El pasado martes 11 de abril, el ciudadano libanés Muhamad Ghaleb Hamdar, quien fue acusado de ser miembro del grupo terrorista islámico Hezbollah, fue absuelto, por unanimidad y por segunda vez, por la Quinta Sala Penal de Apelaciones Nacional del Poder Judicial. La excusa de la Corte Nacional fue que “las pruebas obtenidas a nivel preliminar resultan ilícitas y no pueden ser valoradas por el tribunal”. Habrá una última apelación, que si es aceptada, Hamdar tendrá que volver al banquillo.
Infobae conversó con Joseph Humire, director ejecutivo del Center for a Secure Free Society (SFS), que estuvo presente en los dos juicios contra el ciudadano libanés. Para el experto en crimen organizado transnacional y terrorismo, Hamdar estaba en Perú para construir una identidad e ir creciendo con negocios ficticios, aunque detrás de esa máscara, estaba haciendo trabajo de inteligencia. Así, poco a poco establecería un plan general para el movimiento terrorista.
—¿Cuál sería el plan de Hamdar en Perú?
—Con el Hezbollah no se conocen sus planes. Son terroristas que demoran cinco a diez años para saber qué van a hacer. Sabemos que el mismo año que Hamdar estaba en Perú habían terroristas en Chile y Bolivia. No sabemos si estaba involucrado, pero conocemos que era una red.
—La confesión de Hamdar a la Policía es clara: indicó que pertenece al Hezbollah.
—Mucho sobre este caso se basa en su confesión. No es un papel escrito; es una declaración de más de cuatro horas donde dice por qué llegó al Perú. Él no va a decir toda la verdad, solo va contestar a medias, sin embargo, no se dio cuenta que habló de más al mencionar que estaba trabajando para Hezbollah. A su vez, lo dice para tratar de ganar la confianza de la Policía. En tal caso, quería distraer y no les ofrece suficiente información para saber exactamente cuál iba ser su plan.
—En el departamento de Surquillo donde vivía, la Policía halló varios explosivos en 2014.
—También se encontraron muchas fotos y videos para marcar territorios y conocimiento de rutas. Nunca se supo por qué estaba armando esto. La parte del caso que nunca se complementó es que tenía memorias encriptadas en árabe y en códigos, pese a que Hamdar siempre lo negó.
—La corte peruana, que absolvió a Hamdar, argumentó que el acusado no registró ninguna llamada telefónica al Líbano.
—La comunicación no era operacional, con Hezbollah tienes que reportarte presencialmente. Siempre han operado así, es muy cuidadoso para hacer sus contactos. Funcionan como terroristas y operadores de inteligencia.
—¿Crees que Perú perdió la oportunidad de juzgar a un terrorista del Hezbollah?
—Absolutamente. Hay mucha gente que está atenta a este caso. Hay un informe anual del Departamento de Estado, para saber cómo es la situación de los terroristas a nivel mundial. Casi nunca mencionan un caso en particular, pero el caso de Hamdar siempre ha sido sacado a flote. Ese es el nivel de atención que se le está dando aquí, en Estados Unidos. Estuve conversando con personas en Francia e Inglaterra, que siguen sus propios casos, pero están muy atentos a lo que ocurre en América Latina. Hubiera sido un momento histórico y un precedente para Perú.
—En su defensa, Hamdar dijo que había sido torturado psicológicamente por la Policía para que proporcione una confesión a los fiscales.
—Nunca había leído una sentencia así. Hamdar dijo que lo habían golpeado toda la noche, pero en las revisiones médicas no había ninguna lesión, así que la defensa lo cambió a tortura psicológica porque no había ninguna evidencia.
Cuando Hamdar confesó que era del Hezbollah estaba sonriendo, intentando hacer bromas con los policías. Incluso, le ofrecieron café y pidió una gaseosa; no tiene ningún sustento que fue torturado. Intentó manipular a la Policía ofreciendo una confesión a medias acerca de pertenecer a Hezbollah. Los integrantes de este grupo terrorista están preparados para dar estas declaraciones. Mi teoría es que, como Hezbollah no trabaja solo, él quería autoinculparse, sin embargo, cuando se dio cuenta que no iba a funcionar porque le imputarían dos cargos por terrorismo después de hallar químicos explosivos en su departamento, se asusta y cambia toda la historia con el argumento de las torturas. Admitió varias cosas que podían ser usadas en su contra; es increíble que la Sala Penal no lo vio.
—Otra defensa es que no tuvo un intérprete en árabe, sino en inglés.
—Varias veces se le preguntó si estaba cómodo con el intérprete de inglés y contestó que sí. Incluso, hay partes donde él le explicó al intérprete la pregunta que le habían hecho. Hamdar habla inglés fluido. No sé qué sucedió con la corte para no sentenciarlo. Este caso estaba prácticamente en el bolsillo. En el primer juicio (en 2017), los magistrados desconocían qué era Hezbollah.
—Eso es grave, ¿cómo una Corte Suprema de Justicia no va saber qué es Hezbollah?
—Durante este juicio (estuvo en los dos contra Hamdar) yo argumenté que si bien Hezbollah es un partido político no se les absuelve de ser autores de diez atentados en la historia y es reconocido como una organización terrorista por más de 60 países. Está documentado, aunque entiendo que en América Latina no se tiene este conocimiento. Ya en el segundo juicio, aceptan que Hezbollah es terrorista, pero sostienen que no saben si Hamdar lo es; y descalifican la confesión porque alegan que fue tortura.
—Hay una última apelación por este caso para que Hamdar vuelva a ser juzgado por el Poder Judicial.
—Ahora la Fiscalía tiene que demostrar que no hubo tortura psicológica. Me parece increíble.
—Actualmente, ¿cuánta influencia tiene Hezbollah en Perú?
—Este caso revela los nexos que tiene Hezbollah con la corrupción política en Perú, incluso en el gobierno de Pedro Castillo. Los pasos que tomó Hamdar no fueron por accidente; la forma que compró su visa para llegar a Perú no fue una casualidad. Hezbollah marcó un paso muy específico. Ha estado en Perú desde los años 90 para formar una red clandestina que muy poca gente conoce, tampoco sabe a qué nivel ha penetrado en la corrupción en las instituciones públicas. Hamdar nos empezó a revelar pedacitos de esta historia. Lamentablemente, nadie más está investigando porque merece atención.
—¿Se puede decir que el gobierno de Estados Unidos está atento a lo que sucede con Hezbollah en Perú?
—Sí. El mensaje de la corte peruana, al absolver a Hamdar, es prácticamente una invitación al Hezbollah. Es un mensaje de impunidad muy peligroso, en un país que tiene otros problemas. Perú es muy fuerte en la lucha contra el terrorismo, si nos remontamos a Sendero Luminoso y el MRTA, pero este caso no fue así.