Pese a estar purgando condena en el penal Ancón I, miembros cabecillas de las temidas bandas venezolanas del Tren de Aragua y Los Malditos del Rolex se las ingeniaban para aún tener contacto con el exterior para seguir coordinando posibles acciones ilícitas en las calles de Lima Metropolitana.
Cuarto Poder dio cuenta de una requisa sorpresa realizada por agentes del Grupo de Operaciones Especiales (GOES) del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) en la que se encontraron dentro de las celdas de los reos celulares de alta gama, incluso modelo iPhone.
Una de las celdas intervenidas fue la de José Ángel Ortega Padrón, líder de Los Gallegos del Tren de Aragua, quien cayó detenido en noviembre de 2022, junto a toda su banda dedicada a la explotación sexual de cientos de mujeres en al menos ocho distritos de la capital.
Otro de las celdas requisadas fue la de Mervin Alexander Hernandez Rodriguez, un avezado integrante de Los malditos del Rolex. Saltó a las primeras planas por su violento atraco a un turista en 2019, en los exteriores de un lujoso hotel en San Isidro.
Hernández Rodríguez no está solo, pues su compañero de celda y de atracos Emilio Perera Villegas también purga condena en este mismo reclusorio. Ambos están privados de su libertad por ser autores de innumerables atracos a personas que portaban costosos relojes, a quienes no les importaba causarles hasta la muerte con tal de llevarse el valioso objeto.
Ellos fueron responsables de balear en la pierna a un turista austriaco para arrebatarle a como dé lugar su fino reloj Rolex. En la celda de Perera Villegas, según el informe, se encontró un celular de última generación y varios papeles con números que serían importantes para seguir con sus coordinaciones delictivas.
El penal de Ancón I también alberga a Frederic Vargas Pereira, otro peligroso miembro de Los Malditos del Rolex, quien fue capturado en 2019 por robo agravado. “Ya yo me voy para la calle ya. Ya me voy, el mes que viene”, dijo desafiante.
“Tenemos que actuar de manera eficaz, limpiando los penales. Ese es el mensaje. La información que se tenía es que algunos internos tenían celulares en sus celdas. Esa información fue verificada y hemos venido a ejecutar el operativo y ha sido exitoso”, señaló Javier Llaque, jefe del INPE.
Los reclusos se las ingeniaban para que los dispositivos celulares que poseían ilegalmente pasen desapercibidos. Usaban diversas escondites como en las paredes, techos y hasta en platos de plástico que acondicionaban para despistar a los agentes durante las requisas.
El operativo constó en la intervención a siete celdas del penal Ancón I, pero en distintos pabellones. Esto permitió que los agentes penitenciarios asesten un certero golpe a al crimen dirigido desde los penales, que parece no acabar ni siquiera poniendo a estos cabecillas detrás de la rejas.