El exministro Daniel Urresti, condenado a 12 años de prisión como coautor del asesinato del periodista Hugo Bustíos, fue recluido este jueves en el penal Miguel Castro Castro de San Juan de Lurigancho, al que fue dispuesto por el Instituto Nacional Penitenciario (INPE).
“El procesado ha sido clasificado a este establecimiento penitenciario conforme a los procedimientos establecidos por el INPE”, señaló el organismo en un mensaje difundido en Twitter, horas antes de su traslado.
La decisión fue tomada por una junta integrada por un psicólogo, una asistenta social y un abogado. Al mediodía, Urresti fue conducido a la carceleta del penal Ancón II, de donde fue derivado pasadas las 21:00 horas.
“El condenado ya está en Castro Castro en este momento, ya fue trasladado al penal y ya ingresó”, confirmó a RPP el jefe del INPE, Javier Llaque Mora, antes de replicar al abogado del general en retiro, Alexander Leiva, quien anunció que solicitará su reclusión en el penal Virgen de la Merced por su condición de exmilitar.
El pedido se evaluará por una junta, que en un 15 a 30 días emitiría una respuesta. “Si el abogado va a hacer un pedido porque cuestiona la decisión del INPE, será evaluada por el mismo penal y los órganos competentes para determinar si corresponde o no el traslado que solicite”, dijo el funcionario.
La defensa de Urresti ha confiado en que la Corte Suprema aceptará el recurso de nulidad que elevará para revertir la condena. “Como defensa técnica estamos presentando mañana una solicitud para que la ejecución de la pena sea suspendida en razón de que mi patrocinado siempre ha exteriorizado una sujeción total hacia el proceso y reglas que han impuesto los jueces”, precisó su abogado.
“Tenemos la absoluta convicción de que, cuando [el recurso] sea revisado, la Corte Suprema nos dará la razón. En cuanto a tiempos procesales, estamos hablando de dos o tres meses. Estimamos ese tiempo hasta que suba a la Corte Suprema. Eso no significa que no podamos hacer uso de otros mecanismos legales para solicitar la suspensión de la pena. [Es decir] para que siga el proceso en libertad”, continuó.
En la conclusión de la sentencia, cuya lectura se prolongó durante más de ocho horas, el tribunal consideró que se trató de un delito de lesa humanidad y, por tanto, de un caso “de gran complejidad”, ya que implicó el asesinato “con gran crueldad” de Bustíos.
También remarcó que existieron contradicciones en las manifestaciones de testigos interrogados durante el proceso, entre las que figuraron versiones que indicaron que Urresti participó directamente en la emboscada y otras que señalaron que ese día no abandonó el cuartel militar en el que estaba destacado.
“Hemos presenntado al rededor de 15 testigos durante todo el juicio oral, que ha durado dos años y medio. Como defensa, consideramos que los magistrados no han valorado adecuadamente lo que estos testigos han ido a decirles. Al hacer su análisis, el colegiado los ha dejado de lado”, comentó la defensa del exministro.
Urresti despachaba en la cartera del Interior del gobierno de Ollanta Humala (2011-2016) y era jefe de inteligencia de un cuartel militar de Ayacucho cuando Bustíos fue emboscado, el 24 de noviembre de 1988, en una paraje rural cuando el investigaba el asesinato de una mujer presuntamente cometido por Sendero Luminoso.