Perú perdió por segunda vez consecutiva, la organización del Mundial Sub 17, hecho que desató indignación y numerosas críticas contra la Federación Peruana de Fútbol (FPF) y su presidente Agustín Lozano. En este contexto, cabe recordar que el país ya fue sede de una Copa del Mundo de esta categoría, la cual se realizó sin inconvenientes en 2005. Por este motivo, Infobae se comunicó con Alberto Siles, quien fue gerente del Comité Organizador de aquella competición, quien dio su visión acerca de lo que se hizo bien y mal en cada una de las circunstancias.
¿Cuál es su opinión de que Perú haya perdido la sede del Mundial Sub 17?
Me parece que es realmente una lástima. El Perú pierde una gran oportunidad para mejorar infraestructuras y darle un poco más de roce a los jugadores que hubieran tenido la posibilidad de jugar un Mundial, ahora que no consiguieron clasificar. Además, la gente en provincias, donde no hay muchas opciones de entretenimiento, está perdiendo la posibilidad de ver futuras estrellas, espectáculos que normalmente no se logran tener. Esas ciudades también iban a recibir una inversión que ya no se va a realizar, la cual genera movimiento económico. Además de la imagen país, la cual con la FIFA ya estaba bien golpeada y con esto le ponemos una raya más al tigre.
¿Cómo fue su experiencia organizando el Mundial Sub 17 2005?
Fue muy difícil, estos tipos de eventos no son fáciles de organizar, nosotros tuvimos mucho apoyo del Gobierno. En esa época, el IPD reportaba directamente al Consejo de Ministros, no estaba debajo del Ministerio de Educación, que yo creo que es uno de los grandes errores ahora. Teníamos un gran presidente del IPD como el señor Iván Dibós, era un lujo tenerlo en ese cargo, porque se la bancó en todo momento para sacar adelante el Mundial. El Gobierno apoyó, pero de hecho, si no hubiéramos tenido un IPD tan fuerte, hubiéramos tenido problemas, porque la infraestructura le pertenece al Estado, y es el Estado el que tiene que invertir, y esa inversión tiene que venir a través del IPD.
Lo que está ocurriendo es que tenemos una muy mala política deportiva, somos un país que no invierte en deporte y eso políticamente se siente. El que sale a hablar es el ministro de Educación, pero eso no le debería corresponder al Ministerio de Educación, sino a un Ministerio del Deporte o a un IPD de adscrito al Consejo de Ministros como solía ser.
¿Tuvieron apoyo de la FPF en ese entonces? ¿Qué diferencias ve respecto a esta época con Agustín Lozano?
La situación es la misma, en esa época estaba Manuel Burga y teníamos muchísimos problemas políticos. No había una llegada fuerte al Gobierno, pero tenías a Arturo Woodman como presidente del Comité Organizador, quien tenía mucha llegada al Gobierno. Además, se armó una organización independiente de la FPF, nos preocupamos mucho de ser un ente autónomo, por muchas razones, no solamente por temas políticos, sino por temas de auspicios y más.
Entonces, empujaba la FPF a través de la FIFA, empujaba el Comité Organizador a través de Arturo Woodman, empujaba el IPD a través de Iván Dibós. Y bueno, los que teníamos la responsabilidad ejecutiva hacíamos nuestra parte del trabajo. El éxito en esa oportunidad fue eso, la coyuntura era muy similar al actual, también veníamos saliendo de El Fenómeno del Niño, aunque había sido un poco más atrás. Teníamos problemas de infraestructura, había temas presupuestales, pero sin el apoyo del Gobierno no puedes hacer grandes eventos.
¿Qué tan beneficioso es un Mundial Sub 17 para el Perú?
El Mundial Sub 17 en el 2015 llegó a 600 millones de espectadores a nivel mundial, o sea, este Mundial tranquilamente, puede llegar a 800 o 900 millones de personas, las cuales ven el Perú en el radar. Por ejemplo, los Panamericanos tuvieron un impacto importante a nivel regional, pero el Mundial es fútbol, tiene un impacto global, o sea, a nivel de venta de país es enorme, pero como digo, no la ven, no tienen la más mínima idea.
