La Corte Superior de Justicia Penal Especializada concluyó en la madrugada de este jueves que Daniel Urresti Elera, exministro del Interior y excongresista, era coautor del asesinato por alevosía del periodista de la revista Caretas, Hugo Bustíos, ocurrido en la ciudad de Huanta, Ayacucho, allá por 1988. Por esa razón, le impusieron 12 años de cárcel efectiva. En las próximas horas será trasladado a un establecimiento penitenciario para que cumpla la condena.
Tras la audiencia maratónica de ayer, Infobae se contactó con Sharmelí Bustíos, hija del periodista Hugo Bustíos, para que nos brinde una entrevista exclusiva con las primeras sensaciones que ha tenido luego de saber que uno de los culpables de la muerte de su padre ahora podrá pagar su culpa y ella también tendrá la posibilidad de vivir tranquila porque, al final, tuvo una justicia que esperó por 35 años.
Después de 35 años pudo tener justicia en el caso de su padre Hugo Bustíos.
Sí, Rodrigo, finalmente se pudo ver coronada una lucha que empezó hace 34 años, pero que ha sido un camino extremadamente duro y doloroso. Algo que, de verdad, se lo debo mucho a la perseverancia y el tesón de mi madre, Margarita Patiño, que durante 27 años fue, digamos, la cara visible frente a todo esto. Entonces, ella ya no está porque murió el 27 de octubre del 2016, pero nosotros sus hijos hemos asumido la posta y nos mantuvimos de pie. Aquí estamos, Rodrigo, viendo cómo nuestro clamor de justicia es finalmente oído y atendido con todas las de la ley. A veces la ley no es justa, pero cuando la ley es justa, una se siente fortalecida. Hay situaciones legales en las que muchas veces, amparados justamente en la ley, son totalmente injustas. Pero cuando van de la par como corresponde, pues una se siente reconfortada de que la lucha no ha sido en vano.
La sala ordenó que Daniel Urresti cumpla 12 de los 25 años que la Fiscalía había solicitado. ¿Usted se encuentra conforme con el fallo?
En cierta manera, nosotros estamos conformes en el sentido que los jueces han emitido una sentencia condenatoria que ha sido bastante minuciosa y debidamente argumentada en las razones. Es la sentencia de aproximadamente 333 páginas que ha sido evaluada minuciosamente, de manera individualizada y conjunta. De manera que esta le da una valoración que no da cabida a las dudas. Incluso, algo muy elemental que hay que destacar que, por ejemplo, se le impuso 12 de los 25 años que se le requería. De otro lado, en el tema de la reparación civil, ellos [los jueces] señalaron que en este caso no va porque no se puede indemnizar dos veces. Ahí también hay una interpretación legal, ¿no? Entonces, ha dejado que el señor Urresti, de manera solidaria y cuando sea notificado, decidirá si paga o no.
Entonces, son cosas que parecieran inauditos ahorita, pero tienen sus argumentos legales. El hecho que él haya sido sentenciado a 12 años, para mí es un logro muy importante porque se puso fin a una impunidad que ha sido una manera consecuente y que Daniel Urresti ha hecho mil malabares para salir totalmente absuelto. Él entró en la política porque, recordemos, ha sido ministro, congresista y candidato a la alcaldía. Ha usado la política como una forma de evasión de la justicia. El hecho de que ahora haya una sentencia sienta un precedente importante para que ponga fin a una impunidad que ha sido permanente en nuestro caso.
A diferencia del primer juicio, en este segundo proceso pareciera que sí se valoraron de manera más profunda las pruebas que la Fiscalía presentó. La Corte Suprema, presidida por el juez César San Martín, había considerado este punto al anular la absolución de Urresti.
Exactamente, porque hay que poner en contexto, Rodrigo, que prácticamente el 12 de abril del 2019, cuando la Corte Suprema de Justicia anula la absolución, una de las exigencias es que se evalúe correctamente las pruebas. En esta ocasión, los jueces han seguido lo que la Corte Suprema dispuso. La Corte Suprema fue muy enfática y contundente al señalar que no se ha valorado correctamente las pruebas ni los testimonios de los testigos. Prácticamente, lo que ha hecho esta sala transitoria ha sido evaluar como corresponde y ha sido, incluso, sorprendente que no ha dejado cabida a la duda, ni al titubeo, ni algunas sombras. Todo está debidamente argumentado: por qué tantos años, por qué esto y el otro. Todo está en la sentencia y, para mí, han sido muy específicos.
La audiencia de ayer ha sido bastante maratónica y pesada también. Ellos [los jueces] han dado un análisis minucioso a todo esto para que justamente no sea cuestionado este fallo. Sin embargo, pese a la contundencia del mismo, la defensa del señor Urresti va apelar como el derecho le ampara. Nosotros, igual, insistiremos que esta sentencia se ratifique. Y si se ratifica, ahí ya no hay marcha atrás. De manera que aún nos queda un tramo más, pero vamos un poco más tranquilos y calmados sin perder la vista y la guardia como se dice.
Un detalle durante la lectura de la sentencia es que los jueces establecieron que Daniel Urresti salió de la base de Castropampa a pesar de que el señor ha señalado durante todos estos años que no ocurrió así. Incluso, le echó la responsabilidad a otras personas. Él estuvo en la patrulla de los seis militares que asesinaron a su padre. Digamos, se determinó una responsabilidad.
