Hay jugadores extranjeros que marcaron un antes y un después en el fútbol peruano y ese es el caso de Eduardo Esidio. El delantero brasileño llegó al Perú en 1997 para jugar por el modesto equipo de Primera división, Alcides Vigo. Sin embargo, desde que llegó al país, su objetivo era fichar por un equipo importante. Es así que cuando recibió el llamado de Universitario de Deportes, no lo dudó y quiso ser parte del club ‘merengue’. Nunca imaginó que la propuesta podría caerse luego que se diera a conocer que era portador del virus del Sida.
Nunca supo cómo la noticia que solo conocía el doctor que realizó la prueba médica y él, llegó a oídos de la prensa, pero a partir de ello se vio envuelto en una polémica. Antes de que inicie la temporada, Alfredo Gonzales, presidente en ese entonces del cuadro ‘crema’, dijo que ‘Edu’ tenía problemas familiares y que debido a ello regresaría a Brasil, pero él, fiel a su fe y al apoyo de la gente, no ocultó su mal. Aquel muchacho de 27 años, pese a los comentarios, lo único que quería era jugar fútbol y lo consiguió, pero no solo eso, terminó convirtiéndose en uno de los goleadores que haría historia en el país.
Balón que llegaba a sus pies, balón que convertía en gol. Logró marcar 74 tantos en cuatro temporadas y 37 en un mismo año. Esidio se volvió el titular indiscutible de la ‘U’ versión 1998, dirigida por el técnico argentino Osvaldo Piazza. Ese año respondió marcando 13 goles, lo que llevó a que el equipo consiguiera el campeonato nacional después de cinco años.
Al año siguiente, marcó 16 dianas, se acostumbró a hacer goles y al cariño de los hinchas que perdura hasta la actualidad. En 1999 consiguió, con el conjunto crema, consagrarse con el bicampeonato, pero su mejor temporada llegó al año siguiente, cuando consiguió anotar 37 tantos y se convirtió en el goleador y figura del equipo que se volvió tricampeón nacional.
Actualmente, a sus 52 años, no ha dejado atrás, ni ha olvidado a Universitario, pese a que en el 2001 cuando tuvo que salir a buscar un nuevo club, lo encontró en el rival de siempre de los ‘cremas’: Alianza Lima. Incluso campeonó en su centenario con el club ‘íntimo’. Ahora, su vínculo más cercano con el fútbol es el proyecto que inició el año pasado con niños en Brasil, enseñándoles los fundamentos del fútbol y claro, a anotar goles.
Esidio regresó al Perú luego de ocho años y no pudo evitar visitar el Monumental durante la jornada 11 de la Liga 1 en el encuentro ante Atlético Grau, donde el cuadro ‘merengue’ triunfó por 2-1. ‘Edu’ fue la cábala y ahora, más de 23 años después de su historia con los ‘cremas’, habló con Infobae y recordó su paso por el Perú.
¿Cómo te sentiste con el recibimiento en el estadio Monumental?
Volver a pisar esa cancha fue una experiencia muy linda. Pareciera que fue ayer que estuve ahí y sentí que el cariño de la gente sigue igual, no ha cambiado nunca.
¿Recuerdas alguna anécdota con tus compañeros durante tu paso por Universitario o Alianza Lima?
Recuerdo que con ‘la Foca’ Farfán es con quien siempre hacía bromas a todos en el equipo, con Guadalupe, con ‘Panchito’ Guzmán, con el ‘Puma’. Él tiene un corazón enorme, siempre nos defendía en todo momento, nos llamaba, nos alegraba con sus bromas, pero son cosas que uno vive en el camarín y que la gente de afuera difícilmente se entera porque es el momento íntimo de un equipo y esas cosas son las que uno nunca olvida.
En Alianza Lima también tengo grandes recuerdos, tenía a Waldir Sáenz, tenía a ‘Pepe’ Soto, tenía a Palinha, siempre nosotros bromeábamos en las concentraciones, en el vestuario.
¿Qué amigos te dejó tu paso por Universitario?