La gente piensa que estos campeonatos son superficiales, pero la verdad es que generan movimiento económico, esa parte el Gobierno no la ve, nunca ve la oportunidad, esto va a generar movimiento turístico, va a llenar hoteles, va a traer hinchas, va a traer desarrollo en una zona está deprimida después del desastre.
¿Qué tanto repercutió en el Perú el Mundial Sub 17 de 2005?
Hablamos de situaciones económicas y desarrollo de ciudades totalmente diferentes a las actuales. Nosotros en ese Mundial cerramos hoteleramente, por completo Iquitos, Trujillo, Chiclayo y Piura durante cerca de un mes. Logramos identificar que 600 millones de personas vieron los partidos en todo el mundo. Trabajamos mucho con pequeñas empresas para la venta del merchandising, trabajamos un voluntariado enorme, generamos mucho movimiento económico, pero en una situación diferente a la de ahora, en esa época no tenías los hoteles que hay ahora.
El Mundial te genera un muy importante movimiento económico en las ciudades donde se desarrolla. Uno debe tratar de no hacer el Mundial en Lima, porque ahí pasa desapercibido, pero si lo haces en provincias si generas un impacto.
¿Por qué cree que la FIFA no aceptó la propuesta de hacer todo el Mundial en Lima?
Primero porque estás muy cerca del Mundial como para hacer cambios. Se hubiera tenido que hacer inspección a los nuevos estadios, planificar nuevamente cada una de las sedes, analizar hoteles. Recordemos que cada país debe tener un hotel independiente, así como otro para los árbitros. Creo que iba a ser complicado, no sé si viable. Hacerlo solamente en Lima suena fácil, pero realmente no lo es, la idea de hacer un Mundial distribuido es porque la logística es muy compleja.
Cuando un país organiza un torneo de esta categoría ¿En su experiencia, que tan estricta es la FIFA al momento de las inspecciones y cumplir los calendarios y requisitos?
La FIFA es extremadamente rigurosa, y más aún cuando se trata de eventos de jugadores menores. Los hoteles, los autos, las villas, la infraestructura dentro de los estadios, la iluminación, los camarines. La distancia que tienes que recorrer. El manual de organización es extremadamente detallado y tiene que cumplirlo al pie de la letra.
Pero yo entiendo que por este lado, en este caso de Perú no había problemas de organización. En este caso los problemas han sido de infraestructura, o sea, tú necesitas tener un nivel de iluminación en los estadios que no los tienes, un nivel de calidad en el césped que tampoco hay. La FIFA pide camerinos, una serie de espacios que la gente no ve como la sala de doping, oficinas de los árbitros, salas de prensa con un nivel de conectividad enorme, cercanía, accesibilidad, los estadios tienen que cumplir normas FIFA. Aparte de la hotelería, los lugares donde se hospeda una delegación no solo deben tener cuartos, sino también comedores, salas de reuniones, etc.
La FIFA también te brinda un calendario con metas para cada fecha. Por ejemplo, para un día en específico tienes que tener una cantidad de personas contratadas y un proveedor de luces. Conociendo lo que demora el Estado en contratar, imagina cuanto demoraría cambiar la iluminación de cuatro estadios en Lima, hacer expedientes técnicos y todo lo adicional. No llegas. A nosotros nos tomó 10 meses, y eso que tomamos la mayoría de estadios que venían de la Copa América, solo tuvimos que remodelar el Max Austin de Iquitos de cero, y eso fue un trabajo muy duro.
¿Cree que perder nuevamente la sede del Mundial Sub 17 perjudique la imagen de Perú ante la FIFA al momento de recibir la organización de futuros eventos?
Es bien relativo, no creería que estamos cancelados, perro que no es la situación ideal. Hemos visto muchos casos en los que un evento se haya cancelado por diferentes razones, y luego los países tuvieron la oportunidad de volver a organizar otro. Le pasó a Chile con la final de la Copa Libertadores, a Colombia con la Copa América, no veo complicado volver a tomar un evento de ese tipo. Más que preocuparme por lo externo, lo haría por lo interno, con qué tranquilidad nos comprometemos a organizar un evento, si luego al final no recibes el respaldo del Gobierno.