Así es. Uno de los argumentos que hacen los jueces, como veníamos diciendo, era cómo resultaba posible que una persona [Daniel Urresti] que forma parte del servicio de inteligencia, no salga del cuartel, que no haga patrullaje y no se relacione con la gente. Es algo inaudito que veníamos cuestionando. Cómo vas a decir que tú que no salías y más aún en una zona de emergencia. Cómo ibas a dar con los enemigos. Allí [Ayacucho] tenías que camuflarte entre la gente. Tal es así que, a veces, los del servicio de inteligencia se vestían de mendigos y andaban por los parques. Entonces, ellos [los jueces] determinaron que el S2 [jefe de Inteligencia] es alguien medular dentro del Ejército. Eso prácticamente echa por tierra lo que él [Daniel Urresti] decía que nunca salía del cuartel. Algo inaudito para quienes hemos vivido en zonas de emergencia y conocemos cómo se maneja esto.
Otro punto que los magistrados sostuvieron es que Urresti habría informado a su jefe Víctor La Vera que el “Camarada Sabino” identificó falsamente a su padre como abogado de terroristas.
Exactamente, al decir que el “Camarada Sabino” había echado a mi padre, pero él mismo decía que “cómo que me había echado si a mí todos me conocen porque soy periodista y empresario”. Por eso, es que mi mamá le dijo “no me gusta esto y mejor no vayas [al cuartel de Castropampa]”. A ella le parecía muy extraño que lo llamen desde el cuartel, luego lo pongan a un lado a mi papá para que le digan que el “Camarada Sabino” lo había echado y después preguntar con insistencia mi madre si iba o no bien acompañado mi papá. Entonces, son muchos elementos que los jueces han sabido valorar en esta oportunidad.
Además, hubo una actitud de borrar las huellas del crimen como los casquillos de las balas.
Y algo que también los jueces dicen es que si fue Sendero Luminoso [responsable de la muerte de Hugo Bustíos], entonces por qué no levantaron un expediente y tampoco informaron a sus jefes. Si hubiese sido un acto terrorista, y está luchando contra el terrorismo, por qué no informaron ni levantaron un expediente. [Daniel Urresti] Hubiese informado que señores aquí hay una investigación y que efectivamente se ha determinado que ha sido Sendero Luminoso. Pero no hay nada. Simplemente se quedó en la acusación simple de que fue Sendero, pero jamás lo había sido. Jamás Sendero se iba a meter en la boca del lobo. Además, ha quedado establecido de manera contundente y reafirmativa que fueron los militares quienes asesinaron a mi padre.
¿Qué tan clave ha resultado en este caso el testimonio de personas como el de Ysabel Rodríguez Chipana, quien identificó y acusó a Daniel Urresti de estar detrás del crimen de su padre?
Por supuesto. El testimonio de Ysabel [Rodríguez Chipana] ha sido contundente, uniforme y clave porque ella afirmó que vivía en Castropampa. Eso fue corroborado con las indagaciones que hicieron y esa teoría falsamente de que no vivía allí planteada por la defensa de Daniel Urresti, simplemente, se cayó. Ysabel todavía tiene su casa, no es la misma que describe porque era de adobe. Sin embargo, hay vestigios de cimientos. Eso ha quedado establecido en las inspecciones que se hicieron. Siempre estuvo del lado de la verdad y habló de lo que sucedió ahí. Fue una testigo presencial, fue coherente y en ningún momento hubo dudas. Si tú te pones a ver el testimonio completo de Isabel, ella dice que construyeron el muro perimétrico, que allí iban mujeres y hombres a pesar de que testigos a favor de Urresti decían que no. Prácticamente, iban en contra de todo lo que decía Isabel. Eso fue definitivamente de cosas que han ido decayendo. Los testigos que hablaron a favor de Urresti terminaron perjudicándolo.
Durante la campaña electoral del 2021, el programa Cuarto Poder reveló que personas cercanas a Urresti quisieron comprar testigos en un viaje a Ayacucho. ¿Esto también fue clave para la condena?
Ellos [los jueces] lo han valorado. Por ejemplo, dieron una valoración muy importante al testimonio del periodista Glaster Tuesta, quien denunció el cambio de versión a cambio de prebendas por el señor Edgardo Montoya. Ellos le dieron una valoración y eso es muy importante porque prácticamente los testigos de Urresti pensaron que al cambiar de versión iban a favorecerlo. Sin embargo, cuando las personas cambian de versión, se evalúa las declaraciones que han dado y califican como la más confiable las que se han dado de manera primigenia y en un contexto sin ningún tipo de presión. En este caso, cuando Edgardo Montoya dijo que vio salir a Daniel Urresti y después dice que no se acuerda y no sabía, pues no era algo sostenible. Finalmente, este cambio de versiones de los testigos terminaron por perjudicar a Daniel Urresti, quien creyó en su momento que lo iban a favorecer.
¿Le hubiese gustado intervenir en los alegatos finales?
Por supuesto, me hubiese gustado, pero también, como te digo, los jueces han dado su propia apreciación. Ellos pueden decirte que no, pero que no resulta arbitrario porque argumentan y dicen inmediatamente las razones de por qué no me dieron y este caso se encuentra regido así. Es un tema legal que honestamente no entiendo mucho por qué ahora no tengo los artículos, pero ellos sí saben argumentarte sus decisiones. Consideraron que no, pero a la larga la respuesta está en lo de ayer [la sentencia]. Ya no tengo de qué quejarme.