidad Alas Peruanas. ¿Usted imaginaba esta gran cantidad de patrimonio que tenía Joaquín Ramírez?

Claro, hay que tener en cuenta que la especialidad de ellos [los Ramírez] es lavar dinero mal habido. Porque no solamente era el dinero de ellos, sino que lavaban dinero de autoridades que robaban al país. O sea, ellos se encargaban de lavar todo lo que robaban jueces y militares corruptos. Y todo ese dinero todavía falta incautar. Ojalá que con la venia de Estados Unidos puedan venir a embargar lo que hay acá.

―¿Por ejemplo?

Acá, ese señor [Joaquín Ramírez] levantó dos edificios. Uno recién ha empezado a construirse en pleno centro bancario aquí en Miami. Yo estuve por ahí con él cuando no había nada. Ese terreno era de un piso y ahora será un edificio de nueve a sesenta pisos nuevo. Después hay un hotel que compró. Aparece solamente un departamento a nombre de él por su corporación que tenía acá. Yo estuve con él en ese edificio. Me dijo que era su propiedad. Recuerdo que eran dos torres. Inclusive, me presentó colombianos que le encontraban los inmuebles.

―¿Ellos le ayudaban a conseguir los inmuebles?

Claro, aparentemente esa ayuda era como un canje. Ellos le buscaban inmuebles acá [en Estados Unidos] y allá [en el Perú] entregaban droga.

―¿Usted considera que el narcotráfico es el origen de la fortuna de Ramírez?

Hay indicios, muchos indicios. Inclusive, tienen alguna conexión porque acá [en Estados Unidos] seguíamos a un narco grande. En una intervención hacían como que nunca se habrían conocido [con Joaquín Ramírez], pero sí llegamos a detectar algo. Hay un avión en la Marina, creo que es el Fokker 27, que nadie le toma importancia y nosotros sabíamos que iba a transportar cinco mil kilos de droga. Ese estaba a nombre de Fidel Ramírez, tío de Joaquín, por una compañía que hizo en Miami. Extrañamente, parece que hubo una infidencia y lo dejaron abandonado el avión. A ellos [los Ramírez] les llegó a costar como cinco millones de dólares. ¿Quién deja abandonado un avión así?

―El Ministerio del Interior consideró que el caso Joaquín Ramírez es el segundo más grande de lavado de activos detrás del empresario Rodolfo Orellana. ¿Coincide con esta apreciación?

Creo que de hecho ha sido mayor al de Orellana.

―Ramírez ha salido a mencionar que la incautación de sus bienes resulta rara porque se hace después de siete años. ¿Qué opina?

Es que ellos siempre se han sentido como dueños del Perú. Creyeron que tenían todo controlado porque se encargaban de corromper a todas las autoridades. Últimamente, tenían todo: el Poder Judicial, el Tribunal Constitucional, la Fiscalía de la Nación. O sea, se han estado apoderando nuevamente de las instituciones, pero parece que el doctor [Wilson] Salazar [fiscal a cargo del caso Ramírez] ha hecho una investigación un poco hermética. Parece que la fiscal [Patricia Benavides] no se ha dado cuenta, porque sino lo hubiera cambiado [en referencia a los cambios de fiscales que hubo en el caso Cuellos Blancos del Puerto].

―Fuerza Popular salió a deslindar de Ramírez. Incluso, la abogada de Keiko Fujimori dijo que su patrocinada no tenía nada que ver.

Bueno, todos saben que ella [Keiko Fujimori] lo protegía y se decía que parte del dinero que Joaquín [Ramírez] lavaba era en parte de lo robado por su padre con Vladimiro Montesinos. Porque este señor apareció con tanta plata de un momento a otro. Además, tenía una amistad con ellos [los Fujimori]. Ahora, ese partido Fuerza Popular no sirve más que para hacer maldad porque ha malogrado al sistema político y social del Perú. Ellos han entrado a robar y proteger gente de mal vivir. Tanto es así que el fiscal José Domingo Pérez pidió que ese partido desaparezca.

―¿Las diligencias que se vienen realizando en Lima podrían involucrar aún más a Fujimori?

Por supuesto. Ella ya está involucrada hace muchos años. Esa gente debería estar pudriéndose en la cárcel porque demasiado daño le ha hecho al Perú.

―¿Ha recibido amenazas de muerte por este caso?

Sí, últimamente he tenido llamadas extrañas. Anteriormente, me llegaron a mandar hasta cuatro sicarios cuando estuvieron por Orlando. Pero me pasaron la voz y dejé de ir. Incluso, me pasaron fotos del restaurante donde pensaron que yo iba a llegar. Aparentemente, era del servicio de inteligencia que trabajaba en el Congreso en esa época. Gracias a Dios no pasó nada. Yo no tengo ningún problema con nadie ni tengo algún antecedente de algún tipo. Lo he demostrado en varias oportunidades.

―¿Qué pensó cuando se enteró de que Joaquín Ramírez fue elegido alcalde de Cajamarca?

Una decepción. Soy de Cajamarca y me apena que la gente se deje engañar por una bolsa de arroz o víveres. Esta gente engaña así para ganar votos y por el interés de robar. Desgraciadamente, hay mucho campesinado que no está enterada de lo que pasa y, entonces, van y les engaña. Quisiera agradecer al fiscal [Wilson] Salazar por lo que está haciendo y ojalá que pueda culminar su trabajo.

―¿En un eventual juicio estaría para declarar?

Claro, todo lo que dije fue con fundamento y lo demostré. Todo lo que le grabe es verdad y se lo probé a la gente que vino acá [en Estados Unidos]. Está con pruebas. Jamás he mentido.