Los amigos que perduran de esos años, del 98, 99 y 2000, es una familia. Así nos formamos Luis Guadalupe, Roberto ‘la Foca’ Farfán, ellos son algunos y haberlos podido ver ahora me llenó de alegría.
¿El recuerdo más importante en el fútbol peruano?
Creo que los amigos que hice fue lo que más recuerdo. Uno cuando comparte en esos momentos, eso no se olvida y perdura a lo largo de la vida. Siempre le agradeceré al fútbol peruano, primero a Dios por haberme abierto las puertas aquí y poder haber tenido tantas victorias y amigos verdaderos.
Hace algunos años comentó que le gustaría que su récord lo rompa un peruano, sin embargo, fue un argentino, Emanuel Herrera que, aunque, lo rompió jugando con Sporting Cristal, ahora está en Universitario ¿Qué siente que el que rompió su récord juegue ahora en Universitario?
Cuando me tocó romper el récord sentí mucha alegría, cuando me convertí en el segundo máximo goleador pensé que me encantaría que un peruano tuviera esta experiencia de romper el récord, pero también estoy feliz que haya sido Emanuel porque él lo merece por todo lo que hizo en Sporting Cristal.
Este año se cumplen 25 años desde que fichó por Universitario en 1998 y ganó el título nacional. ¿Cómo te sientes al recordar esos años?
Sí, cuando yo llegué a Universitario, sabía que el equipo tenía varios años, que el equipo no salía campeón y ese grupo supo jugar muy bien para darles esa alegría y eso nadie nos lo va a quitar a los que fuimos parte de esos años. Ya se van a cumplir 25 años, así que es una alegría enorme poder haber sido parte de ese club que tiene una hinchada tan fervorosa.
Tras dejar Universitario, ¿fue difícil fichar por el rival de siempre, Alianza Lima?
En el momento que nosotros supimos que Universitario no nos quería más, ahí cada uno tuvo que ponerse a buscar otro club profesional y a mí me llegó la propuesta de Alianza Lima que estaba formando un equipo más competitivo por su centenario en busca del título. Formaron un equipo para eso y todo pudo salir bien. Fue complicado, pero menos mal el hincha fue muy respetuoso y entendió que uno es profesional y que tiene también sus cuentas para pagar, no.
¿Cómo fueron tus inicios en el fútbol? ¿Siempre quisiste ser jugador?
Yo vengo de una familia que siempre me incentivó, mi papá, mi abuelo, siempre me apoyaban. Mis papás me probaron en el Corinthians, pero no pude ir porque él tenía que mantener la casa con su trabajo, pero más adelante los hijos pudimos salir a hacer las cosas por nosotros mismos y la alegría fue muy grande cuando fueron testigos de lo que logré.
¿Qué recuerdos tiene su familia de su paso por el Perú?
A mi familia siempre le ha gustado estar acá. Es nuestra segunda nación, tenemos un cariño muy grande por este país que siempre nos ha recibido muy bien. Los amigos que tenemos acá y eso es lo más importante.
¿Siempre quisiste ser delantero? ¿Te imaginaste algún día marcar tantos goles?
Desde niño siempre quise ser jugador de fútbol, empecé en las canteras como enganche, en Brasil jugaba como 10 y ya después tuve un entrenador que me puso como delantero y desde ahí siempre seguí en esa misma posición, siempre haciendo goles.
En tu familia no has sido el único delantero o el único goleador, también está tu primo Nilson Esidio que jugó en Cristal y contigo, en Universitario, en el recordado tricampeonato. ¿Cómo fue esa experiencia también?
Nilson era mi ejemplo porque él ya había salido antes, ya había jugado y llegó a la selección brasileña. Así que poder jugar junto a él y aquí y salir campeón juntos, fue una alegría enorme para mí, para él, para nuestra familia y creo que eso es lo que nos proporciona el fútbol. Siempre estaré muy agradecido a los hinchas de Universitario por todo el cariño y porque nunca me olvidan, esa forma de acogerme siempre. ¡Y dale U!