En el Perú y en el mundo entero el cambio climático ya comenzó a sentir con toda su fuerza. En algunos lugares con un incremento en las temperaturas que hacen del calor una situación insostenible. Y en otros lados, con un frío que cala hasta los huesos.
Una prueba de ello la podemos ver en nuestro país son las lluvias que desde hace varias semanas vienen azotando la parte norte. Además de la llegada de ciclón Yaku, que solo empeoró las cosas.
Pero eso no es todo, según los organismos especializados en el clima han señalado que desde mitad de este año las temperaturas irán en aumento, lo que significará que para finales del 2023 ya tengamos en las costas del norte presencia, una vez más, del Fenómeno El Niño.
Para tener todas las claves que nos hagan entender mejor de qué se trata este evento climático, Infobae conversó con Freddy Pillpa, catedrático de la Universidad César Vallejo y especialista en Geología Ambiental y Estudios de doctorado en Ciencias Ambientales.
¿Qué es el Fenómeno El niño?
Según explicó el experto, cuando hablamos de El Fenómeno El Niño se hace referencia de ciertas condiciones meteorológicas que tienen que ver con la condición meteorológica del tiempo y también la condición, en este caso en este caso de las temperaturas oceánicas. Entonces, es en estas condiciones en las cuales vamos a tener precipitaciones y exceso de estas. Tal como ha ocurrido en la costa norte y sierra del Perú.
Estos acontecimientos con cíclicos, es decir, que se repiten cada cierto tiempo. En este caso, hablamos tres a siete años en promedio
¿Qué lo produce?
Otra de las grandes interrogantes que se hacen muchos neófitos en el tema es qué cosa es lo que produce.
De acuerdo con Pillpa, el Fenómeno El Niño es provocado por el calentamiento de las aguas del océano. Cuando ocurre esta situación, los vientos alisios cambian de dirección. Eso causa que haya más y mayores precipitaciones en nuestras costas.
Para tenerlo más claro, los vientos alisios son un tipo de viento que normalmente van de este a oeste desde la cresta subtropical hacia las bajas presiones ecuatoriales. Es decir, a la zona más cercana del norte de nuestro país y el Ecuador.
Otro detalle es que cuando por estos lares tenemos al Fenómeno El Niño, al otro lado del mundo (Australia y África) sufren con La Niña.
Pero, ¿de qué trata este fenómeno? Pues si con El Niño lo que aumentan son las lluvias intensas; por lógica, todo lo contrario ocurre con La Niña, ya que lo que sufren son grandes temporadas de sequías.
El motivo del nombre, El Niño, es por la época del año en la que suele aparecer que es cerca de la Navidad, por lo que recibe ese nombre por la llegada del Niño Jesús.
¿Habrá El Niño este 2023?
Por otro lado, el catedrático que si bien oficialmente el Perú no ha tenido Niño ni Niña este año, el último fue en el 2017.
Pero el NOAA (Departamento de Monitoreo Oceanográfico y Meteorológico de los Estrados Unidos) ya dio el aviso, luego un constante monitoreo de las temperaturas oceánicas, que a finales de este 2023 podríamos tener al Fenómeno El Niño con nosotros.
Tendremos invierno
Una de las noticias que se ha propagado en diversos medios dicen que este año no tendremos ni otoño ni invierno.
Para Pillca, afirmaciones de este tipo son ‘extremas’, ya que por las condiciones meteorológicas es muy difícil prever que esto sea verdad, porque son varios aspectos que cambian.
En ese sentido, tiene que ver el tema de la temperatura, de los gases de efecto invernadero, entre otros.
“Particularmente yo puedo decir que sí vamos a tener un invierno. Bueno, un verano que se va a extender más o menos hasta finales de mayo. Pero sí, el invierno no van a ser tan frío, sin olas de friajes como en otros años”, dijo
Siempre en el norte
Una de las interrogantes que más de uno se hace es por qué siempre es la parte de la costa norte la que sufre más con la llegada del Fenómeno El Niño.
La explicación del especialista en ciencias ambientales es que todo está asociado con la temperatura del océano. Entonces, al Perú, llegan la corriente del Humboldt, que viene de sur a norte; y la corriente del Niño, que viene del norte hacia el sur.
La corriente de Humboldt va más o menos hasta la altura de Tumbes o Piura, y la corriente del Niño llega justo hasta esa zona y chocan. En por eso que las partes más afectadas son más al norte, porque la temperatura del mar es mucho más intensa por el norte. En el sur tenemos temperaturas que son mucho más frías y por eso que tal vez no lo vemos tanto.
Cómo evitar tantas desgracias
Finalmente, el catedrático señaló que para empezar el tema de los episodios de extremos de demasiado calor y demasiado frío, es algo que tiene que ver con el tema de cambio climático.
Y si los gobiernos locales y centrales ya saben que este fenómeno es cíclico, entonces una manera de reducir los riesgos es descolmatar los ríos, ya que estos traen sedimentos, arenas, barros, etc.
“¿Qué deben hacer los gobiernos? A limpiar, para que no haya un desborde porque se llena de barro, se llena de piedras, de basura y al final no tenemos un espacio por donde pueda circular el agua. Lo otro también hay que trabajar bastante, lo que es control de suelos”, señaló.
Por otro lado, también recomendó es contrarrestar el proceso de escorrentía, que es toda esa agua que va a llegar a los ríos.
“Entonces el agua llega a las laderas y si el agua no llega a infiltrar rápido en el suelo, esa agua que pasa se va directamente a los ríos. Nosotros tenemos áreas en las cuales toda esa agua de las precipitaciones va a llegar a los ríos. Pero si minimizamos la cantidad de agua que va a llegar a los ríos, estaríamos de una u otra manera controlando el tema de, en este caso, del desborde de los ríos. ¿Cómo hacemos eso? Mejorando en este caso la infiltración”, agregó.
Y lo otro, pues la creación de ciertas infraestructuras, que no permitan que se lleguen a construir casas a las riberas. “Es verdad que hay una ley, dicen que la orilla de los ríos es una zona intangible, que no se puede construir, pero solo queda en papel lamentablemente”.